El Efesé sigue en pausa

El FC Cartagena, por ahora, continuará en pausa. El club albinegro, todavía sin fecha de regreso al trabajo, espera a ver cómo se van sucediendo los acontecimientos para retornar a una 'nueva normalidad' marcada, por ahora, por unas recomendaciones –ya obsoletas– propuestas por la Federación Española de Fútbol (FEF); una serie de consejos que no son de obligado cumplimiento, que datan del 28 de marzo y que con los continuos cambios de la actualidad quedan desfasados.

Y, entre otras muchas cosas, eso es lo que espera el Efesé: un protocolo más serio, que marque bien el camino de qué y cómo hay que hacer las cosas para minimizar al máximo el riesgo de contagio de los futbolistas, algo que todavía sigue sin aparecer. «Tardará [el protocolo sanitario] entre dos y cuatro semanas», dijo Paco Belmonte, presidente del Cartagena, hace 11 días. Y hasta la fecha seguimos sin noticias aunque en breve podría haber novedades al respecto. Además, falta también saber quién pagará los test, algo que para determinados clubes es asumible pero para otros puede ser una condena. Ahí tenemos una clave.

Otra duda que surge por las oficinas del Cartagonova y que es imprescindible, quizás la más importante, para que la plantilla del Cartagena se plantee volver a calzarse las botas es cúando se va a jugar. Hasta ahora, se estima que ese 'playoff' exprés se podrá disputar en la segunda quincena de julio (todavía no hay fecha fija), por lo tanto, restan todavía dos meses.

Es decir, no hay prisa, puesto que se necesitaría un plazo de seis semanas para llegar en condiciones óptimas a las eliminatorias por el ascenso, según los expertos en la materia. Arrancando a final de mayo, hay tiempo. Por ahí van los tiros en el Cartagena. La Región de Murcia debería entrar en Fase 2 el próximo lunes. Y según el BOE del pasado sábado ya estará permitido ejercitarse en el Cartagonova.

Por otro lado, es fundamental levantar el ERTE en el que anda sumido la entidad de Benipila, un trámite que desde la casa albinegra consideran fácil de ejecutar, a la par que rápido. Pero si no se sabe con mayor exactitud cuándo se va a poder llevar a cabo el plan de Luis Rubiles, presidente de la FEF que se someterá en octubre a las urnas, probablemente con Iker Casillas como principal opositor, el Cartagena no piensa en ejercitarse. En la actual situación que se encuentra el cuadro de Borja Jiménez y los trabajadores del club, la vuelta al trabajo es inviable.

¿Qué sentido tendría desbloquear el expediente de regulación temporal de empleo si todavía quedan más de 60 días para competir y un mes para volver a oler la hierba, si se juega, si la entidad blanquinegra no ha tenido ni tendrá actividad económica? Por lo tanto, el ERTE se mantendrá hasta que se clarifique la situación y se resuelva el enigma de cuándo se piensa jugar porque el club no tiene ingresos y en caso de recuperar esa 'normalidad' sí tendría gastos. Y no pocos.

Con lo cual, la maquinaria albinegra seguirá apagada unos días más a la espera de la evolución de una crisis sanitaria impredecible. Igualmente, lo que también echan de menos en el Cartagonova es una explicación del propio presidente Rubiales, quien lleva más de mes y medio sin comparecer en rueda de prensa, en un momento en el que el futuro de la división de fútbol más importante del ente que dirige está en el aire. Sí ha hablado con los clubes, los cuales salieron de ese encuentro con más interrogantes que respuestas, pero todavía el mandatario no se ha tirado al ruedo de forma oficial. Quieren en el Cartagena que Rubiales hable en público. Quizás no lo hace porque no quiere dar ningún paso en falso. Pero todo suena a improvisación.

Y mientras tanto, al margen de todo esto, ya se está trabajando en las labores de desinfección y limpieza del Cartagonova, instalación municipal que necesitará máxima higiene en vestuarios y en todas las zonas que use el equipo albinegro, ya que será la infraestructura que albergue los primeros ejercicios de Borja Jiménez y sus jugadores cuando haya más luces que sombras.

Una vez que se disipen las dudas, los futbolistas ya podrán cambiar las zapatillas de 'running', única opción para trotar que tienen ahora, por las botas con tacos. Será el comienzo de un camino que desembocará en un 'playoff', si se juega, que dejará al Cartagena a solo 90 minutos de olvidar el caos por el que habitualmente destaca la Segunda B. El paraíso sigue ahí, a un paso.