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En sus viñedos se cuida hasta el más mínimo detalle. B.M

Bodegas Monastrell, cuando lo natural se transforma en vino

Concepto. ·

Su producto, que es biodinámico, se controla de forma exhaustiva en todo el proceso de elaboración para conseguir la mayor calidad

Lydia Martín.

Sábado, 29 de julio 2023

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Bodegas Monastrell apuesta por la naturalidad en el mundo del vino. Más que un producto bajo el denominador 'eco', esta pequeña bodega de Bullas va más allá para elaborar un producto biodinámico, es decir, que no tiene contacto con ningún producto químico para conseguir el resultado más natural posible.

Su mantra es tratar el producto de forma personalizada, controlando desde el origen en el propio viñedo hasta el embotellado, estando presentes durante todo el proceso para garantizar, de principio a fin, que cumple con las expectativas. «Trabajamos el campo como se hacía antiguamente, como nuestros abuelos, por lo que esta uva no lleva añadidos», indica Alfonso José García Sánchez, director de Bodegas Monastrell. Para conseguir sus vinos, que convierten a la Bodega en uno de los 400 productores de España con el certificado Demeter, utilizan preparados biodinámicos que ayudan a combatir las plagas y enfermedades del viñedo, interviniendo lo mínimo posible, y no utilizando ni siquiera levaduras en la Bodega. «El éxito de la biodinámica para nosotros es estar encima y muy atentos de nuestro campo y elaboraciones, por eso podemos conseguir tener un producto limpio», añade el director hablando del vino «como una materia viva que requiere estar pendiente de ella».

Se ubica en el Valle de Aceniche, lo que otorga un PH bajo que ayuda a su conservación

La Bodega está certificada desde 2011 como 100% ecológica, y desde 2018 la biodinámica es parte de su día a día. «Hacer biodinámica es un paso más a lo ecológico, es la excelencia en la producción alimentaria. Porque decimos que el producto no solo nos tiene que llenar el estómago, sino sentarnos bien y darnos la vitalidad de cómo se ha producido», indica.

Un paraje único

El paraje donde se ubica Bodegas Monastrell también contribuye a la excelencia. El Valle de Aceniche otorga «unos vinos muy singulares dentro de la Monastrell, muy frescosy con un valor impresionante al mundo vitivinícola», indica, haciendo alusión a la altura de estos viñedos. Además, la zona ayuda por su bajo PH que hace que los vinos se conserven mejor, evitando así la sulfitación del producto.

Ese sello Demeter de certificación de biodonámica en España controla que se cumplan estos parámetros con controles exhaustivos; un sello que se muestra en sus botellas y que pone en valor su producción de cara al comprador, que encuentra sus referencias en bodegas, enotecas y tiendas especializadas.

Su manera de trabajar muestra su compromiso con el medio ambiente, que se expande a la reducción al mínimo de emisiones de C02 en su proceso de producción, trabajando en una zona protegida bajo el concepto de sostenibilidad. Ya una vez embotellado, el vino también destaca por su imagen cuidada, contando incluso con pintores como Zacarías Cerezo para su etiquetado, haciendo que el arte del producto también se plasme en el primer impacto.

Para conocer en primera persona sus productos y descubrir su esencia, Bodegas Monastrell ofrece visitas a la Bodega, transmitiendo todo el proceso de cultivo del viñedo y elaboraciones, acabando con una cata.

Más información en: Bodegas Monastrell

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