Dato gana a relato: alcachofas, pasteles y transformación digital

Los españoles somos los más rápidos en pasar por la ducha y los que más nos arreglamos antes de salir, también, el país que más perfume usa. Somos los más rápidos en asearnos, nos lleva una media de 8,3 minutos. Y estos ocho minutos quizá sean los más tranquilos del día para poder meditar. Lo cierto es que me gusta pensar en la ducha, pero claro, cuando notas que la 'alcachofa' empieza a no funcionar correctamente y sale agua por donde no debe es cuando te paras y piensas: 'debería cambiarla'.

A partir de ese momento, esa sana costumbre de pensar en la ducha se convierte en la necesidad de encontrar una solución concreta para el problema: objetivo cambiar la alcachofa.

Esta situación real, me llevó a preguntar, esa misma tarde en clase, a los alumnos cuál sería nuestro comportamiento si se nos dañara una alcachofa de la ducha ¿cómo procederíamos? Tras la sorpresa inicial de los asistentes -todos directivos de empresas-, por tan surrealista cuestión, decidimos hacer una votación a mano alzada respecto a las vías de solución: Amazon vs Ferretería. En términos porcentuales ganó la primera opción por un aplastante 70%. Lo cierto es que me situé en ese porcentaje puesto que nada más terminé de ducharme me auto- grabé nota de voz recordatorio de 'mirar alcachofa en Amazon'.

Y como todo debe ser motivo de reflexión pensé, si yo tuviera una ferretería ¿me plantearía vender online para aquellos que, como yo, ya no contemplan esa vía como primera opción? ¿Debería esforzarme como negocio en potenciar ese canal para no perder ventas? Quizá esté condicionado por mi profesión, pero sí, creo que debería empezar a plantear la venta de alcachofas de ducha y de más productos de mi ferretería. Hay gente muy 'friki' que sí puede que actúe como yo.

Ya en tono un poco más de negocio y dejando la alcachofa a un lado. Creo que deberíamos preguntarnos si es importante la transformación digital para las pymes. Y los argumentos a favor son realmente sólidos. Es un paso crucial para el éxito y la sostenibilidad en la actualidad. Algunas de las razones que respaldan la importancia de la transformación digital para una pyme son:

1. Eficiencia operativa: Optimizar procesos, reducir tiempos de operación y minimizar errores.

2. Toma de decisiones informadas: Capacidad de recopilar, analizar y utilizar datos para la toma de decisiones informadas es esencial. comprender mejor su rendimiento, identificar oportunidades y tomar decisiones estratégicas basadas en evidencia concreta.

3. Experiencia del cliente mejorada: Ofrecer experiencias personalizadas y adaptadas a expectativas del cliente, fortaleciendo la lealtad y aumentando la satisfacción.

4. Competitividad en el mercado: Llegar a nuevos mercados y responder de manera ágil a los cambios en la demanda y la industria.

5. Innovación y adaptabilidad: Aprovechar nuevas tecnologías, como inteligencia artificial, análisis de datos y la nube, para desarrollar productos y servicios innovadores. La capacidad de adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado es esencial, y la transformación digital proporciona la agilidad necesaria.

6. Reducción de Costos a Largo Plazo: A largo plazo, puede contribuir a la reducción de costos operativos. La automatización, la eficiencia mejorada y la gestión más efectiva de recursos pueden conducir a un retorno de inversión positivo.

Por lo tanto, la falta de adopción de procesos de transformación digital por parte de las pequeñas y medianas empresas (pymes) puede dar lugar a diversas consecuencias negativas que podrían afectar su competitividad, eficiencia operativa y capacidad para adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio.

Y entonces, ¿las pymes en todos los sectores deberían plantearse iniciar ese proceso de transformación digital? Pues todo apunta a que sí. Pero ¿cuándo, cuánto, dónde? El porqué está bastante claro y el cómo es empezar a aprender.

Según Amazon, más del 60% de las Pymes españolas no sabe impulsar su negocio online pero el 87% sí reconoce el valor añadido que puede suponer para su negocio. Según el propio Amazon reconoce, en 2022 más de 15.000 pymes españolas vendieron más de 100 millones de productos a través de Amazon a clientes de todo el mundo. Esto es, 200 productos por minuto.

Las cifras son claras, la tercera edición del informe de 'Economía Digital en España' (marzo 2023, datos de 2022) dice que la 'economía digitalizada' española (definida como toda aquella actividad económica basada en bienes y servicios digitales) alcanzó el 22,6% sobre el total del PIB en 2022. El informe revela que el impacto directo de la economía digital en el PIB en 2022 ha sido del 11,2%. Y ya puestos, mirando al futuro, según Vodafone y Deloitte, la digitalización podría aumentar el PIB un 4,38% en 2027, lo cual no es ninguna broma. Y siguiendo con el 'pastel' y diseccionando los datos: en España, las pymes suponen el 99,8% de las empresas, representan poco más del 62% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 66% del empleo empresarial total (Datos Ministerio de Industria).

Lo lógico es que esas pymes logren grandes piezas del pastel, pero claro, hay que empezar a aprender a seleccionar harinas, huevos, azúcar y los diferentes saborizantes. Hay pastel –y grande– para todos, pero no va a llegar si no vamos a buscarlo. Ese puede ser el precio de no hacer nada y quedarnos sin comer.

Y aquí entra en juego, de nuevo, la alcachofa: sí, prefiero ver diferentes alcachofas y elegir sin reducirme a pocas opciones además de que me llegue a casa e instalarla yo mismo –no debe ser tan difícil–. Quizá mi envío tarde más que si voy a buscarla a la ferretería física, pero es que la agenda, a veces, no permite ni siquiera dar ese paso. En fin, que ya he comprado mi alcachofa y ha quedado instalada, y yo ya puedo volver a mis ocho minutos de pensamiento diario bajo el agua.

Más información: www.enae.es/gdp