Manolo Molina, la intuición del creador del 'Brócoli Mecánico'

La lista de futbolistas que llegaron a la La Hoya Lorca con la flecha para abajo, después de una mala racha o directos desde Tercera y que más tarde han llegado a Primera, se han asentado en Segunda o se han convertido en jugadores punteros en Segunda B, es interminable. Y gran parte de la culpa de dicho fenómeno es de Manolo Molina, un empresario presente en varios sectores cuya gran pasión es el fútbol. No llegó a la élite, pero jugó en Tercera, y le bastó para ver en los futbolistas cosas que los demás no ven.

Para medir su ojo clínico solo hay que comprobar dónde han llegado muchos de los jugadores de las plantillas de La Hoya 2013-14, 2014-15 y 2015-16 (hasta la llegada de Xu Genbao) que él diseñó. Es el caso del meta Alberto Cifuentes, que aterrizó en La Hoya defenestrado y que tras un ejercicio brillante relanzó su carrera.

Despues de jugar en Polonia, el portero suma cinco campañas en el Cádiz, con dos acensos y listo para jugar en Primera. De aquella temporada, Josan y Manolín también acaban de ascender con el Elche a Primera, aunque después de dejar Lorca sumaron ascensos a Segunda con el Huesca UCAM, Osasuna y Albacete.

En su estreno en Segunda B, Molina, ayudado desde el banquillo por José Miguel Campos, también resucitó a un Ortuño que con 22 años pensaba en dejar el fútbol. Pero tras formar parte del 'Brócoli', ha jugado en Primera y Segunda con el Girona, Granada, Las Palmas, Zaragoza, Mallorca, Albacete, Extremadura y Oviedo. Como el joven Juan Hernández, otra apuesta personal de Molina entonces que ya ha jugado en la élite con el Celta, y Nico, que se fue a la Primera griega. Algunos como Fran Carnicer, Armando y Pallarés, entre otros, se convirtieron en jugadores cotizados en Segunda B con buen caché.

Al año siguiente, y aunque a La Hoya Lorca le costó mantener la categoría tras un mal arranque, también revalorizó a algunos de los futbolistas que pasaron por el Artés. Como Jaime Paredes, que acaba de ascender con el Logroñés a Segunda, Hugo Rodríguez, que hizo lo propio con el Cádiz, e Higinio, que acaba de explotar en Segunda.

En el último año de La Hoya, a Molina le dio tiempo a sacar de su chistera otros futbolistas a los que Molina vio algo. Como Grego Sierra y Pardo, ambos con ascensos a Segunda, y Ferrón y Roberto Alarcón, cotizados actualmente en la Segunda B.