«Las prácticas en empresas son fundamentales para la preparación de nuestros alumnos»

Alicia Rubio Bañón es la vicerrectora de Empleo, Emprendimiento y Sociedad. Entre sus funciones se incluye la mejora de la empleabilidad de los estudiantes y la atención al fomento de la cultura de la Universidad Emprendedora, que se materializan a través del COIE (Centro de Orientación e Información de Empleo).

–El COIE está a punto de cumplir 40 años. ¿Cómo es hoy este servicio de la UMU? ¿En qué aspectos ha avanzado y cuáles son los nuevos retos?

–Sí, efectivamente, cerca de cumplir 40 años es fácil comprender que el COIE es un servicio con gran experiencia, veteranía y saber hacer. Con mucho arraigo en la comunidad universitaria y fuera de ella, en las empresas e instituciones de la Región. La mejora de la empleabilidad universitaria ha sido siempre el mayor reto para el COIE desde sus inicios, sobre 1982, contribuyendo a la inserción y desarrollo de la carrera profesional de nuestros universitarios. Es una labor compleja, por la propia dinámica en la que han de operar las empresas e instituciones y el funcionamiento del mercado de trabajo. Así que otro reto es mantener la capacidad de observación, adaptación, dinamismo e innovación que requieren sus servicios para ayudar a nuestros titulados en sus logros profesionales.

–Háblenos de las funciones del COIE. ¿Cuáles son sus principales áreas?

–El COIE tiene cinco unidades de trabajo, que son la orientación profesional, las prácticas en empresas, la agencia de colocación, las relaciones con empresas y el observatorio de empleo. Entre todas estas unidades de trabajo, coordinadas entre sí, se ofrecen múltiples actividades y servicios tanto a facultades y estudiantes, como a titulados, empresas y profesionales externos. Por tanto, es un servicio complejo que gestiona un gran volumen de trabajo.

–Una de las funciones es la orientación, ¿cómo se traduce esto?

–La orientación profesional engloba las actuaciones encaminadas a ayudar a los universitarios a tomar decisiones de índole educativa, formativa o profesional. Se realiza de forma personalizada a través de entrevistas individuales donde la persona reflexiona sobre sus intereses, habilidades y expectativas, para posteriormente diseñar su proyecto profesional teniendo en cuenta también las necesidades del mercado de trabajo. Por otro lado, desde la orientación profesional, fomentamos el desarrollo de las competencias profesionales más valoradas por los empleadores, así como las habilidades para afrontar el proceso de búsqueda de empleo con mayores probabilidades de éxito. Actividades como charlas o talleres formativos son habituales para el cumplimiento de estos objetivos.

–¿Qué gestiones realiza el COIE tras la finalización de los estudios?

–Sí, la UMU ha de conocer los resultados de inserción laboral de sus titulaciones y saber qué sucede para implicarse y apoyar a sus titulados en su acceso al mercado de trabajo. Para ello, el COIE dispone de un Observatorio de Empleo, encargado de realizar los estudios de inserción laboral de las titulaciones. Estos se realizan, mediante una encuesta a titulados pasado un tiempo y con una periodicidad bienal, por lo que los últimos datos publicados son de 2019, y está previsto que durante el presente año se realice la nueva edición. Estos estudios, nos proporcionan información sobre el tipo de empleo al que acceden, sus condiciones laborales, el ajuste entre el empleo y la formación, etc. Es muy importante disponer de esta información, de lo contrario no sabríamos que sucede más allá de la universidad y tendríamos una visión parcial de muchas cosas.

–¿Por qué son importantes las prácticas en empresas? ¿Benefician a las dos partes?

–Las prácticas en empresas son fundamentales para la formación práctica de nuestros universitarios y, efectivamente, tienen grandes ventajas para ambas partes. Por un lado, los estudiantes ponen en práctica los conocimientos adquiridos en la universidad, amplían su red de contactos y conocen las empresas desde dentro. Por el otro, las empresas tienen una fuente de captación de talento universitario que, de otro modo, sería muy difícil adquirir. Por tanto, contribuyen a la formación como profesionales de los universitarios y acerca a las empresas nuevos profesionales que incorporan perspectivas innovadoras en sus organizaciones.