Pablo Larrea despeja ante Rodri antes de ser expulsado, el pasado domingo en El Palmar. LOF

El Cartagena choca con sus déficits

La visita a Sanlúcar de Barrameda sirvió para destapar las debilidades del cuadro albinegro, escondidas tras el éxtasis de las remontadas

Pruden López

Cartagena

Martes, 30 de septiembre 2025, 00:17

A último día de septiembre ya se pueden sacar las primeras conclusiones del plan de Javi Rey en el Cartagena. Sobre todo, de los ... déficits que tiene el equipo albinegro y que estaban ocultos detrás de la felicidad que lo envolvía todo mientras el Cartagena lograba enloquecer a la afición con un inicio de liga basado en remontadas. Ejemplo de ese éxtasis fue el partido ante el Hércules donde se vio a un Efesé rocoso y con un buen fútbol, al igual que demostró en las jornadas anteriores.

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La Primera RFEF es una categoría muy igualada, como dijeron todos los futbolistas, y Javi Rey, en sus presentaciones durante el verano, y no era lo más habitual que un equipo lograse darle la vuelta al marcador de esa manera ante rivales como el Atlético Madrileño o el Hércules. La temporada acaba de empezar, apenas llevamos cinco jornadas de Liga, pero el Efesé ha logrado pasar del éxtasis a la preocupación en este periodo de partidos. La derrota en Sanlúcar de Barrameda fue un golpe de realidad para el cuadro albinegro porque los problemas del equipo salieron a relucir ante el nuevo líder del grupo 2 de Primera RFEF.

Es cierto que el Atlético Sanlqueño ha comenzado la temporada con buen pie y que el Efesé tuvo una semana sin descanso con dos viajes largos hacia Sabadell y Sanlúcar de Barrameda. Pero los errores que costaron el partido ya venían apareciendo en jornadas antriores, sobre todo fuera de casa. El Cartagena todavía no sabe lo que es ganar a domicilio ni lo que es marcar un gol lejos del Cartagonova. Los empates sin goles en Sabadell y en Antequera hacen que suenen las alarmas en el plan de un Javi Rey que ya afirmó en varias ocasiones que estábamos lejos de ver al Efesé que él quiere, a pesar de ser capaz de remontar en los dos partidos que ha jugado ante su público.

Esas remontadas son sinónimo de otro déficit que, sino fuese por esas vueltas en el marcador, sería objeto de un profundo análisis. El Efesé tampoco sabe lo que es comenzar un partido mandando en el marcador. Ante el Atlético Madrileño, Aleksa Puric abrió el marcador y fueron por delante hasta que Larrea puso el empate al filo del descanso, y, ante el Hércules, Sotillos logró marcar el primer gol de la tarde hasta que Chiki puso la igualada en el luminoso. En Sanlúcar de Barrameda volvió a suceder lo mismo con el tanto de Agustín Juárez, pero esta vez el equipo albinegro no fue capaz de igualar el marcador ni resucitar en el partido, como venía siendo de costumbre en las jornadas anteriores.

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Tropiezo a balón parado

De los seis goles que el Cartagena ha encajado en lo que llevamos de temporada, tres han sido a balón parado. El gol de Puric vino tirado de un córner y el central serbio del filial colchonero remató con suma facilidad justo delante de la portería de Lucho García. El tanto de Sotillos, jugador del Hércules, también llegó desde el mismo córner que el gol de Puric, con el control de Javi Jiménez dentro del área y un pase de la muerte que valió para abrir la lata. El pasado domingo, el segundo gol del Atlético Sanluqueño también llegó a balón parado con una falta lanzada desde el costado derecho que remató Adrián Castellano con relativa facilidad para estar dentro del área.

En la categoría de bronce, el balón parado es esencial para desembotellar encuentros igualados, como suelen ser la mayoría de ellos. En ataque, el Cartagena tiene muchas alternativas con jugadores de un nivel superior y con un Kevin que sigue haciendo un buen papel incluso cuando el equipo no carbura. Sin embargo, el centro de la zaga albinegra está dejando más dudas de las que se esperaban tras ver los buenos partidos que hicieron Rubén Serrano y, sobre todo, Imanol Baz en Antequera y en casa ante el Atlético Madrileño y el Hércules.

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Es cierto que la lesión de Marco Carrascal y la tardanza de la vuelta de Fran Vélez, que se firmó para ser el mariscal de la zaga por su experiencia y por la solidez que demostró en pretemporada, han dejado a la defensa cartagenerista cogida con pinzas. Ahora, Javi Rey tiene el reto de solucionar esos problemas a balón que le han costado al Cartagena la mitad de los goles que lleva encajados hasta ahora, además de corregir la facilidad con la que los rivales generan peligro y logran ponerse por delanter en el marcador. La derrota en El Palmar puede ser un simple tropiezo, pero ha sacado a relucir las debilidades del Efesé.

  1. 75 días esperando un cambio de propiedad que nunca llega

75 días después de la comparecencia de Alejandro Arribas, escoltado por Víctor Alonso y Javier Hernández, para oficializar el cambio de propiedad del Cartagena, todo sigue igual. El cambio prometido no llega. El comienzo de temporada ha cambiado el centro de atención del Cartagena a lo deportivo, que parece ir funcionando, dejando atrás lo extradeportivo. Manuel Sánchez Breis hablaba en verano de una «transición ordenada», cuyo final apunta al mes de enero a pesar de que, ese mismo día de presentación de la nueva propiedad, el propio club anunció que el consejo de adminsitración iba a dimitir en los días posteriores a esa rueda de prensa.

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Sin embargo, más de dos meses después todo sigue tal y como estaba antes de iniciar la temporada en Primera RFEF. Por otra parte, en el CSD aún no aparece reflejado ningún cambio de propiedad en el Cartagena, por lo que Paco Belmonte sigue estando en la presidencia y su consejo de administración es el mismo.

Breis, el portavoz

La cara visible del Efesé está siendo, por un lado, el director deportivo Sánchez Breis, que ha comparecido en cada fichaje que ha sido presentado con la camiseta albinegra. Y, por otro lado, también lo está siendo Alejando Arribas, que ha estado en el palco del Cartagonova en los partidos que el Efesé ha disputado en casa y fuera. Sin embargo, él no habla y su posición en el club empieza a ser incómoda. No está en el día a día, delega en el gerente Víctor Alonso y Paco Belmonte sigue tomando decisiones. Se trata de una bicefalia peligrosa.

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