El UCAM se convierte en el equipo favorito del torneo

Granada es murciana y está orgullosa de serlo porque el UCAM también puede estarlo, desde el primero al último de los miembros de su estructura. Un tópico manido, pero no por ello menos cierto, y es que las sinergias y la conexión que mostraron desde la pista hacia la grada empujó a los universitarios en todo momento para mantener el sueño vivo frente a todo un mastodonte de Euroliga como es el Barcelona. Se rozó la hazaña.

Alma, pasión y entrega máxima. Los aficionados conocían sus deberes y, conscientes de su tarea en el día de ayer, no cesaron en el empeño de animar contra viento y marea a los de Sito. Las gargantas de cada uno de los pimentoneros presentes en el pabellón se pusieron al servicio del UCAM desde la llegada del autobús a las inmediaciones del Palacio de Deportes de Granada y a lo largo de toda la batalle frente al Barcelona. La de Murcia, afición más numerosa y ruidosa del pabellón, no estuvo sola, pues cada afición eliminada entregaba su cariño a un UCAM con complejo de don Juan conquistando a unos y otros amantes del baloncesto.

Caras ilustres a la par de queridas por el conjunto del baloncesto patrio se dejaron caer en un evento en el que año tras año se dan cita los 'vips' del mundillo. Entre ellos, Carlos Cabezas, uno de los jugadores que con su experiencia y dotes de talento en la cancha puso su granito de arena para que el club universitario sueñe hoy en día con cotas que hace años eran totalmente impensables. El malagueño, confeso seguidor del Barça, puntualizaba que lo era «solo en fútbol», y que ayer en Granada iba «totalmente con el UCAM», equipo al que fue a animar en compañía de amigos murcianos.

El conjunto universitario, que en los días previos a su participación en esta cita histórico sufrió el inoportuno lastre que la Covid-19 infligió en algunos efectivos de su plantilla y que alteró los planes de preparación de cara al torneo, pudo contar frente al Barcelona con todos los miembros de su plantel, una vez que el asistente Óscar Lata dio negativo en la mañana de ayer, pudiendo acompañar a Sito en esta ocasión después de perderse el partido de cuartos de final, en que Lucas Pérez dio un gran paso adelante que reconocieron Sito y jugadores ante prensa y en las redes sociales. Con los tres entrenadores en la banda, se fueron turnando para las instrucciones demostrando su gran compenetración y sincronía.

Eso sí, el UCAM no llegaba en las mejores condiciones. Sito seguía con dificultades para elevar la voz y la ansiedad que había padecido Davis en cuartos ante el Valencia se debió a serios problemas en la respiración después de su segundo paso por el Covid-19.

El UCAM, como desde que comenzó la Copa, contó con el respaldo de su Federación de Baloncesto de la Región de Murcia, el organismo presidido por Juan Carlos Hernández, que espera que la épica participación del equipo universitario en el torneo repercuta en la «consolidación del baloncesto murciano, sirva para llevar una mayor afluencia de público a los encuentros disputados en el Palacio de los Deportes de Murcia, así como un considerable aumento de las fichas federativas de la próxima temporada».

Dado el increíble ambiente que se respira durante estos días por la ciudad nazarí, Hernández comentaba que el impacto económico para la ciudad organizadora ascendía «hasta los 20 millones de euros2. Ante la hipótesis de la celebración de este acontecimiento en la capital del Segura, explicaba con cierta envidia sana que «deben reunirse ciertas condiciones y alcanzar un acuerdo entre todas las instituciones implicadas».

Granada vive de día y aún más de noche. Como es costumbre entre los jugadores de los equipos que caen a la primera de cambio, una vez libres de compromisos inmediatos con sus respectivos equipos deciden tomarse un respiro de sus obligaciones para disfrutar junto con los aficionados en cualquiera de los numerosos locales nocturnos que la ciudad alberga en su centros histórico.

Algunos de los protagonistas que, tras jugar sus respectivos encuentros, se tomaron al pie de la letra aquello de «la fiesta de la Copa» se dejaron ver por las inmediaciones de discotecas y 'pubs' en la madrugada del sábado fueron Xabi López-Arostegui y Joel Parra, jugadores del Valencia y el Joventut y excompañeros en Badalona y en la selección. Lo que pasara anoche, en Granada se queda.