Molo: «Es normal que Alfonso García sea exigente, se gasta mucho dinero»

–Fue colgar las botas y sentarse en el banquillo. ¿Cómo fue?

–En El Ejido tuve un problema en la rodilla. Mi cruzado, que ya me lo había operado seis veces, estaba roto. Terminé la temporada como pude, me infiltré. Y aunque tenía ofertas de equipos para seguir jugando, preferí no engañar a nadie. Entrenar me inquietaba y pude trabajar con un cuerpo técnico de superior categoría. Pero tuve una conversación con el director deportivo del Lleida, un club en el que fui capitán, y tomé un vuelo y me presenté allí por sorpresa. Les dije que quería entrenar y les presenté mi proyecto. Cuando aterricé de vuelta en Almería, recibí una llamada diciéndome que era el elegido.

–Y de primeras, dos años seguidos en un club con historia.

–El primer año fue espectacular. Éramos quintos a cuatro puntos del líder, el Castellón, pero llegó la pandemia. Estábamos peleando por todo, éramos competitivos y nuestro calendario era bueno. La suspensión en la jornada 28 nos hizo mucho daño porque sentíamos que íbamos a hacer algo importante. En el segundo año hubo mucha incertidumbre, empezamos muy tarde y nos costó mucho. En general fue positivo, completé dos años en un club con una presión enorme.

–¿Qué es lo que más positivo y lo que menos del Águilas?

–Lo mejor es que hay una idea de club que quiere crecer. Tenemos unas muy buenas instalaciones y se quiere profesionalizar el club. Es positivo porque yo puedo crecer con ellos. Lo malo sería intentar hacerlo de la noche a la mañana. Se necesita tiempo, podemos ser ambiciosos, pero tenemos que ir paso a paso. Estoy muy contento con la elección, vine al Águilas muy convencido.

–Alfonso García aprieta mucho.

–Lo conozco desde mi etapa en el Almería, sé perfectamente cómo es. Pero una persona que ha hecho por el Águilas lo que ha hecho él, es normal que apriete. Cuando ves lo que gasta de su bolsillo y los esfuerzos que hace, es normal que sea muy exigente. Debemos aceptarlo como es.

–¿Cómo quiere que sea su Águilas? ¿Qué modelo le gusta?

–Muy competitivo e intenso. Que tenga muy claro lo que quiere hacer en el campo. Quiero dar a los jugadores las herramientas para que ellos determinen qué hacer en cada momento. Queremos ser un equipo muy activo que vaya a por el rival, a presionar arriba con mucha intensidad. Que no tenga miedo y que si tiene que defender, defienda. No creo en los sistemas, creo más en el comportamiento de los futbolistas. Quiero que el equipo tenga orden y sepa lo que hacer en cada momento.

–¿Su entrenador preferido?

–He tenido buenos entrenadorestécnicos como Unai Emery, Paco Flores, Camacho, Pellegrini y muchos más. Pero me quedo con Manuel Idiakez, que para mí ha sdo un referente, y también con Toni Seligrat, que a nivel defensivo te exige mucho. Aunque sus estilos son opuestos, elegiría a ellos dos por su influencia sobre mí. Creo mucho en el equilibrio; saber ir al ataque y al mismo tiempo poder defender de forma ordenada.

–Han tenido que hacer un equipo nuevo, con futbolistas de muchos perfiles. ¿Cómo va a encajar todo eso en poco tiempo?

–Tenemos jugadores que el año pasado estaban en Tercera y el cambio se nota, deben coger el ritmo competitivo. Luego tenemos un grupo de jugadores extranjeros que se tienen que adaptar al fútbol español, al clima y al idioma ya que a veces nos cuesta transmitirle los conceptos futbolísticos. Y también tenemos futbolistas con una larga trayectoria en Segunda y Segunda B y otro grupo de jóvenes sub 23. Con todo eso, antes que el modelo de juego, debemos inculcar un comportamiento y una exigencia competitiva. Hace falta tiempo para conexionar todo eso.

–Pues no tendrá mucho.

–El club es exigente al máximo, pero debemos ser responsables. Mirando las plantillas de otros equipos, no nos sentimos ni mejores ni peores, habrá una igualdad tremenda. No renunciamos a nada, pero ser demasiado ambiciosos en verano es un gasto de energía innecesario. Hay que ser ambiciosos desde la responsabilidad y la realidad. Nuestro presupuesto no es de lo más altos.

–¿Qué le queda del Murcia?

–Junto con el Lleida, es el mejor sitio en el que estuve. Es de esos clubes en los que entras bien y me trataron muy bien. Vivimos un 'playoff' bonito que se nos fue. Los sigo y creo que han hecho un buen equipo. Ojalá les vaya muy bien, pero siempre que queden por debajo de nosotros.

–Y eso que estaban los Gálvez.

–Nos engañaron a todos, a mí el primero. Cuando me fui alabé su gestión; era lo que parecía. Pero nada más lejos de la realidad. El Real Murcia tiene que estar por encima de muchas cosas. Si sobrevive es gracias a su masa social. Esa afición merece que los problemas desaparezcan.

–Lo de Lorca también es dramático. Ni un representante en Primera o Segunda RFEF.

–Me duele lo que pasó con mi Lorca F. C. Había una afición que se estaba generando. Hay que crear un sentido de pertenencia en Lorca. Tengo mucho aprecio a los lorquinos y a la ciudad, pero todo pasa porque unos buenos gestores unifiquen los proyectos y todos luchen por lo mismo.