El primer intento de investidura será antes del inicio de la campaña electoral

Uno de los pilares de dicha estrategia es dejar para después de las elecciones generales del 23 de julio toda negociación política con Vox, de forma que el PSOE no pueda utilizar este hecho contra la líder popular, Alberto Núñez Feijóo.

En la dirección regional del PP comparten esta propuesta, pero también sostienen que los 21 diputados obtenidos –solo dos por debajo de la mayoría absoluta– les dan derecho a gobernar en solitario. Por ello prevén programar un primer debate de investidura cuando el calendario lo permita y sin necesidad de negociar la abstención de los nueve parlamentarios de Vox, necesaria para que el candidato popular, Fernando López Miras, sea elegido presidente por mayoría simple en una segunda votación.

Ese primer debate de investidura debería celebrarse antes del 7 de julio, día que empieza la campaña electoral de las generales, durante la cual queda en suspenso toda actividad parlamentaria, por lo que las fechas probables para ese primer intento de investidura serían la última semana de junio o primera de julio.

Si Vox vota en contra en este primer debate, como ya hizo hace cuatro años, será necesario volver a intentarlo más adelante, pero teniendo en cuenta que si transcurren dos meses desde la primera votación y no se ha elegido jefe del Ejecutivo, el presidente de la Asamblea disolverá la Cámara y convocará nuevas elecciones.

El nuevo pleno de investidura, si fuera necesario, ya tendría lugar después del 23-J –en la última semana de julio, por ejemplo–. Para entonces, el Partido Popular ya sería más proclive a negociar con Vox, y la Asamblea incluso podría declarar hábil agosto y aprovechar los primeros días de este mes en el caso de que la elección del presidente se complicara más de la cuenta.