Los empresarios alertan de la presión tributaria a la hora de ganar tamaño
La patronal de pymes insiste en la urgencia de que el tejido productivo aumente para ser menos vulnerables y poder elevar los salarios
El tamaño medio de la empresa española es de los más pequeños de Europa y, particularmente, el de las pymes murcianas dentro del conjunto nacional. Un hecho que preocupa y tiene ocupada a Cepyme a la hora de buscar soluciones que contrarresten esas diferencias. Un problema endémico que tiene como consecuencias negativas que haya salarios más bajos, inestabilidad en el empleo y mayor vulnerabilidad en las crisis económicas.
Publicidad
Por ello, la única solución realista pasa por incentivar que haya empresas más grandes, más productivas y competitivas. Así, en un nuevo informe presentado este mes sobre crecimiento empresarial, que se publica por segundo año consecutivo, la patronal de pymes pone de manifiesto, por ejemplo, cómo el menor tamaño de nuestras empresas en comparación con las de otros países del entorno es consecuencia de un amplio conjunto de normas de índole tributario, contable, laboral y de otro tipo, que desalientan el crecimiento.
Cepyme advierte de que el tejido productivo se enfrenta a un coste laboral total que es de los más altos de Europa y un salario mínimo que es, en relación con el salario medio, el más alto del continente. También advierten de que el sistema tributario bloquea el crecimiento de las pymes, que soportan las terceras cotizaciones sociales más altas de Europa, e Impuestos sobre Sociedades e IRPF de los más elevados del continente.
Eso sí, tienen claro desde la confederación que «no hay un problema de falta de emprendimiento», pues la constitución de empresas en España es de las más vigorosas de Europa. Y, al respecto, la Región de Murcia también es uno de los territorios líderes a la hora de emprender negocios.
El problema, según apuntan desde Cepyme, radica en la mayor mortalidad empresarial, ya que, cada año, más del 9% de las mercantiles activas en España llega a desaparecer; por lo que solo la mitad de las empresas siguen vivas tres años después de su creación.
Publicidad
De igual manera, elevar el tamaño medio de la empresa española hasta igualarlo con el promedio permitiría, entre otros beneficios, aumentar el PIB un 5,5%, crear más de 1,3 millones de empleos y generar recursos tributarios para reducir el déficit fiscal sin aumentar la presión tributaria.
Al respecto, subrayan como claves para esa mejora del crecimiento empresarial que se avance en tres áreas: reducción de costes, supresión de barreras regulatorias y facilitar la capitalización de beneficios.
Publicidad
Menor productividad
Un avance en cuanto al tamaño de las empresas conseguiría mitigar el problema que sufren las micropymes, que se ven frenadas a la hora de poder aprovechar de manera limitada las economías de escala y que tienden a mostrar una productividad más baja. Algo que impide pagar salarios más altos.
Las empresas muy pequeñas son, además, menos resistentes para superar situaciones de crisis, tienen una vida media más corta, lo que añade inestabilidad al empleo, y poseen una menor capacidad de abrir mercados y exportar.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión