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Factura de la luz. R. C.
La luz baja un 18% en septiembre tras el récord de precios de hace un año

La luz baja un 18% en septiembre tras el récord de precios de hace un año

Los hogares acogidos al precio regulado ahorrarán, de media, 11 euros en su recibo frente a lo que pagaron hace 12 meses, aunque a la vez tendrán que asumir el recargo por los impuestos autonómicos

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Lunes, 30 de septiembre 2019, 13:07

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Septiembre va a cerrar con el precio de la electricidad más barato de todo el año, lo que derivará en una importante rebaja en la factura de los 11 millones de hogares que tienen contratada la tarifa regulada. De media, estos usuarios pagarán unos 52,30 euros en septiembre frente a los 63,80 euros que abonaron hace ahora un año. Es decir, una reducción del 18% en términos interanuales, o lo que es lo mismo, unos 11,50 euros, según los cálculos de la calculadora de la CNMC para un consumidor doméstico medio.

En esta rebaja del recibo influyen directamente dos circunstancias: por una parte, la caída de los precios de la electricidad durante los últimos 30 días, que han llevado a que septiembre se haya situado como el mes más barato en términos energéticos de todo lo que va de año. Pero, sobre todo, la caída de la factura se debe a que al compararla con lo que los ciudadanos abonaron hace un año, la estadística se ha hundido.

Durante este mes, el precio de generación de la luz en el mercado mayorista (el que condiciona un tercio de toda la factura) se ha reducido notablemente hasta acabar en el entorno de los 42 euros por megavatio/hora (Mwh). Lo ha hecho un 6% con respecto a agosto; un 33% desde principios de año; y más de un 40% si se compara con septiembre del año pasado, según los datos del operador ibérico Omie.

Fue en septiembre de 2018 cuando el mercado eléctrico registró un récord de precios al rozar los 72 euros por megavatio/hora (Mwh). Entonces, la ola de calor que acechaba a toda la Península elevó unos costes que también se vieron afectados por la escasa producción de energías renovables; por el incremento de la cotización de las materias primas derivadas del petróleo y el gas; y la subida del precio de los derechos de emitir dióxido de carbono (CO2). Todas estas circunstancias elevaron el 'pool' (el precio diario del mercado mayorista) más de un 45% en términos interanuales. De hecho, el Ministerio de Transición Ecológica se vio forzado a actuar cuando aprobó la suspensión de dos impuestos de generación, así como una reforma del bono social (y la incorporación del cheque térmico) para aplacar el impacto de todas esas subidas.

En esta ocasión han sido todas esas variables las que han ayudado a que baje el precio de la luz. Por una parte, el coste de las materias primas se encuentra en un entorno de estabilidad que ha provocado que el precio de producir electricidad en centrales como las de ciclo combinado (habitualmente las más caras) se haya mantenido en niveles moderados. Además, el récord de producción de las nucleares (cubren casi un 25% de toda la demanda) también ayuda a sostener los precios. Además, el coste de emitir CO2 sigue anclado prácticamente en el mismo nivel que tenía a principios de año.

Hasta 15 euros de refacturación

A pesar de esta caída de la factura, millones de consumidores verán cómo sus eléctricas aplican recargos en sus recibos a partir de octubre como consecuencia de los impuestos, cánones y tasas aprobados en su momento por 15 comunidades autónomas, y que ahora tendrán su reflejo en el abono de la electricidad. En esta ocasión dependerá de la región en la que tengan contratada la luz, ya sea vivienda principal o una segunda residencia vacacional. Las compañías van a incluir en la próxima factura el concepto de «Suplementos territoriales de 2013» para cobrar al usuario los impuestos aprobados por su comunidad autónoma en su momento, y que hasta ahora pagaban las eléctricas, sin haberlos repercutido al consumidor.

En concreto, deberán asumir esos suplementos los hogares con contrato en Andalucía, Aragón, Principado de Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid, Región de Murcia, Navarra y Comunidad Valenciana. Afectan aproximadamente a 25 millones de consumidores por una cuestión que está en vigor desde 2013. Solo se libran en País Vasco y las islas. Fue hace seis años cuando la ley del sector eléctrico preveía que en caso de las comunidades autónomas aprobaran tributos eléctricos, al peaje de acceso (la parte fija de la factura) se le sumaría un suplemento regional que debía ser pagado por los usuarios del territorio que los hubiera aprobado.

El problema es que hasta ahora han sido las propias compañías las que han soportado esos cargos sin repercutirlos a sus clientes. Pero el Tribunal Supremo falló una sentencia en la que obligaba a pagarlo a los consumidores. Y en cada región el concepto cambia: pueden ser cánones eólicos, tributos por emisiones, tasas por residuos, etc. Ahora llega el momento de refacturar todos esos cargos relativos a 2013.

Esa refacturación dependerá del consumo realizado en su momento por el cliente y de la comunidad de esa conexión eléctrica. Fuentes oficiales estiman que el incremento de la factura irá desde los cinco céntimos al año de la Comunidad Valenciana a los 15,75 euros en Galicia. Para el resto de regiones, el impacto anual estimado sería el siguiente: Andalucía (0,44), Aragón (3,36), Asturias (1,73), Cantabria (7,69), Castilla La Mancha (0,33 euros), Castilla y León (13,18), Cataluña (0,28), Extremadura (1,81), La Rioja (0,30), Madrid (0,43), Murcia (1,53) y Navarra (2,67).

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