Un siglo de vida del Murcia Club de Tenis

Juan Herrera ya había metido en su Seat 127 su equipaje y el de Pepe Morga, con quien se iba a desplazar de Zaragoza a Barcelona. El segundo acababa de perder la final del torneo que se había disputado en la capital aragonesa. Cayó ante un joven argentino, el mismo que se acercó a los dos jugadores del Murcia Club de Tenis (MCT) para preguntarles si tenían plaza para él en el coche: «No tengo plata», les dijo. Era Guillermo Vilas. Los tres llegaron juntos a la Ciudad Condal. Este episodio es de 1972. Hacía 53 años que el club de tenis acogía a quienes disfrutaban de la raqueta, pero fue en esos inicios de los setenta cuando se empezaron a escuchar fuera de Murcia nombres de algunos de sus jugadores, quienes salían a jugar torneos por España, casos del referido Pepe Morga o Pedro Martínez, quienes en muchas ocasiones se conformaban con rellenar los cuadros de las mejores competiciones nacionales.

Hasta que llegó el también citado Juan Herrera, quizás el jugador del Murcia Club de Tenis más laureado. Preseleccionado para el equipo español de Copa Davis, debutó como internacional en la Copa de Europa y Copa Valerio. Fue campeón júnior de Roland Garros y subcampeón de España absoluto. Lideró el conjunto del Murcia Club de Tenis que consiguió el primer subcampeonato de España por equipos, por detrás del Club de Tenis Barcelona.

En el citado Campeonato de España por equipos, en 1972, Herrera estuvo acompañado por Pedro Valera, Morga, Pedro Martínez y Margarita Sánchez. El equipo murciano había eliminado en semifinales al campeón del año anterior, el Club de Tenis La Salud, también de Barcelona y del que el propio Herrera era jugador en 1970, año en el que el tenista murciano se proclamó campeón de Cataluña, tras vencer en la final a Alfredo Coco (6-4, 6-3 y 6-1) en menos de una hora. Sin restar méritos a su victoria, él mismo recuerda que los obstáculos que encontró fueron menores, ya que los mejores tenistas de Barcelona no saltaron a la pista. Orantes estaba en Buenos Aires y los hermanos Gisbert no compitieron.

Herrera fue de los primeros tenistas murcianos que consiguieron nivel de primera categoría, junto a Juan Pallarés. Con 19 años llegó a disputar una fase previa de Roland Garros, que él mismo recuerda que no pasó. En su carrera tuvo enfrente a algunos de los más grandes, desde Nastase a Björn Borg, pasando por Rod Laver, Orantes y Santana. Retirado de las pistas, fue profesor y director de la escuela del club.

Aunque Juan Herrera fue el primer tenista destacado y con nivel del MCT, antes que él se oyó hablar de Ángel Fernández Sevilla, quien defendió los colores del club en las categorías absolutas y de veteranos, entre los años 1950 y 1975. Fue jugador de segunda categoría nacional, subcampeón de Levante y ganó algunos torneos internacionales de veteranos.

En la web del Murcia Club de Tenis, en el apartado de leyendas, también figuran los nombres de Miguel Martínez Requiel y Pedro Valera. El primero fue subcampeón de España de segunda categoría y campeón de Levante absoluto. Su mejor 'ranking' fue el octavo nacional absoluto. Defendió los colores del MCT en categoría absoluta. Fue el mentor de otro consumado tenista del club, José María Alfín. Valera, por su parte, ganó a Bjorn Borg en Murcia, a la vez que numerosos torneos nacionales. Terminó su carrera en el Club Atlético Montemar donde fue director de su escuela.

Pedro Martínez, de 65 años, también es una institución en el Murcia Club de Tenis, al que se incorporó con ocho años. Ha sido recogepelotas, jugador y monitor-entrenador. El pasado mes de enero recibió un premio por parte de la directiva en la gala anual para reconocer su trayectoria y dedicación durante más de cinco décadas.

«Entré con ocho años como recogepelotas. Recuerdo entrar a primera hora, sobre las 7 de la mañana, y pasar casi todo el día en el club. Por aquel entonces, no tenía raquetas y cogíamos las de los socios para jugar. Recuerdo ver a Santana, a Orantes, con el que luego jugué. Son grandes recuerdos».

Martínez también se acuerda de lo duros que eran los entrenamientos «cuando lo hacíamos con tres pelotas peladas y raquetas de madera que pesaban bastante, nada que ver con lo que ocurre ahora, que hay carros con hasta 150 bolas para jugar. ¡Y aun así he oído alguna queja!».

Juancho Marín, de 44 años, es otro rostro muy conocido en el Murcia Club de Tenis. Es el director deportivo de la escuela. De su etapa de jugador recuerda con cariño el partido que le enfrentó al norteamericano Pete Sampras en la pista central de Roland Garros, «en uno de los sets lo puse en aprietos, ya que me ganó 6-4».

Nacido en Costa Rica pero afincado desde joven en Murcia, llegó a ser olímpico en los Juegos de Sindey 2000 y alcanzó el número 55 del 'ranking' ATP . A lo largo de su carrera ganó varios torneos del circuito internacional, ha competido en los cuatro del Grand Slam y en la Copa Davis con Costa Rica.

Antonio Alcaraz, también monitor de la escuela del Murcia Club de Tenis, ha despuntado en el Mundial de veteranos, donde ha encontrado su hueco. El pasado septiembre fue seleccionado por tercera vez consecutiva para representar a España en el Campeonato del Mundo +35, que se disputó en Miami, junto a Marc Marco, Daniel Monedero y Pedro Salas. De sus inicios recuerda sus enfrentamientos con Ferrero, Robredo y Ferrer.

El futuro tiene nombre: Ariana Geerlings, quien el pasado mes de julio se proclamó campeona de España de tenis en categoría infantil. Un triunfo que confirma que es una de las grandes promesas del tenis nacional. En la final superó a la barcelonesa Raquel Caballero por 6-1 y 7-6 (1). Hija de padre holandés y madre murciana destaca su juego de derecha y dice que Muguruza le gustaba, pero «antes más que ahora».

El Murcia Club de Tenis logró el año pasado superar su barrera cuando se proclamó campeón de España por equipos en sus propias pistas, con Florencio Soto de capitán. Fue la mejor tarjeta de presentación para los actos del centenario que arrancaron en la gala anual celebrada en enero. Para este mes de marzo está previsto la presentación de un documental del centenario, en el que intervienen algunos de quienes han sido sus mejores jugadores. En abril llegará su acto central. Si hace cincuenta años, con motivo de sus bodas de oro, el proyecto estelar era traer a Manolo Santana, las pistas del MCT acogerán el mes que viene un torneo ATP Challenger. Será el acontecimiento más destacado de un programa con más de veinte eventos deportivos, sociales, culturales y recreativos.