El equipo de Roda Golf: «Estamos preparados para lo que viene»

José Antonio Hernández lleva vinculado profesionalmente al complejo residencial y deportivo doce años, y ha celebrado como director de golf su décimo aniversario. Imborrable en todo este tiempo para él «aquel 2012. El peor año económicamente –en plena crisis financiera–, y por supuesto el año de la pandemia». El 2020 trajo la covid-19 y un sentimiento de enorme frustración, desánimo y pérdida. «Fue muy duro cada día. Me quedé solo con tres jardineros y un campo cerrado al que había que seguir cuidando sin que entrara ningún euro en la caja. Trabajabas para ver cómo se iban cancelando las reservas o para escuchar malas noticias. Sí. La pandemia nos hizo mucho daño».

Afortunadamente la buena salud financiera de la instalación les permitió volcarse en aquel tiempo en hacer mejoras. Afrontar y planificar objetivos. «Mejoras en la casa club, en el campo con los pinchados de calles y 'rough' (...). Hicimos un sinfín de actuaciones con la premisa de que íbamos a salir de ahí y que lo haríamos preparados para lo que nos deparara el futuro, para lo que viene». Esa era la actitud a trabajar. Porque Hernández era consciente de que tenía entre manos un buen recorrido, pero también «que podíamos mejorarlo. Un campo no es un producto cerrado. Y había aspectos que podían convertirlo en algo mucho más atractivo». ¿El cliente final? Aquel que está dispuesto a pagar un 10% o 15% más, por una calidad disponible todo el año. Uno que reserva a kilómetros de distancia y al que se pretende fidelizar.

Es entonces cuando la propiedad decide hacer una apuesta humana y de medios en las instalaciones. Los años pre-pandémicos auguraban buenas cifras y proyección para el sector. Y el 2022 lo testimonió, tras el impás de 2020/2021; un tiempo que utilizaron «para prepararnos», vuelve a decir Hernández, orgulloso del trabajo bien hecho en tiempos brumosos. La academia, la compra de maquinaria, la renovación de la flota de 'buggies', las mejoras en la casa club, la jardinería en el entorno del campo. Todo se fue abordando y ha sido clave para llegar a hoy. Y con algunas lecciones muy interiorizadas. La de dar cariño al campo, la primera.

De ahí que como sucediera en 2023, el campo cerrará dos semanas en junio para pinchar los 'greens' y las calles. «Hay que dar salud al 'fairway' si queremos que el recorrido soporte el tráfico de 'buggies' y las 45.000 salidas que damos al año». Los cuidados se ampliarán también este 2024 a los 'tees', que se volverán a sembrar. Un tarea que costará alrededor de los 150.000 euros; «sí es caro, pero es una inversión a favor de la calidad» y de la imagen que quiere proyectar Roda Golf.

Una que se percibe nada más traspasar la entrada del complejo. «La idea es que la sensación que uno tenga es la de llegar a un oasis. Una oasis de atención al detalle, al cuidado; al orden desde que se pisa Roda», destaca Hernández. De ahí que a la 'otra' jardinería, la que no está vinculada con los hoyos, se le haya prestado mucha atención. Y se cuente con dos personas dedicadas a los anexos, al parking... Un trabajo constante que supone toda una declaración de intenciones por parte del club.

La agradable inmersión en Roda Golf pasa por una casa club acogedora y funcional «a la que se le ha renovado el mobiliario y la decoración, y cuyos fogones ofrecen un tipo de cocina muy vinculada a los arroces», nos detalla Hernández, que desgrana para LA VERDAD todo lo nuevo de Roda Golf. El campo ya fue noticia en este medio, precisamente en septiembre del año pasado, por la renovación de su flota de coches eléctricos que concluye este año. 50 vehículos renovados (premium y con USB) a disposición de los jugadores, para una flota total de 65 vehículos. La maquinaria también ha sufrido una amplia renovación. «La de siega se ha renovado por completo; la segadora manual de 'green', las tripletas de 'green'...». Un total de 600.000 euros se han gastado en dos años para ello.

Y también se han hecho apuestas personales. Como la incorporación de Manuel Fernández como máximo responsable de mantenimiento del campo, «que estamos seguros optimizará con la nueva maquinaria y su sobrada experiencia el recorrido», afirma Hernández. La academia es un punto y seguido en esta filosofía de calidad de Roda al servicio del visitante y del jugador.

Calidad que pasa por un 'tee line' nuevo (las esterillas de prácticas) y la incorporación de un nuevo profesional, que se suma a Paul Carpenter, el 'pro' vinculado desde 2021 a Roda. Se trata de Leo Llerena, que se incorporó el diciembre pasado. Con este tándem se incrementará la actividad en la escuela de adultos y se incentivará la de los niños, con clases bilingües. Hernández no puede estar más satisfecho del equipo humano con el que cuenta y destaca que la plantilla sigue en «un 95% siendo la misma de los últimos 10 años (...) Lo que habla de la buena sintonía de la empresa con los trabajadores y viceversa».

El perfil del jugador que pisa Roda Golf de septiembre a octubre y de abril a mayo, es eminentemente británico, mientras que los meses de verano se reparten al 50% entre el nacional y el extranjero; el resto del año es centroeuropeo. Pero también Roda atrae a público japonés. «Estamos en ello. Raro es el día que no hay un 'tee time' (salida al campo) de jugador asiático». Así que no se sorprenda si escucha algún 'konnichiwa' (hola) en el campo sanjaviereño. Una presencia nipona motivada por empresas locales y el puerto. Un goteo que Hernández esperar hacer crecer. Y aunque «la Región ya está en el mapa europeo, falta un plan de marketing para atraer al jugador nacional. Vete al centro de Estocolmo y pregunta donde está Murcia, mientras que nuestras bondades no se conocen en Madrid». Este director de golf también opina que se necesita «más apoyo institucional para luchar contra el desconocimiento social que existe de este sector», mientras las cifras de 2024 les auguran estabilidad.