Baru, comer con Matías

Una barra frente a él, la ventana que da a la calle y dos mesas altas es todo el espacio de Baru, un bar tan pequeño como coqueto, donde Matías lleva a cabo uno de los mejores sushis de la Región de Murcia sin duda alguna. Makis, uramakis, niguiris, entrantes calientes y fríos y unos postres a base de mochis completan una carta donde lo que prima es el producto de primera calidad –desde el alga hasta el arroz– y donde hay un equilibrio perfecto entre bocados reconocibles y que podemos encontrar en muchos locales y otras creaciones que Matías va incorporando poco a poco a la carta que va cambiando semanalmente.

Yo me dejo llevar con la única condición de que me ponga unos cortes de sashimi que resultan ser deliciosos. Suaves y tiernas recibo las gyozas de gambón y panceta, y muy profundo el wanton de cerdo ahumado. Dos ejemplos claros de que todo es casero en Baru, y de que Matías quiere salirse de la norma. Los uramakis son la especialidad de la casa, aunque son los bocados que se encuentan fuera de carta, los gumkan, los que elevan este pequeño bar de Murcia a la estratosfera.

Desde la barra se ve todo lo que hace y vamos gastando bromas mientras el responsable del establecimiento explica la técnica del siguiente plato que ha inventado. Él no come, pero es lo más parecido a estar en la cocina de su casa charlando con él mientras va preparando deliciosos bocados japoneses para los comensales. Pero no es su casa, es Baru. No se lo pierdan.