Marzo cargado para el equipo de moda

Si alguien echaba de menos ver a su equipo en el Palacio, poco le va a quedar por pedirle a marzo. Después de haber disputado un solo partido de liga regular en febrero -y en Tenerife-, y los de la Copa del Rey, solo los 550 aficionados murcianos presentes en el pabellón de Granada han podido ver en vivo en directo al UCAM desde que el pasado 23 de enero, precisamente el día en que certificó su clasificación matemática para el mastodóntico torneo, jugó su último partido en el Palacio.

Entre medias, cuarto partidos aplazados de cinco, la propia Copa del Rey y, ahora, las 'ventanas FIBA'. De hecho, cuando los hombres de Sito Alonso vuelvan al parqué la semana que viene en Málaga será para disputar la jornada 23, cuando aún tienen pendientes las que van desde la 18 hasta la 22, con la salvedad de la jornada 21, cuando viajaron a las Islas Canarias para medirse al Tenerife. Antes, y por orden de jornada, el aplazamiento ante el Burgos por la disputa de este de la Copa Intercontinental –que ganó el Flamengo de Vitor Faverani–, la salida a Vitoria pospuesta por casos de Covid-19 en el Baskonia y el choque ante el Breogán por mismo motivo en el cuadro gallego. Y, después, el aplazamiento del partido frente al Barça en el Palacio después de conocerse los días previos el positivo de Sito Alonso y, tras el mismo, el de diferentes miembros de la plantilla hasta poner en riesgo la participación del equipo en su primera Copa 26 años después.

Después de, precisamente, aquel último partido en el Palacio, el UCAM comenzó a acusar cierto desgaste. La liberación experimentada tras una histórica clasificación dio con cierto bajón del juego, apreciable cuando, solo tres días después, el equipo cayó en Zaragoza en un partido que tuvo dominado, encajando 53 puntos tras el descanso (91-78). Solo hubo un partido más, el del 6 de febrero en Tenerife, y las sensaciones no fueron mejores. Salvando los compases iniciales, el equipo de Txus Vidorreta fue siempre el dominador del juego (87-71). Además, dos datos que evidencian aquel mal momento: el UCAM nunca había perdido dos partidos seguidos hasta entonces esta temporada y ninguna de sus derrotas había sido por diez puntos o más.

Pero en la Copa todo cambió. El UCAM volvió de Granada como el equipo que más reforzado sale del torneo y con la moral por las nubes después de sentir haberse ganado el respeto de toda la esfera baloncestística en el mejor escaparte posible, y hacerlo en tales circunstancias, sin haber hecho ni un solo entrenamiento preparatorio al completo, sin saber hasta el mismo día del partido de cuartos si tendría a su entrenador y habiendo recibido un 0% de probabilidades de victoria ante el Valencia Basket en la encuesta oficial de la Liga Endesa. Tras una experiencia que dejó grandes momentos baloncestísticos, y en la que el UCAM se mostró como un equipo que cree en sí mismo en todo momento, como para salvar el 21-0 de salida en la segunda parte contra el Valencia, o el -16 con que empezó ante el Barça, equipo y afición se encuentran, además, más en comunión que nunca. Y así es como llegan en el momento en que el club lanza el abono de segunda vuelta, con precios al 50%, y viene por delante un marzo con cinco partidos en el Palacio.

Entrando ya en materia con la segunda vuelta, y dejada atrás una memorable Copa, el objetivo de los de Sito no tiene ninguna distracción intermedia más: el 'playoff'. La Copa del Rey es un evento incomparable que el club quería vivir, pero preferible es terminar la temporada cumpliendo objetivos, que no desinflándose después del primero. Para perseguir estar entre los ocho primeros que disputarán las eliminatorias por el título, algo que el UCAM solo ha logrado una vez en su historia -2016-, los murcianos se encuentran ahora mismo al límite, en el octavo puesto. Eso sí, solo hay un equipo en la Liga Endesa que haya jugado menos partidos que el UCAM –el Barça, con 17–.

Aguantando el bajón posclasificatorio, los de Sito Alonso siguen como equipo más anotador de la Liga Endesa y James Webb III es aún 'MVP' mensual vigente de la competición. Con sus mejores argumentos intactos y su posición de poder aún en posesión, el sábado que viene el UCAM visitará al Unicaja -ahora de Ibon Navarro, mientras Fotis Katsikaris está de pleitos con los verdes- en el primero de siete partidos en marzo.

Tras el mismo, y no en orden de jornada, empieza el mogollón en el Palacio. El miércoles 9 vendrá el Burgos en una misma semana que terminará el domingo con la visita del Andorra y, después de seis días de descanso, el UCAM viajará a Fuenlabrada. De nuevo entre semana, el 23 vendrá el Breogán, solo cuatro días antes que el Valencia. Y, sin apenas, descanso, nueva reedición copera el 29 frente al Barça. Con todos los jugadores sanos, se viene 'atracón' en momento más oportuno.

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