A pensar en el siguiente

El UCAM confió en la segunda unidad, más duros en defensa y cerrando mejor el rebote defensivo, apareció McFadden en los triples y se atacó mucho mejor el rebote ofensivo para frenar el contraataque de un Manresa muy entonado. Nadie controlaba a Thomasson y las ventajas no solo se mantenían sino que se ampliaban. Maye tomó el relevo en la anotación sumando de tres en tres y con 63 a 49 se fueron al descanso de un partido donde Manresa no echaba en falta a Francisco, uno de sus mejores exteriores, ni a ninguna otra de sus importantes bajas.

Lima salió, tras el descanso, a gran nivel y puso el listón de intensidad muy alto en su equipo, mientras el entrenador local confiaba en el joven Naspler en la dirección, que había sustituido pronto al lesionado Dani Pérez. Con Rojas y Moneke en medio de todas las hostilidades, los locales aprovechaban los errores defensivos y en el lanzamiento de tres puntos para mantener y ampliar su cómoda ventaja al final del tercer cuarto, 81-64.

La defensa de equipo y los triples de Bellas volvieron a meter a los de Sito en el partido con mucho por jugar. Momento en que el arbitraje se volvió muy sibilino, por no decir otra cosa, en las acciones de los visitantes y las ventajas se estabilizaron por encima de la decena gracias al juego, siempre al límite, de Moneke. Luego mejoró la defensa del bloqueo directo y cuando parecía que se podía, reduciendo la diferencia por debajo de diez puntos, los de Manresa se pusieron en las manos de Thomasson, Bako y Moneke y terminar con 103 a 93.