La huelga de transportistas afecta de lleno al sector lácteo regional, que teme no poder almacenar la producción

Las alarmas han saltado entre los productores lácteos en la Región ante los efectos que acumula ya la huelga en su actividad después de varias jornadas. En muchas explotaciones de vacuno y caprino tienen problemas para dar salida a la leche ante las dificultades por las que atraviesan sus clientes, los suministradores de la industria de alimentación que utilizan este producto. «Si la situación se alarga existe el temor de que no se pueda almacenar más leche en las explotaciones, cuya capacidad es muy limitada, porque las fábricas –postres, quesos, etc.– están sufriendo especialmente los bloqueos de la huelga y han ralentizado sus producción», señala el responsable del sector de ganadería de UPA en la Región, Carlos Esparcia, por lo que pedirían a sus proveedores que no les traigan más leche.

Hay que tener en cuenta que se trata de un alimento que es altamente perecedero, que requiere de una gestión ágil y rápida para su aprovechamiento. De ahí la enorme preocupación que existe ya en el sector ganadero regional de leche, cuya producción anual ha crecido hasta situarse en 60 millones de litros de leche de vaca y 68 millones de litros de cabra.

Sin embargo, no se ha llegado a la grave situación que afronta el sector a nivel nacional, que vio paralizada su actividad ayer, según informó la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) en un comunicado. De hecho, las fábricas vieron interrumpido el suministro de los insumos necesarios para la elaboración de productos y también el traslado del producto terminado a las cadenas de distribución, por lo que se anuló la capacidad de envasado y de almacenamiento y gestión.

La empresa El Barranquillo, de Torre Pacheco, que es a su vez productora y envasadora de leche fresca, con unas 1.200 vacas, de momento ha conseguido salvar la situación, aunque ha sufrido también por la escasez de alimento para el ganado.

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