Arrancan quince días de máxima exigencia
El Efesé inicia hoy en Oviedo el primero de los cuatro partidos en dos semanas, con Isak recién recuperado y cuatro jugadores aún lesionados
Empieza el tramo de la temporada más empinado de todos. El Cartagena afronta esta tarde (Carlos Tartiere, 18.30 horas) el primero de los cuatro partidos a jugar en quince días. Este apretado calendario arranca nada menos que en Oviedo, pero le seguirán otras paradas exigentes contra el Leganés, el Tenerife y el Ibiza. Jornadas entre semana, vuelos a Canarias y escaso tiempo para recargar pilas ponen a prueba desde ya al equipo albinegro.
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Principalmente es un examen al físico de la plantilla. La del Cartagena es la más veterana de la categoría; y de las más cortas, con 23 efectivos sumado el recién incorporado Jaime Romero. El alabaceteño lleva meses sin competir y le falta ritmo, pero el entrenador no descarta que hoy mismo tenga sus primeros minutos.
El ilusionado Cartagena defiende hoy su puesto de 'playoff' con cuatro bajas: Ortuño, Tejera, Franchu y Ferreiro
Un futbolista apto ya es una noticia positiva para Luis Carrión, que evita las excusas y no se detiene en lamentar el parte de bajas. Siguen en la enfermería Ferreiro, Tejera, Franchu y Ortuño; a última hora han subido en el autobús a Oviedo tanto Pedro Alcalá como Isak Jansson. El mazarronero ha trabajado esta semana con cierta precaución por un fuerte golpe en la rodilla, pero es un titán y posiblemente salga de inicio; el sueco reaparece 24 días después de unas molestias en el pubis y, en principio, no debería estar para demasiados trotes. Veremos.
El chico de La Puyola sueña
La convocatoria la completa una incógnita (Lee), un jugador sin ritmo de competición (Jaime Romero) y dos canteranos (Neskes y Adrián Sanmartín). El chico de la Puyola sigue en una nube en este mágico 2022, de empezar en el Juvenil C a debutar en Segunda y recibir, con esta, tres llamadas consecutivas de Carrión. Solo tiene 17 años, recuerden. Y tampoco hay que olvidar que lo que el Cartagena defiende hoy en Oviedo es su plaza de 'playoff' de ascenso a Primera. Pasan los días y, como Sanmartín, el equipo sigue entre los mejores.
La ilusión y el empeño son las armas que han llevado al Efesé a firmar este fantástico inicio de temporada. Correr y creer. Esas son las armas del Cartagena. Y con esas cartas debe jugar en estos quince días de puro vértigo. En este Cartagena el dinero no sobra, estrellas hay pocas y los goles que antes desbordaban de un mismo bolsillo (el de Rubén Castro) tienen que buscarse en el de varios. Carrión suple todo eso con once guerreros, todos veteranos, curtidos en mil batallas pero movidos por la ilusión de unos juveniles. Y la cosa no va nada mal hasta ahora.
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Carrión recupera a Isak 24 días después, cita a Jaime Romero e incluye en la lista a los canteranos Neskes y Sanmartín
Los albinegros regresan hoy al Carlos Tartiere, el punto de partida de aquel Cartagena que ejercía de debutante en la categoría, en agosto de 2020. Hoy en día ni es ese equipo tierno de la primera vez ni deja el cuerpo muerto en los partidos a domicilio, como la temporada pasada. El de ahora da faena a los rivales. A todos los domina y a casi todos los ha conseguido doblegar. No está el horno para bollos en Oviedo, donde el personal empieza a impacientarse. Al mínimo achuchón, la grada silbará a los suyos como ya hicieron la última vez.
Nervios en el Tartiere
Es una plaza complicada Oviedo. Difícil de complacer. El cuadro asturiano lleva ocho temporadas seguidas en la categoría de plata, con límites salariales de no mucho menos de 9 millones de euros y un respaldo social (18.439 abonados) importante. Pero el equipo no termina de dar el paso y pelear por el ascenso a Primera. Ya se escapó el 'playoff' la temporada pasada, por los pelos. Y esa losa se la han cargado desde el primer día a Jon Pérez Bolo.
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El entrenador viene de novato al Tartiere, como premio a su trabajo durante media vida en Ponferrada. El desembarco se produjo en junio, con el visto bueno de los propietarios del Oviedo: el grupo Carso. Lo que ni el mismo Bolo podía intuir es que apenas un mes después el club cambiara de dueños, también mexicanos, al grupo Pachuca. Aterrizaron con un proyecto deportivo en marcha y con directivos que desconocen la Segunda División.
Los asturianos tienen tres bajas sensibles y pesa la presión por estar arriba y por agradar en casa, donde ya hay pitos
A día de hoy la masa social carece de un portavoz oficial. Toda esa carga añadida depende de Bolo, la cara visible. A los malos resultados en casa (dos derrotas contra Andorra e Ibiza) acompañan poco sus comentarios críticos hacia la prensa, los últimos silbidos de la grada y la urgencia, ya de serie, de estar arriba desde el principio. Esas «piedras que nos metemos en la mochila», reconoció Bolo, cargan de presión a la plantilla.
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Bolo, un viejo sacamuelas
Para colmo el entrenador vasco tiene tres bajas sensibles esta tarde. Son Dani Calvo, de entrada a la enfermería esta semana; Koba, que cayó en la última cita en Lugo; y Borja Sánchez, ausente de un tiempo atrás. En cualquier caso conviene recordar dos claves. La dupla Sengi Enrich y Borja Bastón es para remangarse; y el propio Bolo es ya un viejo sacamuelas para el Efesé, al que siempre derrotó desde aquella fase de ascenso a Segunda con la Ponferradina, en 2019.
El equipo suma en tres salidas dos victorias, las mismas que en toda la primera vuelta anterior
Por DANIEL SÁNCHEZ
El Cartagena ya ha sumado las mismas victorias fuera de casa que en toda la primera vuelta de la temporada pasada. Al triunfo con sufrimiento en el campo de El Alcoraz de Huesca (2-3) se le sumó en la última visita el éxito en el Ciudad de Valencia (0-1), ambos con goles del discutido delantero albanés Armando Sadiku. Con ello, ya suman 6 puntos en las tres primeras visitas del curso 2022-23. En la otra, en El Plantío de Burgos, los albinegros merecieron puntuar (1-0).
En la campaña 2021-22, cada encuentro fuera de casa fue un auténtico quebradero de cabeza para los de Luis Carrión. El equipo solo logró 8 puntos gracias a las victorias en Zaragoza (jornada 3) y Amorebieta (jornada 10) y a los empates en Leganés (jornada 14) y Alcorcón (jornada 20), este último ante el colista y con sabor a poco. Fueron once salidas, escasa cosecha y la sensación de competir en muy pocos encuentros.
En la anterior temporada tampoco fue tarea fácil para los entonces capitaneados por Borja Jiménez. Hicieron tan solo 9 puntos fuera de casa en la primera vuelta. Empataron en Oviedo (jornada 1), Almería (jornada 7) y Vallecas (jornada 15) y vencieron en Ponferrada (jornada 5) y Málaga (jornada 17). Aquel triunfo en La Rosaleda pareció una bocanada de aire fresco para un Cartagena metido en el lío del descenso.
Pero todo terminó con la caída en picado en la clasificación, la eliminación de la Copa del Rey ante un Segunda B y la destitución de Jiménez. Todo ha cambiado ahora en un Efesé que compite en cada jornada y ha firmado uno de los mejores inicios ligueros de su historia. En el Carlos Tartiere hay otra oportunidad para demostrarlo.
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