Da por buenas las previsiones, pero alerta de que son «muy optimistas»
La AIReF advierte de que las estimaciones de deuda para este año están pensadas para un escenario de estabilidad política y económica
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) da por buenas las previsiones de deuda de las Administraciones públicas para el año que viene, pero ... alerta de que igual pecan de ser «muy optimistas». En el caso de la Región, explica que se estiman niveles de endeudamiento similares en 2023 y muy inferiores en 2024. Respecto a estas últimas previsiones, la AIReF advierte de que son «muy optimistas» comparadas con las que tiene el propio organismo fiscal «debido fundamentalmente a que no tienen en cuenta el exceso de deuda incurrido en 2023».
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Dicho de otra manera, da por buenas las previsiones del consejero Luis Alberto Marín, pero se cura en salud y alerta de que funcionarán en dependencia de cómo evolucione el contexto porque esos números están pensados para un escenario de estabilidad política, económica y financiera, que ahora mismo no parece que venga en camino.
Básicamente, la AIReF reconoce que en una situación de estabilidad esas previsiones son fiables pero habría que tener en cuenta la inestabilidad política actual, el plano de ajuste fiscal de 2024 y que los ingresos fiscales se prevén por el sablazo de la inflación.
Inflación y ajuste fiscal
«Tenemos un panorama que es dificil de prever», alerta un economista de la UMU, que entiende que el contexto explica las cautelas de la AIReF ante un aumento del gasto, sumado a la inestabilidad política. «Sólo se puede lanzar un brindis apoyándose en una mayor recaudación por ajuste fiscal y por inflación». Y lo explica. Con la inflación disparada se pueden prever dos efectos. El primero de ellos es que la deuda pública pasa a devaluarse, aclara el experto. Eso, añade, da apariencia de solvencia, pero en realidad es de mayor riesgo porque la Administración puede creerse con mayor capacidad para pagar más nominas pero va a necesitar incurrir en déficit. «Nadie te va a prestar a un tipo que no sea suficientemente alto como para compensar esa pérdida de poder adquisitivo».
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«Tenemos un panorama difícil de prever», avisa un economista de la UMU en referencia al contexto internacional y nacional
El segundo efecto de la inflación es el fiscal. Los impuestos progresivos se calculan a nivel nominal (de moneda no de bienes) y eso hace que si un contribuyente tiene más renta para pagar los mismos servicios (por lo tanto no tiene más poder adquisitivo) sí que tiene que pagar más, por lo que la Administración aumenta su poder adquisitivo a costa del bolsillo de los contribuyentes.
Si a todo esto se le suma la inestabilidad por la guerra, los precios del petróleo y la falta de estabilidad en nuestro país, «las previsiones de la AIReF pueden llegar a ser filfa».
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