Tributo en tiempos de mercadeo

Toquen y vayan ·

Sagarduy, como Vidaña, tendrá el homenaje del que no pudo disfrutar en vida; es un alivio que no se olvide que el fútbol es algo más que un negocio

Lunes, 1 de febrero 2021, 09:54

Por fin tendrá su puerta en el estadio Cartagonova Alejandro Sagarduy, leyenda del cartagenerismo. También habrá una para Perico Arango. Entre los dos sumaron más ... de mil partidos con la camiseta del Efesé. Historia pura del fútbol en Cartagena. Solo el segundo recibirá este homenaje en vida. El primero nos dejó hace dos años. Demasiado pronto, al igual que el almeriense Pepe Vidaña, a quien recientemente rindió tributo el murcianismo. El homenaje llegó demasiado tarde. El mítico central grana murió el pasado mes de julio.

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Más allá de la incomprensible tardanza en ambos casos, es un alivio que al menos los dos principales clubes de la Región estén dando pasos en los últimos tiempos para recordar a los jugadores que fueron distintos a los demás. Hablamos de aquellos que se quedaron siempre en casa, desoyendo las ofertas que a menudo recibían y convirtiéndose en referentes para unos seguidores que los idolatraron. Y que luego, una vez colgaron las botas, los tuvieron siempre presentes, como ejemplo de lo que un futbolista tiene que hacer para ganarse el cariño eterno de una afición.

Pero son malos tiempos para la nostalgia. Y peores aún para hablar de amor a la camiseta y sentimiento de pertenencia. Estos días ha dejado Junior el Murcia y Harper el Cartagena. Tres meses han estado aquí. Hay más casos, pero son dos buenos ejemplos de lo que duran ahora los futbolistas en un equipo. Cada vez menos. Decimos mercado cuando deberíamos decir mercadeo. No existe la paciencia y la palabra 'proyecto' está vacía de contenido. Los agentes mueven la mercancía y los clubes no se cansan de cambiar cromos. Ya no habrá más tipos como Sagarduy. Ni como Vidaña. Honrémoslos.

El personaje: El gestor que sabía de todo

No se le conoce ningún mérito en gestión deportiva a José Luis Mendoza García. Es el hijo del dueño de la UCAM y le gusta el fútbol. Eso sí lo sabemos. Y también sabemos que le encanta hablar en los medios. De todo. De lo que sabe y de lo que no. Aunque uno lo escucha y, si no está al día de lo que pasa en los equipos de fútbol y de baloncesto que dependen de la Universidad Católica, puede confundirse y pensar que estamos ante un brillante mandatario, uno de esos directivos que mejoran todo lo que tocan. Pero no. Nada más lejos de la realidad.

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El otro día en Onda Regional, preguntado por los últimos tropiezos del equipo de baloncesto, Mendoza García contestó que era necesario fichar exteriores y que estaba sondeando ese mercado. Al escucharlo, Sito Alonso y compañía se echaban las manos a la cabeza. En la plantilla del UCAM, de 13 jugadores, hay 8 exteriores y tras la lesión de DiLeo lo que hace falta es un interior, urgentemente. Por eso ha venido Webb III. También confesó Mendoza García que no había podido ver el partido completo del pasado martes frente al Baxi Manresa. Solo vio un rato, el suficiente para detectar dónde están las carencias de su equipo. Eso pensaría él. A su alrededor todos se echaron las manos a la cabeza. Pero nadie fue capaz de pedirle explicaciones.

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