«Solo quería que no hubiera ningún positivo en mi demarcación»
Santos Tiscar. Sargento de la Guardia Civil
FELIPE RUIZ
Domingo, 7 de junio 2020, 22:50
El sargento de la Guardia Civil Santos Tiscar se trasladó el pasado febrero a su nuevo destino: Zarcilla de Ramos, la población lorquina donde nació y se crió hasta los ocho años. «Estoy superfeliz de estar aquí», repite. Tras veinte años de carrera profesional, ha regresado a su tierra natal para continuar un bonito recuerdo. Su padre, también agente, comenzó en las Pedanías Altas del municipio. Su desembarco coincidió con la expansión del coronavirus, una anómala bienvenida a la que el agente ha capeado con tesón y mucha voluntad. «Entré a la Benemérita con la misión de dar auxilio y ayuda a las personas. Esta pandemia ha sido la ocasión de desarrollar mi vocación de servicio», asegura.
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Muy personal
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Edad. 41 años
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Procedencia. Lorca
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Lugar de trabajo. Cuartel de la Guardia Civil en Zarcilla de Ramos
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Experiencia. 20 años
Precisamente, la labor de Santos Tiscar ha sido muy aplaudida por sus vecinos, quienes han respondido «bien y con creces». Más allá de los controles de accesos a los núcleos rurales, ha estado a disposición de los casi 5.000 habitantes de su respectiva demarcación por si necesitaban una atención especial, puesto que gran parte son personas mayores y viven solas. «Al tocarles la puerta y vernos, en sus rostros se veía la felicidad», comenta con satisfacción, fruto de su incansable objetivo diario: «Cada vez que entraba a trabajar, lo único que tenía en mi cabeza era que no hubiera ningún positivo en la zona, ya que la mayoría de la población es de edad avanzada». Por ello, el sargento de Zarcilla de Ramos ha demostrado aplomo, cercanía y generosidad, tres grandes valores que recuerdan su origen y definen su razón de ser.
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