Simón Conesa: «Ayudamos a generar un espacio de negocios seguro y confiable»

Las alhóndigas son centros de contratación pública en origen donde a diario concurre la oferta de los agricultores y la demanda de los compradores o sus corredores. La Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport) cuenta con un comité sectorial, dirigido por Simón Conesa, que trabaja para ofrecer a los agricultores murcianos una forma de fijar precios «muy asentada en la Región», indica Conesa, que además les permite conocer la rentabilidad del producto día a día y descubrir la situción del mercado de forma continua, «lo que ayuda a tomar decisiones al instante».

–Es usted presidente del Comité Sectorial de Alhóndigas de Proexport. ¿Qué funciones cumple este comité? ¿Qué valor se le da a las alhóndigas en Proexport?

–Proexport es una asociación muy seria y respetada en el ámbito nacional y europeo. Empresas productoras y exportadoras hortofrutícolas, alhóndigas y consorcios de exportación competimos a diario en los mercados, pero colaboramos estrechamente en Proexport. La sectorial de alhóndigas aglutina a aquellas empresas cuyo sistema de comercialización es el de subasta transparente a la baja. Nuestra función básica consiste en propiciar la cooperación empresarial entre nosotros y con el resto del sector para mejorar la competitividad, las buenas prácticas agrarias y ambientales y generar un espacio de negocios seguro y confiable a agricultores y compradores. En cuanto al valor que se nos da en la asociación, le aseguro que es similar al de cualquier otro asociado.

–¿Cuándo se introdujo en la Región esta forma de fijar precios?

–Una alhóndiga reúne en un mismo lugar la oferta productiva de los agricultores y la demanda de compradores y distribuidores y establece un precio de mercado o precio de equilibrio entre ellos, mediante el sistema de subasta a la baja, ágil y transparente. Este sistema de fijación de precios es tan antiguo como las leyes propias del mercado. Mi compañía, por ejemplo, comenzó su andadura allá por 1983, unos años después de la llegada del Trasvase Tajo-Segura, que fue la espoleta que supuso el gran desarrollo del sector agrícola que hoy persiste en el Campo de Cartagena.

–¿Qué bondades tiene este sistema? ¿Está asentado en la Región?

–Este sistema tiene muchas bondades. En primer lugar, facilita conocer el precio de compraventa en el momento, con lo cual el agricultor sabe cada día la rentabilidad que está aportando el producto. Por otro lado, permite conocer la situación de mercado en cada momento, pudiendo tomar decisiones al instante. En tercer lugar, ayuda a tener garantizado el cobro de los productos, con independencia del actor que haya intervenido como comprador de los mismos. Por último, es una forma de tener un equipo de profesionales que vela por los intereses del agricultor, que defiende los precios de sus productos en cada momento. Por supuesto, el sistema de comercialización de alhóndigas o subasta, también llamado 'corridas', está tremendamente asentado, no solo en la Región de Murcia, sino en la vecina provincia de Almería, en Holanda o en Bélgica. Es un sistema absolutamente maduro que convive con otros sistemas de comercialización.

–¿Cuántas alhóndigas funcionan en la Región?

–En las Región hay unas 15 alhóndigas, principalmente asentadas en el Valle de Guadalentín y Campo de Cartagena. La mayor parte de ellas estamos asociadas a Proexport y confío en que el resto se una pronto. Comercializamos unas 200.000 toneladas de hortalizas y frutas de unos 2800 agricultores. Pimiento, alcachofa, melón y brócoli son los productos de mayor comercialización. Exportadores, mayoristas, supermercados y procesadores de alimentos están entre nuestros principales clientes.

–Muchas veces los productores tienen poca capacidad de negociación en cuanto al valor de las cosechas. ¿Son las alhóndigas la solución a esta problemática? ¿A qué retos se enfrenta en la actualidad este modelo de precios?

–Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector agrícola en Murcia es la atomización de la oferta. Frente a la concentración de la demanda, una oferta muy atomizada no supone sino un obstáculo para el correcto desarrollo del sector agrícola murciano. Ganar dimensión, generar economías de escala y aprovechar sinergias favorecería nuestro poder de negociación. Creo que este es uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector agrícola de la Región de Murcia en general, y las alhóndigas en modo particular. No obstante, no es la única cuestión. Avanzar hacia una agricultura aún más sostenible, que una el desarrollo agrícola con el respeto al medio ambiente y así lo entienda y reconozca la sociedad es un reto al que dedicamos gran esfuerzo.

–¿Cuáles son los objetivos de Proexport en materia de alhóndigas? ¿Qué retos tienen de cara al presente año?

–Los objetivos de Proexport siempre pasan por defender primeramente los intereses de sus asociados y de la Región de Murcia. Esto va mucho más allá de los aspectos puramente mercantilistas y económicos. Trabajamos para poner en valor la profesión del agricultor y la empresa agraria, defender la honestidad de los que cada día nos esforzamos por alimentar a tantas y tantas personas. Entendemos que la rentabilidad lógica y necesaria de nuestra actividad económica ha de ser compatible con el respeto a los recursos que nos da la tierra. Devolvemos a la sociedad todo lo que nos da en forma de alimentos saludables. Tratamos aspectos como la reciente Ley de Contratos de la Cadena Alimentaria, que trata de garantizar un precio justo para los productos agrícolas y que en el caso de las alhóndigas nos sitúa en primera línea, y cuestiones como la compatibilización de la agricultura del Campo de Cartagena con un turismo potente y un Mar Menor limpio, sano y siendo un atractivo imprescindible. También intentamos generar empleo de calidad, sostenible y a la vez generador de riqueza para nuestra tierra y nuestro entorno. En definitiva, continuar con la alta valorización que este sector agrícola ha tenido siempre en la Región de Murcia y el sureste de España, para que siga siendo compatible tanto con el entorno como con el resto de sectores. Seamos una auténtica referencia mundial, no solo a nivel de calidad de los productos y el manejo del agua, sino también de respeto al medio ambiente y de resiliencia para con los cambios que se están produciendo y los que se produzcan en el futuro.

Más información en: https://www.proexport.es/

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