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José Vélez y Marcos Ros, este domingo, tras los resultados electorales. Nacho García / AGM

Una derrota atenuada en la sede 'zurda'

Los socialistas, con el 25% de los votos, encajan un nuevo embate en la Región de Murcia pero aseguran la permanencia de Ros en Bruselas

Lunes, 10 de junio 2024, 00:48

La fuerza de los populares en la Región volvió a dejarse notar en las urnas una vez más este domingo, obligando a los socialistas murcianos ... a encajar una nueva derrota. El revés, sin embargo, se vio en cierta parte atenuado por la lectura en clave nacional del resultado de las elecciones de este 9J, que, aunque otorgó una victoria por la mínima a los populares, queda lejos de servirle a Núñez Feijóo como un plebiscito contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tal y como planteó durante la campaña electoral. La 'photo finish' de estos comicios vuelve, además, a abrir las puertas de Bruselas al eurodiputado Marcos Ros, que iba en el número 17 en la lista electoral del PSOE a las europeas y revalida su puesto.

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El PP logró imponerse en las elecciones europeas de este 9J en la comunidad con hasta el 42,8% de los votos (221.312), mientras que los socialistas tuvieron que conformarse con rascar apenas el 25,02% del pastel (129.242 votos). Los resultados que los socialistas murcianos lograron en estas elecciones europeas suponen un duro embate si se comparan con la victoria que la formación logró en los comicios de mayo de 2019 cuando el PSOE consiguió en la Región 205.351 votos, un 31,93% del total -casi siete puntos más-, frente a los 196.622 votos (30,58%) que recabaron en ese momento los populares. El reparto del pastel, sin embargo, no varía demasiado respecto a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, cuando los socialistas, con un 25,6% de los votos, tuvieron que dejar paso nuevamente a los populares, que rascaron un 43%.

El PSOE regional optó además este 9J por leer el resultado de estas elecciones en clave nacional y en la Calle Princesa respiraron este domingo aliviados ante una victoria del PP que prácticamente supone un empate técnico. Los resultados otorgan la victoria de los populares, pero no suponen la debacle que en algún momento se perfiló durante una campaña electoral que giró sobre todo en clave nacional, con la aprobación de la ley de amnistía y la investigación judicial de Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, como telón de fondo.

La reacción de los socialistas murcianos al resultado de estos comicios se hizo esperar. El secretario general de los socialistas murcianos, José Vélez, y el eurodiputado Marcos Ros, siguieron la noche electoral desde la cuarta planta de Princesa acompañados de Carmina Fernández, vicesecretaria general y portavoz del PSRM; de y de otros dirigentes y militantes del partido. El silencio fue la tónica general en la sede murciana durante horas mientras en Madrid, a la espera aún de conocer los datos oficiales, la candidata nacional, Teresa Ribera, se atrevía incluso a hablar de «remontada».

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«Una voz más allá de siglas»

Pasada ya la medianoche Vélez y Ros comparecieron ante los medios de comunicación entre aplausos y con un gesto aparentemente tranquilo. Ros agradeció a los ciudadanos el voto que le ha permitido renovar su puesto en el Europarlamento. «No solo renuevo mi acta, renuevo mi compromiso con la Región y con todos sus ciudadanos y ciudadanas», recalcó. «He sido la voz de la Región y de sus ciudadanos y, por supuesto, del Mar Menor y lo voy a seguir siendo». Ros insistió en que la Comunidad «necesita una voz que mire más allá de nuestra siglas, como he hecho yo a lo largo de esta legislatura».

El secretario general de los socialistas murcianos aprovechó, por su parte, su comparecencia para echar por tierra la victoria de los populares y para poner el énfasis en el fracaso que, a su entender, recogieron los populares en su intención de utilizar el 9J como un plebiscito contra Sánchez. «El PSOE ha tenido un gran resultado a pesar de las mentiras y los bulos, a pesar de que el PP puso en marcha la maquinaria del fango tal y como ordenó Aznar», recalcó. «Muy lejos de barrer ha quedado la cosa.

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