El Villarreal aborta la rebelión albinegra en diez minutos

Casi se llenó el Cartagonova en una de esas tardes que se recordarán toda la vida. Y la gente soñó durante 45 minutos con una hazaña que solo fue posible mientras el Villarreal quiso que fuera posible. Los hombres de Quique Setién dormitaron durante todo el primer tiempo y dieron esperanzas a un Cartagena que se lo creyó desde el minuto 1. Y es que nada más empezar entre Mandi y Cuenca dejaron un agujero enorme por el que se coló Sangalli para plantarse solo delante de Pepe Reina. El ex de la Real Sociedad no se atrevió a disparar y se la dio a Ferreiro, quien chutó mordido, para que Reina evitara el gol. Dejó, eso sí, el balón muerto y Sangalli, con toda la portería para él, la echó por encima del larguero.

Esa fue la tarjeta de presentación. Y claro: el Cartagonova se incendiaba. Quiso apagar el fuego José Luis Morales, 'El Comandante', quien casi le da un buen disgusto a Datkovic en sus dos primeras apariciones. Andaban los visitantes por el campo. Volaban los locales. El Villarreal permitía que el Efesé se ilusionara. Y Quique Setién, sentado en una silla al lado del banquillo, no decía ni pío. Tocaban mucho los castellonenses, pero la verdad es que Marc Martínez no tenía que hacer ninguna parada. Álex Baena se sacó un derechazo que robó el poste y un cabezazo de Cuenca asustó a la parroquia local.

Calero y Jansson mientras, no terminaban de entenderse por la derecha. Y era una pena, ya que Mojica estaba absolutamente vendido. Danjuma no bajaba jamás y como Morlanes y Trigueros replegaban andando siempre llegaban tarde. Ahí estaba el punto flanco del Villarreal y solo la falta de precisión de Calero y Jansson en sus múltiples acometidas privaron a los de Carrión de haber metido el miedo en el cuerpo a Reina de una manera más constante. Calero disparó en varias ocasiones, pero sin tino.

Con todo, el momento del Cartagena en el encuentro llegó justo antes del descanso. Marcó Pablo Vázquez en el minuto 38 y pudo hacer Armando Sadiku el segundo en el 39. El 1-0 llegó en un excelente testarazo del central gandiense en un córner perfectamente ejecutado por Ferreiro. Se venía abajo el estadio cuando en la siguiente acción el ariete albanés soltó un zurdazo tremendo desde 30 metros que no vio Reina y que casi se cuela por toda la escuadra. El primer tiempo acabó con el Efesé mordiendo y su afición, completamente enloquecida.

Se esperaba la reacción visitante tras el paso por los vestuarios, pero lo que vino fue una oportunidad clamorosa. Jansson se plantó delante de Reina en el primer minuto de la reanudación y no supo batirlo, como le sucedió a Sangalli al inicio del choque. El rechace le cayó a Ferreiro, quien hizo lo mismo que había hecho Sangalli en la primera ocasión de la tarde: mandó el balón a las nubes. En ese momento dijo 'basta' el Villarreal y en solo diez minutos dejó el partido sentenciado con tres picotazos letales, de Álex Baena, Danjuma y Morales.

El 1-1 llegó como le gusta a Setién que lleguen los goles de su equipo, después de una larga combinación de pases y una apertura a la banda izquierda, donde Mojica llegó a lo Jordi Alba y Álex Baena remató como si fuera el mismísimo Robert Lewandowski. Se descompuso el Cartagena tras el empate y Pablo Vázquez regaló una pelota imperdonable a Morlanes, quien se la dio a Morales para que este penetrara en el área y regalara el tanto a Danjuma.

El horror se completó enseguida, con un penalti absurdo de Musto a Morales (no había VAR y no se revisó ni esa acción ni ninguna otra). El 'Comandante' lo tiró al centro y Marc Martínez le recordó que es un consagrado 'parapenaltis', quedándose allí y parándolo, con la mala fortuna de que el rechace le cayó al propio Morales y marcó el tercero, dejando el choque completamente cerrado a falta de media hora.

Llegaron los cambios y Carrión metió primero a De Blasis y Jairo y después hizo debutar a Djaka. Franchu, que salió el último, se llenó de balón y no vio a Ortuño, otro de los que entró desde el banquillo, cuando estaba dispuesto a anotar el 2-3. En la contra hizo el cuarto Jackson, con Marc Martínez completamente vendido. Antes se había pedido un penalti a Sadiku que no lo pareció y Setién fue sacando a titulares: el campeón mundial Foyth, Pedraza, Parejo, Capoue y Chukwueze. Con su presupuesto de 133 millones y sus ánimos renovados tras la inesperada marcha de Unai Emery, el 'submarino amarillo' se divirtió en el tramo final, solo agitado por un testarazo de Pablo Vázquez en el que Reina se hizo un pequeño lío.

Un aficionado (o lo que fuera) le pedía explicaciones a Carrión mientras se iba de la tribuna con el 1-5, anotado por Capoue con un sensacional derechazo. Fue la excepción en unos últimos minutos de partido en el que los jugadores locales se calentaron por el exceso de adorno de los visitantes y una exagerada celebración del quinto gol por parte de Capoue y Pedraza. Hernández Hernández lo resolvió con un par de amarillas y pitando rápido el final. La grada ovacionó a los suyos. Todos soñaron juntos mientras fue posible. Este domingo, vuelta a la realidad en Granada. De los jugadores de Carrión depende que la liga también se pueda convertir en un sueño.