Por primera vez una vicepresidenta en la asociación

Desde noviembre, el teléfono suena más. Porque, por si no estuviera ya lo suficientemente ocupada, esta ingeniera agrícola asumió a finales del pasado año la responsabilidad de ser la vicepresidenta de la Asociación Española de Greenkeepers (AEdG). Por cierto, la primera vez que una mujer ocupa este cargo, desde que la asociación se funda en 1978.

Si algo caracteriza a esta risueña mujer, es su estado de ánimo siempre. De aspecto feliz, su sonrisa tiene un promedio alto de que en cualquier momento se convierte en una risa contagiosa. «¡Y es de nada vale estar enfadada con la vida y el trabajo!», asegura a ese medio de comunicación cuando se le pregunta por su día a día. « Si fuera por los problemas diarios a los que se enfrenta un 'greenkeeper ' estaría permanentemente con el ceño fruncido, porque aquí (refiriéndose a su trabajo) siempre hay algo que se estropea, algo que no funciona, algo que volver a repasar, que tratar... la lista se hace interminable».

Mujer de acción, desde que recalara en el sector del golf (se inclinó por la ingeniería agrícola tras descartar veterinaria), siempre le ha movido la inquietud de crecer, de formarse, de curiosear. Así que no fue extraño que aunque estuviera hasta arriba de trabajo –en la actualidad gestiona tres de los seis campos que ha tenido bajo su responsabilidad–, en 2019 dijera sí a ocupar el cargo de subdelegada de la zona Levante de la AEdG. El delegado era entonces Roque Buendía, al que le une amistad, «pero sobre todo mucho respeto», afirma Belén. Es por eso que cuando Buendía la llamó para que se sumara a la candidatura que Roque iba a presentar para el periodo 2024-2025 de la asociación, «le dijera que sí. Le dije: 'A ti no te puedo decir que no, Roque'», rememora Mosquera. Y es que «todos tenemos que aportar algo al sector y si es de la mano de Roque, me subo a este capítulo de la asociación». Ligada a ella los últimos 18 años, Mosquera ha ido viendo como crecía en número de asociadas, «pero aún somos pocas». Ella fue la encargada de enganchar a otra mujer para el nuevo equipo; Jimena Blanco, como tesorera, cargo que tampoco hasta ahora había desempeñado una mujer. «La engañé como me engañó a mi Roque», dice riéndose. Y ya e serio cuenta como «la llamé y la dije que en vez de quejarte sobre que no hay muchas mujeres, por ejemplo en los encuentros que se hacen, no ya como participantes sino como ponentes... , vamos a hacer algo al respecto; vamos a cambiar eso, Jimena». Nunca hasta ahora había habido dos mujeres en puestos de tanta responsabilidad en la AEdG. . Sus antecesoras fueron Lara Arias, como secretaría y, María Gutiérrez como vocal, en la anterior junta.

«Estamos aterrizando», cuenta a LA VERDAD. Pero en el horizonte una idea muy clara. «Hay muchos buenos greenkeepes y formados, pero no tenemos gente nueva. Queremos dar servicio a nuestros asociados, pero también formar nuevos 'greenkeepers'». De ahí que la nueva junta se esté moviendo para dar a conoce en la universidad «que existe como salida profesional y laboral más; la vía de la industria del golf para ingenieros agrícolas o agrónomos». E insiste. «En la universidad no se conoce esta salida. Y es muy atractiva y válida. También queremos acercarnos a los centros de Formación Profesional para mostrarles esta realidad». Mosquera tira de memoria y aún recuerda que la única clase que dio en la carrera dedicada al césped fue en una bandeja de ensayo, dentro del aula, «donde nos enseñaron los tipos de césped y ya». Una circunstancia que quieren cambiar. En el horizonte más cercano, la celebración de su congreso anual «para el que aún estamos sopesando dónde llevarlo a cabo», comenta Mosquera, quien sí nos asegura «que será en el Levante».