Los 'tatuajes' de su segunda piel
Los patrocinios estampados en la ropa de un profesional marcan la diferencia económica entre poder, o no, hacerse un hueco en el circuito europeo o americano
MARÍA JESÚS PEÑAS
MURCIA
Lunes, 29 de abril 2019
Su cuidado vestuario es su mono de trabajo. Su segunda piel. Y sobre ella, como si de los más personales tatuajes se trataran, diversas estampaciones en cuanto color, forma y tamaño, que el 'pro' espera sean indelebles al paso del tiempo. Son los nombres o logos de sus patrocinadores. La constatación del apoyo de las marcas comerciales, prácticamente imprescindible para poder hacer carrera en el 'fairway' al que se enfrentan todos los días. Porque sin ellos, la carrera deportiva del golfista se hace más dura, más cruel, más inquietante, más corta.
Publicidad
Con 24 años, Mario Galiano intenta este 2019 hacerse un hueco en el PGA Tour de Latinoamérica. Ha encontrado apoyo en Econatura Design SL. La empresa murciana que ha creído en él y que afronta con el malagueño un segunda año insistiendo en la aventura profesional al otro lado del charco. El objetivo del español es conseguir la codiciada tarjeta que le permita jugar en ligas mayores. Por lo tanto debe disputar con acierto el tour latino. Si acaba entre los cinco primeros del 'ranking', lograría la tarjeta del Web (la 2ª división) o si quedara entre los diez primeros, meterse en la final de la Escuela del Web. En el horizonte: llegar al codiciado circuito americano o el europeo. Pero hasta llegar ahí, hay que escalar primero puestos en las terceras y segundas divisiones del golf. Y el apoyo económico es fundamental para afrontar la temporada con ciertas seguridades. Así que Galiano no puede estar más agradecido porque: «Econatura está siendo una gran ayuda. El golf hoy en día se está convirtiendo en un deporte un tanto costoso, y sin el apoyo de empresas como la murciana es más difícil llegar a los objetivos que queremos».
El primer patrocinador de Balmaseda fue la empresa Querol. Diez años después, su madre le contó que era su padre quien estaba detrás
La voz de la experiencia
Si al que se le pregunta es ya un sénior de 56 años bregado en los avatares de la carrera deportiva de un golfista profesional, la respuesta no dista mucho de la del joven 'pro', a pesar de los años de juego que les separan: «Los patrocinios que un profesional del golf suele tener son contactos que uno maneja o hace, porque las empresas no suelen prestarnos mucha atención si no hay una relación personal que incite a que apuesten por nosotros. A menos que seas uno de los grandes ¡claro!, y les des mucha visibilidad en los medios». Y de esos solo hay un puñado.
A sus 47 años el profesional madrileño Carlos 'Charci' Balmaseda sabe muy bien lo que es moverse con y sin el apoyo de las marcas. Aún recuerda su primer patrocinador. Acababa de hacerse profesional con 20 años. Fue cuando recibió una llamada importante. Se trataba de la empresa Querol -dedicada a la ropa de niños-, que quería plasmar su marca en su polo. «Me apoyaban con un millón de pesetas de entonces (...). Diez años después me enteré por mi madre, Mª Carmen, que el que estaba realmente detrás del patrocinio era mi padre. Quería que se cumpliera mi sueño».
En su ropa luce los bordados murcianos de Hacienda del Álamo Hotel & Spa Golf Resort, Cyan Dental y el del 13 Golf Club
Balmaseda ha comenzado fuerte 2019. 'Charci', como se le conoce en su trabajo, está en un buen estado de forma física y mental tras haber intentado conseguir su pase en la Escuela del Asian Tour a finales de 2018. No pudo ser a pesar de su gran juego, «por lo que no he podido estar en China disputando los primeros torneos del calendario de competición del circuito». Su madurez le ayuda a entender este revés no como algo desalentador, «porque a día de hoy soy un hombre feliz con lo que hago», pero sí limitado. Es duro estar en esa segunda línea de competición, tras los grandes nombres de este deporte. «Si tuviera un patrocinador potente no me lo pensaría dos veces y estaría ahora en la otra punto del mundo», afirma sin dudarlo. Pero eso supone contar con un colchón de unos «30.000 euros», dice. A día de hoy intenta conseguir «lo suficiente para afrontar el año jugando en España e invertir por lo que está por venir». Y es que detrás de esa imagen tan glamurosa que el espectador de golf o el 'amateur' cree intuir, lo que hay en realidad es una montón de autónomos haciendo mil y una cábalas para afrontar viajes, alojamientos, manutenciones y buenas jornadas de juego -si se dan-, con las que hacer equilibrios en el balance final de lo que entra y sale en caja. Solos, con muchos kilómetros a las espaldas y con una vida familiar de largas ausencias.
