Sí Cartagena disolverá Lhicarsa si entra en el nuevo gobierno local
El partido de Ana Belén Castejón propondrá un nuevo sistema de gestión de limpieza viaria, mientras tanto la vicealcaldesa y el concejal de Vía Pública, Juan Pedro Torralba, miembros del consejo de administración, dimiten de este órgano consultivo ante la imposibilidad de alcanzar acuerdos y porque «no se puede ser juez y parte»
Sí Cartagena, el partido de Ana Belén Castejón, iniciará los trámites para disolver la empresa Lhicarsa, encargada del servicio municipal de limpieza viaria, recogida, tratamiento y eliminación de residuos, y propondrá un modelo de gestión alternativo si el 28-M logra entrar en el nuevo equipo de gobierno local. Así lo han anunciado este miércoles la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, y el concejal de Vía Pública, Juan Pedro Torralba, quienes han dimitido como miembros del Consejo de Administración de la empresa porque «no se puede ser juez y parte» y ante la imposibilidad de alcanzar acuerdos con la mercantil.
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Castejón ha admitido que la empresa mixta Lhicarsa, (formada por FCC en un 90% y el Consistorio en un 10%), es «la historia de un fracaso» y uno de «los mayores quebraderos de cabeza desde que asumimos responsabilidades en el Ayuntamiento». La participación del Consistorio de tan solo un 10% deja «un margen de maniobra nulo». Esto unido a un contrato «blindado» con treinta años de vigencia, hasta 2030, que «apenas deja capacidad de fiscalización».
Ante la imposibilidad de reunirse con el Consejo de Administración para, entre otras cuestiones la rendición de cuentas de la empresa, y solventar las anomalías apuntadas por el Tribunal de Cuentas, Castejón y Torralba abandonan este órgano. Ante cada requerimiento, la empresa responde que «por cuestiones sobrevenidas no puede concertar una reunión».
Castejón defendió que esta dimisión no es por «oportunismo», sino porque hasta ahora el «Ayuntamiento estaba atado de pies y manos y rescindir el contrato habría llevado a la quiebra a las arcas municipales». En cambio, en la próxima legislatura 2023-2027, en la que esperan entrar en el gobierno local, quedarán solo tres años de contrato hasta 2030, por lo que «la liquidación será asumible», aseguró.
En este sentido, la candidata a la alcaldía por Sí Cartagena insistió en que el nuevo servicio de limpieza viaria debe «garantizar la continuidad de toda la plantilla» y adaptarse a las necesidades reales del municipio para acabar con la suciedad de la ciudad, barrios y diputaciones. Castejón insistió en que en «el problema de Lhicarsa es la cúpula».
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Por último, la vicealcaldesa recordó que «en el periodo de 2017 a 2021 se han impuesto tres multas a Lhicarsa» por servicios que dejó de prestar y otras irregularidades. Además, el equipo de gobierno impulsó la separación de medios materiales y humanos de FCC y Lhicarsa para evitar que los compartan de forma indiscriminada, con el sobrecoste para las arcas municipales.
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