Marruecos se erige como mayor socio comercial de la Región fuera de la UE

El reino alauí desplaza así a China (311 millones) y a Estados Unidos (307 millones) como mayores compradores extracomunitarios.

El tirón de Marruecos está lejos de ser un efecto rebote de la pandemia. Lo facturado durante los dos primeros cuatrimestres del año se acerca a todo el resultado anual de 2019, cuando se batió el récord de exportaciones a la nación magrebí. Fueron 483 millones, 20 menos con respecto a lo obtenido este año hasta el verano. Solo Barcelona y La Coruña aventajan a Murcia entre las provincias que más venden a ese país.

El mayor incremento de la demanda marroquí reside en alimentación, con un 175% y 72,4 millones de euros ingresados. Los principales productos son grasas vegetales para piensos, cebada y terneros. Le siguen los carburantes de Escombreras, con un 87% y 281 millones de euros facturados. A continuación van las bebidas, con un 54,3%, aunque la cuantía es de solo 9,4 millones. Son esencialmente zumos y batidos vegetales.

La industria química disfruta de un 23,3% de pedidos adicionales, con 8,4 millones. Los artículos de moda y cosmética experimentan un crecimiento del 21,5%, con 7,2 millones. La metalurgia murciana avanza con paso más lento (8,6%), aunque firme, con 17,5 millones.

Pero hay un punto que chirría. La venta de envases a la industria alimentaria marroquí desciende un 3,2% y se queda en 31,8 millones. El reino alauí centra parte de su desarrollo económico en la consolidación de un sector conservero autosuficiente, lo que a medio plazo dará quebraderos de cabeza a empresas murcianas.

La balanza comercial es favorable a Murcia. La importación regional de productos marroquíes – tomate, pimiento y marisco– solo supuso 44,2 millones entre enero y agosto (aunque fue un 19% más respecto al mismo periodo de 2020), por lo que el saldo positivo es de 418,8 millones.

Manuel Rodríguez Díez, consejero económico de la embajada española en Marruecos, advierte de que entrar en ese mercado requiere estrategias a largo plazo a cambio de incentivos, como tasas de crecimiento de entre el 4% y el 6% anual –el país ya está saliendo de la pandemia– y planes ambiciosos en materia de regadío, turismo y energías renovables, donde la Región de Murcia cuenta con buenas bazas como proveedor. A ello se suma el hecho de que el país es una excelente plataforma para desplegar redes comerciales dentro del continente africano.

Pero hay que esforzarse. Las negociaciones por teléfono e internet se emplean poco. Se debe visitar varias veces el país y establecer contactos personales. Las negociaciones se desarrollan en francés, si bien en el norte (Tánger, Alhucemas y Tetuán) abundan los hispanohablantes. Si el negociador murciano emplea palabras en árabe, será muy apreciado por sus interlocutores.

Existe un proteccionismo encubierto basado en la complejidad de los trámites, por lo que hay que prestar atención a los documentos y, según recalca Manuel Rodríguez Díez, recurrir a las oficinas comerciales que España tiene abiertas en el país vecino.

Cada ciudad tiene su papel. Casablanca es el centro de la actividad comercial y financiera, sede de las principales empresas. En Rabat se negocian contratos públicos. El eje Tánger-Tetuán concentra la nueva industria. Marrakech es la ciudad turística y Fez aglutina las manufacturas.

Las opciones más adecuadas son la venta a través de un importador-distribuidor o el establecimiento de una filial comercial, informa el Info. El peso de las conversaciones lo debe llevar el visitante, ya que los anfitriones prefieren esperar y ver. El regateo es inevitable y la toma de decisiones está jerarquizada, por lo que es esencial plantear reuniones a alto nivel para los acuerdos finales.

Entre los directivos marroquíes existe tendencia a improvisar. Hay que insistirles en los compromisos y la organización, aunque dejando margen para imprevistos.

¿Y el enemigo de mi amigo? Argelia también despunta en cuanto a compra de productos murcianos, con un 33,7% de repunte entre enero y agosto. Pero la facturación fue de solo 83,7 millones de euros; en 2019 sumaron 115 en ese mismo lapso de tiempo.

Los productos murcianos más demandados este año son terneros, grasas vegetales, preparados alimenticios, envases para conservas, especias y sustancias químicas. La inestabilidad política y la pandemia pararon muchos proyectos de colaboración, sobre todo en materia de agroindustria.

Habrá que esperar a que el 'boom' de su gas natural, que pasa por Escombreras –vía buques metaneros y gasoducto almeriense–, revitalice su economía.

1 Industria en movimiento. La fabricación de máquinas y bienes de equipo en la Región registró en septiembre un crecimiento interanual del 37,1%, según la Consejería de Economía. El impulso en lo que va de año es del 9%. Los precios crecieron a su vez un 3,9% respecto al mismo periodo de 2020. Este ámbito facturó 285 millones el año pasado, solo un 2,3% menos que en el ejercicio anterior, un retroceso que ya se ha recobrado con creces. La reconversión industrial de la Región se nota.

2 'Boom' inmobiliario en el Caribe. La empresa murciana de ingeniería Clerhp Estructuras ha creado una 'joint venture' con un consorcio dominicano a través de la cual participará en la edificación de 135.000 viviendas en el país caribeño. En Boca Chica se levantarán 75.000; en Punta Cana, 40.000, y en Pedro Brand, 20.000. Las obras comenzarán en el primer trimestre de 2022 y se desarrollarán a lo largo de diez años. La financiación corre a cargo de EDDA Stock & Blacklions Finance, con sede en Florida.

3 Carburante para volar. Uno de los productos murcianos más desconocidos es el keroseno. La paralización del tráfico aéreo por la Covid hizo que su generación en Escombreras tocase en enero el mínimo de la década, con 11.126 toneladas (un año antes fueron 135.624). Para junio, al inicio de la campaña turística, ya había subido a 60.680 toneladas, según el último registro. La producción de 2020 se quedó en 573.055 toneladas, cuando en un ejercicio normal no baja de 1.100.000. Pero eso ya queda atrás.

4 Márgenes abusivos. El precio de las verduras y frutas se multiplicó por 4,72 del campo a la mesa en octubre, según Coag. Entre los productos murcianos destacaron los abusos en cebolla (700%), limón (502%), lechuga (479%), uva de mesa (448%), brócoli (374%) y alcachofa (223%). En la carne, la diferencia fue de 3,2 veces de la granja al plato, con importantes desfases en porcino (434%), ternera (324%) y pollo (222%).