El recetario huertano se disfruta en las barracas

Las Fiestas de Primavera se disfrutan con todos los sentidos. A los desfiles y actos programados para estos días, además del fervor por La Morenica, se suma una propuesta que va directa al paladar y que conecta con las raíces de estas fiestas: la gastronomía huertana. Las barracas suponen cada año una de las paradas obligatorias tanto para locales como para visitantes, que conectan con el recetario tradicional y permiten disfrutar en diferentes puntos de la ciudad de tapas y elaboraciones propias de la tierra.

En esta ocasión son 36 ventorrillos en total los que se distribuyen tanto por el centro de Murcia, como por barrios y pedanías como El Puntal y Cabezo de Torres, tal y como informa la Federación de Peñas Huertanas. La ubicación de las mismas se puede consultar desde la web de la propia Federación, en un plano que permite visualizar a simple vista las diferentes peñas. La mayoría se concentran en la zona del Malecón y en el entorno del Río Segura, seguido de la Plaza Circular, La Merced, o los jardines de La Seda, Floridablanca, Chino y La Fama, entre otros. Otras peñas se instalan en sus propias sedes.

Cada una de estas barracas alberga el corazón de la gastronomía huertana y la tradición de la zona. Tras inaugurarse el pasado domingo, dando paso de la Semana Santa a las Fiestas de Primavera, se mantendrán abiertas hasta el 7 de abril, haciendo que tanto murcianos como visitantes puedan acercarse a esta propuesta gastronómica tradicional cada uno de los días, como durante las grandes citas del Bando de la Huerta o el Entierro de la Sardina.

Las propuestas son variadas y van desde arroces hasta caldo con pelotas, salchicha, longaniza, morcillas y una larga lista de embutidos, como butifarra y morcón. Los montaditos o las clásicas patatas cocidas con ajo tampoco faltan, así como las perdices, la tortilla o el tocino. Las tapas típicas y el 'picoteo' son clásicos en estos ventorrillos, donde los productos de la huerta toman forma de ensalada murciana con su tomate, zarangollo, pistos o ensaladas de pimientos. El postre es uno de los grandes atractivos en esta degustación: el paparajote, el bocado dulce en hoja de limonero que deleita a quien lo prueba. Corona la propuesta el café de olla o la mistela.

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