El UCAM vuelve a ganar al filo de la navaja, esta vez ante el Leyma Coruña
Siete rebotes ofensivos en un último cuarto jugado sin ninguno de los tres pívots tuvieron una importancia capital en la remontada murciana
Con ocho victorias y sin Copa del Rey termina el UCAM la primera vuelta de la Liga Endesa, pero con un segundo triunfo consecutivo que ... sigue dando aire a un equipo de Sito Alonso que repitió errores y aciertos del triunfo de la semana pasada ante el Lleida, remontando en el último cuarto un partido que en su segunda parte había tenido siempre por delante al Coruña, aunque no a mucha distancia, con un parcial de 0-10 que hizo saltar los plomos a un ansioso conjunto local que seguirá una semana más como colista. Una vez volteado el marcador, la seguridad reboteadora, especialmente en ataque de los murcianos, impidió todo conato de remontada, ahora por el otro bando. Hasta siete fueron las capturas ofensivas solo en el último periodo. Y, lo más curioso, es que fue sin un solo pívot puro en cancha, pues ni Todorovic, ni Birgander, ni Diagne jugaron estos diez minutos finales.
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Fue la apuesta del Sito Alonso más conservador en cuestión de rotaciones. Y es que hasta cuatro jugadores se quedaron sin saltar a la cancha en toda la segunda parte. Los propios Todorovic y Birgander (Diagne no había jugado la primera), además de Radovic y Caupain, y la testimonial presencia de solo tres segundos de Stephens.
Leyma Coruña
Taylor (8), Lundqvist (5), Barrueta (12), Burjanadze (0) y Huskic (13) -quinteto titular- Thiam, Scrubb (11), Jakovics (6), Diagne (10), Heurtel (4), Font (0) y Thompkins (9).
78
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86
UCAM Murcia
Sant-Roos (6), Ennis (20), Kurucs (9), Brodziansky (10) y Todorovic (6) -quinteto titular- Caupain (0), Radovic (7), Radebaugh (7), Diagne (0), Hakanson (18), Stephens (3) y Birgander (0).
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Parciales. 18-20, 29-20 (47-40), 19-23 (66-63) y 12-23 (78-86).
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Árbitros. Alfonso Olivares, Francisco José Araña y Carlos Merino.
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Incidencias. Coliseum de A Coruña, 7.562 espectadores. 17ª jornada de la Liga Endesa.
El resultado le dio la razón a Sito, pues el tormento que habían sido Huskic y Diagne (Atoumane, el del Coruña) no dejó en buen lugar a sus '5'. El serbio igualó su mejor marca anotadora de la temporada y sus 14 rebotes (llevaba diez al descanso) son su récord personal en siete temporadas y 164 partidos en la Liga Endesa. El senegalés, por su parte, anotó los cuatro tiros que intentó y colocó tres tapones, también igualando su mejor registro de la temporada.
Pero, al mismo tiempo, la apuesta ganadora del entrenador universitario no despeja las dudas. Quien más tiene que espabilar sigue sin hacerlo y el primer partido de nuevo con los tres pívots en perfectas condiciones hace crecer la sospecha en cuanto a su idoneidad. Se viene un parón de Copa del Rey y 'ventanas FIBA' de lo más interesante para este UCAM.
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Falto de energía
Precisamente con los pívots locales quiso empezar jugando el UCAM. Su famosa defensa de dejar descaradamente el lanzamiento mientras los otros cuatro jugadores presionan la línea de pase tenía a Huskic como víctima, pero, tras unos primeros minutos de efecto positivo (4-8, minuto 4), este se fue diluyendo.
El equipo de Epifanio encontró la manera de jugar de manera más agresiva. Aumentó la intensidad defensiva, siendo clave la entrada de Diagne, para poder atacar más rápido y sentirse más reconocible. Además, el debut de Heurtel enervaba a las masas y que su primer balón tocado fuera una canasta enchufaba de lo lindo al Coliseum (18-15, minuto 9), si bien el primer cuarto era murciano tras un 0-5 final (18-20).
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Pero el Coruña seguía subiendo en calor con las espectaculares acciones de Diagne y, aunque siete puntos seguidos de un buen Radovic que después de cinco minutos no volvió, la aparición del talento de Thompkins desnivelaba la balanza a favor local (35-29, minuto 16). A través del mano a mano y las puertas atrás, Huskic había vencido ese bloqueo mental de verse tan liberado para el tiro, y no solo eso, sino que su equipo jugaba hasta mejor. Él y Taylor, que había comenzado sufriendo mucho la defensa de Sant-Roos, liberados ahora de su mal inicio, anotaban once puntos seguidos para que, con un triple de Barrueta, el UCAM llegara al descanso con su máxima desventaja (47-40).
Ennis muestra el camino
No estaba cumpliendo el equipo murciano con aquello de controlar aquello que depende del esfuerzo, como tanto pide Sito Alonso estas semanas. Lo que dependía de la energía parecía caer siempre del lado local. Y, en estas, de nuevo Dylan Ennis se erigió como el líder al que seguir. El canadiense anotó los ocho primeros puntos del UCAM en la reanudación con acciones plenas de personalidad para hacer del partido, de nuevo, uno de apenas una o dos posesiones de diferencia (49-48, minuto 24).
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Hakanson, como la semana pasada, respondió a la suplencia con mucho acierto ofensivo y ser así el cromo diferente que necesitaba Sant-Roos. Pero los desafíos tácticos en que metía el Coruña al UCAM seguían sin ser detenidos con solvencia. Diagne, el del UCAM, tampoco devolvía a Huskic los problemas de otrora, y ni mucho menos al otro Diagne, crecido con sus tapones y sintonía con la grada. El Coruña resistía a esta versión del UCAM con más querencia por el barro y dos triples de Jakovics amenazaban con algo más (69-63, minuto 31).
Sin pívots
Precisamente Brodziansky y Kurucs, la inédita pareja interior escogida para estos minutos, anotaba dos triples seguidos en tan delicado momento para empatar (69-69, minuto 32). La idea táctica perseguida con uno y el músculo de otro compensaban la falta de centímetros, pero, sobre todo, era una exigencia defensiva aún mayor a la creación de juego local, con Sant-Roos y Radebaugh brillando en estas lides, la que generaba un notable desgaste al Coruña.
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El equipo de Epifanio no veía aro, iba con la flecha hacia abajo en lo físico y un parcial de 0-10 con cinco rebotes ofensivos solo en este paréntesis llevaban también al agotamiento mental, pues, de esos diez, ocho puntos llegaban en acciones de segunda oportunidad. Anduvo rápido Sito Alonso para pedir el tiempo muerto en cuanto un Coruña que se dejaba puntos en la línea de personal volvía a una posesión de distancia (76-79, minuto 37). Y, aunque el UCAM tampoco andaba inspirado en el tiro libre, su tranquilidad en el ataque, con la garantía de tener el viento soplando a favor, terminó por garantizar una victoria que, según lo que pase mañana, le permite terminar empatado o a solo un triunfo de los ocho primeros puestos.
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