La Cangreja, una tarde en el paraíso
Ofrece comida rápida sabrosa y divertida, pero es que el servicio ágil y su ubicación en plena playa del Galúa convierten este chiringuito en irresistible
Al menos un día al mes, cuando llega la temporada de verano, me gusta reservar una noche en el hotel Galúa y bajarme a la ... playa para pasar la tarde en una mesa del chiringuito La Cangreja con los pies enterrados en la arena. La idea es tomar un par de cañas o tintos de verano, comer algo y darme un remojón de vez en cuando.
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La carta impresa en una pala de la playa está bien nutrida de hamburguesas, burritos, quesadillas, croquetas, gyozas, pollo frito, ensaladas, baos e incluso arroces siempre por encargo. Del pasado año a este 2023, hay varias novedades como la croqueta de morcilla de verano, las empanadillas tikka masala, el pollo frito Alabama y los nachos chingones -con carne, guacamole, crema Franche, mezcla de quesos, cebolla encurtida y cilantro-. Lo difícil es elegir, aunque el estilo de comida rápida, sabrosa, ácida, con un punto picante y crujiente suele estar en cada bocado. Mucho sabor a pesar de estar a pie de playa.
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Dirección Gran Vía. Km. 3 (Playa del Galúa)
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Teléfono 868 784 145
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Horario Desde las 12.00 hasta las 23.30 horas
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Precio medio Unos 25 euros por persona
Yo me decanto por unos estupendos calamares a la andaluza tuneados con mahonesa de lima Kafir, queso feta, cebolla encurtida, pepinillos y rúcula por encima. De plato principal me decanto por la burguer chafadita, que se presenta con una mezcla de carnes con cheddar rojo curado, cebolla caramelizada, bacon y salsa de la casa. Una de estas 'smash' tan de moda y muy recomendable.
El plato más flojo de la carta es el Gyro Riky, que consta de berenjena asada con champiñones y tartar de piparra, portobello al ajillo, emmental y salsa tzatziki (pepinillo, ajo, yogurt, remolacha y lima). La salsa humedecen demasiado las obleas de hojaldre dejando una textura que no termina de convencerme.
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Las gyozas, imprescindibles
Imprescindibles, sin embargo, encuentro las gyozas tikka masala, por llevar una salsa con chipotle, hierbabuena, cilantro y cebolla encurtida. Toda una explosión de sabores que no había probado hasta la fecha en una gyoza.
Mi hija entra y sale del agua llena de arena como una croqueta, un grupo de veinteañeros intentan lucir palmito en la mesa de al lado y, en las sombrillas que tiene La Cangreja para alquilar, una pareja de tortolitos parecen haber llegado a un acuerdo. La música, un servicio de camareros atento y rápido y la cerveza bien fría redondean una experiencia que se acerca a lo que yo entiendo como el paraíso.
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