Atrapados en la tragedia
El UCAM regresa hoy de Turquía después de unos días rodeados de dolor y tensión, debido al terremoto en Gaziantep
Son poco más de las 07.00 de la mañana del lunes cuando el sonido del teléfono se adelanta, por minutos, al toque de corneta que inicia la semana para la expedición del UCAM Murcia, que ya ha pasado la noche del domingo en Estambul, donde ayer debió haber jugado su partido correspondiente a la tercera jornada del grupo L en el 'top 16' de la Champions Legue ante el Darüssafaka.
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Al otro lado del teléfono, una voz de angustia deja ver que algo no va bien antes de, en los pocos resquicios que deja el nerviosismo, acertar a contar qué está ocurriendo al otro lado del país. Quien habla es Caner Okutan, 'partner' de la UCAM en Turquía y, desde hace años, acompañante de su equipo de baloncesto en los viajes a su país, que se cuentan ya por tres esta temporada después de visitar Bursa y Esmirna.
Es precisamente desde esta ciudad, sede del Pinar Karsiyaka, donde llama Okutan, el único simpatizante del UCAM en la tercera ciudad más grande de Turquía. Informa a sus amigos, con quienes debía reunirse esa mañana en Estambul, de que «ha ocurrido una desgracia enorme». Okutan no puede salir de Esmirna, donde, en octubre de 2020, alcanzó el último terremoto con víctimas mortales (con epicentro en la isla griega de Samos) en un país que conecta Europa con Asia y donde son frecuentes los temblores. Pero ninguno como el de este lunes.
«Hay cosas mucho más importantes que el baloncesto, es momento de apoyar al pueblo turco»
Ryan Luther
Exjugador del Gaziantep turco
Como Estambul, Esmirna está lo suficientemente lejos de Gaziantep como para lamentar este último fatal terremoto, el más devastador desde 1939. Pero el temporal que azota el país impide el desplazamiento de Okutan, el primero en informar a los murcianos de un horror que «incluso ha dejado diez muertos». Conforme pasaban los minutos las decenas eran centenas y, pronto, miles. Caían edificios y hasta construcciones con más de 2.000 años de historia, caso del Castillo de Gaziantep, levantado por el Imperio Hitita. Cuando el UCAM recibe la comunicación oficial de aplazamiento del partido, la cifra va por 2.600. Anoche, por 7.000. Y seguirá subiendo conforme el temporal de viento y nieve facilite las labores de rescate de desaparecidos en el sureste turco y norte sirio. Una sacudida devastadora.
Sin vueltos hasta el miércoles
Sin partido y en un país preso del pánico, el UCAM intentó adelantar su viaje de vuelta a la mañana de ayer, pero la cancelación de vuelos a causa de la adversa meteorología no lo hizo posible, y el único avión que salía desde Estambul no tenía suficientes billetes para el equipo entero. Sí consiguió pasaje uno de los patrocinadores del UCAM, desplazado en Turquía, pero su vuelto se retrasó hasta cinco horas entre las condiciones climáticas y el fuerte ataque de ansiedad que sufrió una pasajera.
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No quedaba otra que seguir en Turquía un día más y sin mucho que hacer, pues las temperaturas en Estambul bajaban a valores negativos, nevaba y el viento soplaba con fuerza. El tiempo en el hotel facilita la interacción con sus trabajadores, donde la expedición universitaria encuentra un testimonio especialmente duro. Es el de uno de los camareros, nacido y criado en Gaziantep y que, mientras sirve el café, cuenta haber sido informado de diez fallecidos entre familiares y amigos, y sabe que el teléfono podría volver a sonar en cualquier momento para un nuevo duelo. Son momentos terribles.
En la capital de la Anatolia Suroriental jugó el año pasado Ryan Luther, el miembro del UCAM a quien más de cerca ha tocado una desgracia «de locos», confiesa. «Tan pronto como me enteré me puse en contacto con mis compañeros, que, por suerte, estaban a salvo en Estambul después de un partido», cuenta el ala-pívot americano, que afirma que «mi corazón está con ellos, los aficionados y todo aquel que conocí el año pasado en Turquía». Como no podía ser de otra manera, comprende que «hay cosas mucho más importantes que el baloncesto, es momento de apoyar al pueblo turco».
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Hoy, los de Sito Alonso ponen fin a su viaje más desagradable tomando un vuelo de Estambul a Valencia para el consiguiente desplazamiento en autobús hasta Murcia. Así acabarán unos días en Estambul que jamás podrán olvidar. No jugaron el partido que fueron a jugar, pero el recuerdo de lo vivido en suelo turco les acompañará de por vida.
El partido contra el Madrid empieza en Estambul
El UCAM ha entrenado en las instalaciones del Darüssafaka con la mente en el partido del domingo frente al Real Madrid. Sin encuentro europeo ante el Darüssafaka, uno para el que aún no hay fecha y que será muy difícil de encajar en el calendario, los de Sito Alonso cambiaron el chip ayer mismo y empezaron a preprar al partido que les mide el domingo a las 18.30 contra el Real Madrid (Palacio de Deportes, 18.30 horas), el último antes del parón por la Copa y las 'ventanas FIBA'. Así, los murcianos han continuado ejercitándose en las instalaciones del Darüssafaka, que ha cedido al UCAM el Ayhan Sahenk Spor Salonu, donde disputa sus duelos de la liga turca. El Volkswagen Arena, uno de los estadios más bonitos del baloncesto europeo, es el que acoge la competición europea.
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