Hidrógeno verde, el presente y futuro de la transición energética

El hidrógeno es el elemento químico más simple y ligero que existe, compuesto solamente por un protón y un electrón. Este átomo se estabiliza en forma de molécula diatómica y en condiciones normales es un gas, insípido, incoloro e inodoro. Representa aproximadamente el 75% del universo y en la Tierra no se encuentra de manera directa en la naturaleza, sino combinado con otros elementos, como el oxígeno en agua y el carbono en compuestos orgánicos. Por lo tanto, es necesario producirlo de forma artificial, convirtiéndose así en un vector energético, es decir, se le aporta energía para producirlo y éste es capaz de almacenarla para luego liberarla cuando sea requerido.

El hidrógeno verde (o renovable), se genera a partir de electricidad renovable mediante electrólisis del agua. Posee especial interés en el sentido de que no genera emisiones de CO2. También posee esta denominación el hidrógeno obtenido a través de procesos sostenibles como el reformado de biogás, la conversión bioquímica de la biomasa, la fotoelectrocatálisis o la fototermocatálisis.

En la actualidad, ante el doble desafío de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y abordar de manera efectiva el cambio climático, se reconoce la necesidad de un sistema energético futuro fiable, asequible y limpio, es donde se destaca la importancia del hidrógeno verde como un portador de energía esencial. Éste no es solo insumo clave para la industria, sino también un portador de energía con cero emisiones de carbono que permite el transporte y almacenamiento rentable de energía renovable, contribuyendo a la descarbonización en diversos sectores como la industria, el transporte y la construcción.

La empresa CT, compañía internacional asentada en Cartagena desde 2017, siente el orgullo de ser pionera en el impulso hacia un futuro más verde y sostenible mediante el desarrollo integral de proyectos de hidrógeno verde. «Nuestros esfuerzos se centran en innovar y escalar soluciones que no solo atienden las necesidades energéticas actuales, sino que también configuran el panorama energético del mañana», indica su jefe de Proyectos, Ignacio Barberá Muñoz.

Entre los casos de éxito de proyectos relativos al H2 que ha realizado CT, está la planta de hidrógeno de Puertollano, la más grande de Europa, que implicó una colaboración multidisciplinaria para la ingeniería en detalle durante 15 meses, supervisando la obra y gestionando las legalizaciones para los diferentes sistemas de planta. En segundo lugar, las plantas piloto en colaboración con el CNH2, innovando en la integración de hidrógeno con gas natural a través de sistemas cerrados diseñados para optimizar y evaluar la mezcla de H2, lo que representa un paso crucial hacia la viabilidad comercial del hidrógeno como fuente de energía mixta. También han participado en estudios de mercado global y nacional de esta energía con análisis detallados y el estudio de la dinámica del hidrógeno verde, identificando tecnologías emergentes y evaluando costos, incluyendo el asesoramiento en proyectos a gran escala en la construcción de plantas. Por otro lado, también han desarrollado y simulado sistemas de refrigeración, realizando estudios comparativos exhaustivos para sistemas de refrigeración en plantas de 1 GW, analizando aspectos como la huella en planta, consumo de agua y electricidad, y costos asociados, con el objetivo de optimizar el diseño y funcionamiento de las instalaciones. Por último destaca el apoyo técnico para la escalación de electrolizadores, desde la asistencia en el diseño y validación de procesos hasta el apoyo en la creación de unidades de negocio para el ensamblaje de electrolizadores. «Nuestra experiencia técnica ha sido fundamental para escalar la producción de hidrógeno verde desde laboratorios hasta la implementación industrial», añade Barberá.

En CT están comprometidos con el desarrollo de tecnologías que no solo transformen los procesos productivos de sus clientes, sino que también promuevan un impacto positivo y duradero en la sociedad. Por eso llevan tantos años impulsando proyectos de hidrógeno verde, explorando nuevas vías a través de la I+D+I. Esto incluye el desarrollo de un sistema contenerizado y transportable para reformar biogás generado por la digestión anaerobia de residuos orgánicos, que se adapta a la movilidad y a periodos de tiempo intermitentes sin aumentar la huella industrial. Además, trabajan en el diseño de equipos especializados para el almacenamiento de hidrógeno como combustible en la industria aeronáutica y realizando simulaciones para evaluar la capacidad de vuelo de aviones impulsados por este tipo de hidrógeno.

En la empresa ven el hidrógeno verde como un elemento clave del conjunto de tecnologías bajas en carbono que puede ayudar a descarbonizar el actual sistema energético, pero también requiere más investigación que permita explorar todo su potencial.

«Desde hace tiempo, se ha promocionado como el combustible del futuro, y se espera que durante los próximos 10 años la tecnología avance lo suficiente como para hacer rentable su utilización. En CT seguiremos apostando por el desarrollo de proyectos relacionados con este vector energético que deriven en la mejora tanto de los procesos productivos de nuestros clientes, como también en consecuencia, de la sociedad», concluye Barberá.

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