Publicidad
Balmaseda es uno de esos muchos jugadores que se ha buscado siempre la vida. «No he tenido manager». Es lo habitual. Él mismo se ha trabajado los apoyos. Incluso puso en marcha hace 20 años una web con el nombre de 'sin sponsor' para activar la posibilidad de poner en contacto deportistas y marcas. De hecho llevaba la imagen de dicho reclamo durante un pro-am que jugó a principios de los 90. Fue allí donde «José Ramón Riera, uno de los directivos de General Electric IT con el que compartí partida se interesó por mí y me dijo: 'quítate esa etiqueta de 'sin sponsor' que vas a llevar la nuestra». La relación duró varias temporadas. Balmaseda ha tenido todo tipo de patrocinadores. Le cuesta recordar todos. Marcas farmacéuticas, tecnológicas, de telefonía, inmobiliarias, de alimentación y automoción, bebidas o la misma agencia de «Turismo de Dubai del que fui embajador hace tiempo». También lo fue hace años del campo murciano Hacienda del Álamo, con los que ha vuelto a tener contacto recientemente para llevar esta vez el renovado logo del complejo (Hacienda del Álamo Hotel &Spa Golf Resort), que ya luce en el pecho. En toda su indumentaria marcas de lo más variopintas. Sus 'tatuajes' se mueven entre Honmagolf (material de golf), Finisher (nutrición deportiva), Grupo Jab (un distribuidor de iluminación), Andalucía Development (inmobiliaria marbellí), Myos Golf (zapatos de golf españoles), BRK (ropa deportiva), Crazy Caps (gorras) o el mismísimo IEP (Instituto Español PsicoNeuroInmunología) «¡que son los que me tienen así de delgado!» , asegura riéndose. Desde 2018 se suman a esta lista la clínica odontológica pinatarense Cyan Dental y el 13 Golf Club, la asociación deportiva murciana de la que es socio de honor.
Las divisiones del golf
Los patrocinios son la pescadilla que se muerde la cola. Sin ellos no hay posibilidad de salir a competir, y sin salir a competir es difícil poder adquirir un mejor estatus como jugador. El European Tour (ET), junto con el European Senior Tour y el Challenge Tour son los tres circuitos profesionales que dependen de la PGA European Tour, la organización nacida en 1971 y que está dirigida por los propios profesionales; el primer organismo de golf de Europa y el segundo a nivel mundial, tras los EE UU.
Publicidad
Hasta hace unos años el European Tour (o Circuito Europeo) se disputaba en el viejo continente, pero ahora también se juega en Asia, Oriente Medio y África (donde hay pasta). Todos ellos son destinos probables para los profesionales de la competición, que desde 2009 se denominada 'Carrera a Dubai', ya que los 60 primeros jugadores al final del año, se clasifican para disputar el Campeonato Mundial de Dubai. El punto y final de Circuito Europeo.
No es fácil llegar a esta primera división del golf. Se puede acceder a ella a través del Challenge Tour (la 2ª división del golf europeo) o a través de las Escuelas de Clasificación, que se celebran al final de cada temporada (en septiembre, octubre y noviembre) con tres etapas. La escuela otorga la tarjeta de miembro del ET para jugar al año siguiente a los 25 primeros jugadores clasificados en su 'ranking' final. Y para mantener dicha tarjeta, el profesional debe conseguir cierta cantidad de premios (ganar determinados torneos o estar entre los mejores de las pruebas). Ninguno de estos pasos es fácil. Hasta 1.000 jugadores ingresan en la escuela anualmente, para que solo 24 más empatados pasen. Son 252 hoyos bajo mucha presión.
Publicidad
En el Challenge también se cuenta con un 'ranking' final, por el cual un número determinado de jugadores pasa a poder disputar el ET. Dependiendo del puesto que se consiga, el 'pro' podrá jugar un número determinado de torneos. Existen hasta 14 categorías diferentes de tarjeta de miembro, que determinarán a qué torneos el jugador puede acceder. En Estados Unidos esta 2ª división o división de plata se denomina Web.com Tour. En la 3ª división están el PGA Tour Latinoamericana o por ejemplo, el PGA Tour China. Los cinco mejores de la orden de mérito de estas competiciones tienen abiertas las puertas del escalón superior. Aunque cada año es más difícil, porque tanto los calendarios de competiciones del Challenge como del propio Circuito Europeo se han reducido. Así que a la dificultad de llegar, se suma el de mantenerse. «Debes ganar al menos 250.000 euros para arriba si quieres estar en primera línea, y eso que no tienes aún acceso a jugar los Grandes», recuerda Charci, «así que tienes que jugar pero que muy bien, si quieres estar arriba». Mientras eso sucede, Balmaseda se define como «un hombre feliz. Amo esta profesión. Es de las más duras, pero de las mejores del mundo».
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión