Quique Pina: «Soy inocente y estoy al día con Hacienda. Voy a volver pronto al Cádiz»

–¿Cómo está?

–Muy bien. Feliz por el ascenso del Cádiz a Primera. Es mi club y pronto voy a volver a tener el control del mismo. Hemos ascendido a Primera, como ya hice en el Granada, que lo llevé de Segunda B a Primera en dos años. Y siempre nos mantuvimos. Al irme yo, el equipo bajó el primer año. Y con el Ciudad de Murcia, a pesar de las trabas que tuvimos que saltar, dos temporadas en Segunda acabamos cuartos, a un solo punto del ascenso. Estoy preparado para volver a disfrutar de la gestión de un equipo en la máxima categoría. Y eso ocurrirá pronto. No voy a abandonar mi empeño en dirigir lo que he creado, por lo que más pronto que tarde estaré de vuelta al frente del Cádiz CF.

–¿Está convencido de ello?

–Soy el máximo accionista. Hay un señor [Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz] que se ha aprovechado de un problema personal mío, ajeno por completo al Cádiz, para quitarme la firma y alejarme del club. Pero esto acabará pronto. Mi base y mis decisiones son las que han llevado al club a Primera. Yo renové por tres años a Álvaro Cervera cuando estábamos en puestos de descenso. En ese momento es cuando todo cambia. Había que darle todo el respaldo entonces. Renovarlo ahora, cuando vas a ascender, lo hace cuaqluiera. Yo tenía 4,8 millones para hacer la plantilla y la base que construí es la que nos ha ascendido. Y este año Vizcaíno tuvo 9 millones, el doble. Alberto Cifuentes, Marcos Mauro, Garrido, José Mari, Álex Fernández, Salvi, Perea, David Gil y Sergio son jugadores que yo llevé al Cádiz. Y luego está el tema de las ventas. Vendimos a Aridane por 2 millones, a Álvaro García por 5 y a Vallejo por 5,5. Son cantidades que no se ven en Segunda y eso lo conseguí para el Cádiz.

–¿Cuándo se torció todo?

–Mi relación con Vizcaíno era muy buena. Yo era consejero delegado y máximo accionista y quise que mi padre [Juan José Pina] volviera a ser el presidente. Entonces, yo presidía el Granada. El CSD cambió la normativa y nos lo prohibió. Se decidió poner a Vizcaíno y él, cuando yo tengo este problema con la Fiscalía derivado de la entrada de fondos de inversión en el fútbol, aprovecha para quitarme la firma, despojarme de todo el poder y quedarse con todas las posibilidades de decidir en el día a día del Cádiz. Él ha querido quedarse con el control y se está cometiendo una clara injusticia. Es igual. Todo el mundo sabe lo que yo he hecho por el club.

–Las acusaciones que pesan sobre usted son muy graves. El juez cree que ocultó a través de sociedades instrumentales buena parte de su patrimonio, como vehículos de lujo, embarcaciones y viviendas. ¿Fue así?

–Yo soy inocente y no estoy implicado en nada que tenga que ver con el blanqueo. Hubo una época, cuando yo estaba en el Granada, que entraron en el fútbol fondos de inversión extranjeros, de terceras personas o grupos, que tenían derechos de jugadores. Era algo que sucedía en muchos clubes, no solo en el Granada. Yo nunca he entrado en eso. Me he dedicado a la gestión deportiva. Mis abogados están trabajando en ello y todo se demostrará. Me siento inocente y no estoy acusado de nada.

–La Fiscalía asegura que usted le debe 3,4 millones de euros a Hacienda.

–En estos últimos años hemos visto a mucha gente del fútbol tener problemas con Hacienda. Lo mismo que me ha pasado a mí le ha sucedido a Messi, Cristiano Ronaldo, Marcelo, Benzema, Diego Costa o Xabi Alonso. Toda esta gente está en situación de investigación y, en ese sentido, yo estoy contento porque me he sentido arropado. La gente del fútbol me ha ayudado en todo este tiempo. Soy inocente y estoy al día con Hacienda.

–En la 'Operación Líbero' no solo aparece su nombre. También están siendo investigados sus padres y su hermana. Entiendo que para usted estará siendo duro comprobar que ellos también se están viendo salpicados en este proceso judicial.

–El mejor ejemplo de que no he hecho nada malo es que ellos están ahí, conmigo. Estoy muy tranquilo por esto. Para mi familia quiero lo mejor y por eso he compartido siempre con mis padres y mi hermana nuestra sociedad. Obviamente, no ha sido agradable que ellos se hayan visto obligados a declarar y que sus nombres aparezcan en la investigación judicial. Ha sido un momento duro y un trance que hay que pasar. Pero entiendo que todo el mundo respetará la presunción de inocencia en este país y la verdadera realidad de todo esto es que la defensa demostrará que no hay nada punible. En la 'Operación Líbero', de hecho, yo no estoy acusado de nada.

–¿Se han quedado muchos amigos por el camino en estos dos años y medio?

–Los que son mis amigos de verdad siguen ahí. Y no estoy nada decepcionado con los que hayan desaparecido. Al revés, estoy muy satisfecho de que esto me haya pasado. Si no me hubiera ocurrido algo así, me habría pasado un montón de años de mi vida engañado, cerca de gente que presuntamente me quería y no era así. En realidad, solo he estado en situación de investigación judicial, como tanta otra gente del fútbol en España en los últimos años. Y no estoy nada decepcionado de cómo ha reaccionado la gente que tenía alrededor. He visto mucha solidaridad conmigo. Mucho cariño, la verdad. Es cierto que también hay personas que prefieren aparartarse, por lo que sea, cuando te sucede algo como esto que me ha pasado. Pero la vida es así. Por eso, me lo tomo como un aprendizaje más.

–¿Qué le pareció el fichaje de Juan Carlos Cordero por el Tenerife? Ustedes dos habían ido siempre de la mano.

–Juan Carlos es uno de los que ha estado a mi lado en todo momento, en las buenas y en las malas. A él lo cesaron en el Cádiz, sin ningún motivo. Fue solo una represalia para hacerme daño a mí. Es un gran director deportivo, de los mejores de España. Y lógicamente ha tenido ofertas. Ha firmado por tres temporadas con el Tenerife, que es un gran club. Antes de eso, había ganado todos los pleitos al Cádiz y firmó un buen acuerdo para desvincularse de allí. Lo ha hecho todo perfectamente y yo solo puedo darle las gracias y desearle mucha suerte. Seguro que le irá bien.

–Sin embargo, su hermano Jorge Cordero volvió a trabajar al Cádiz, con Vizcaíno. Fue usted quien lo llevó allí. ¿Qué le pareció su decisión?

–Yo lo llevé de director deportivo y triunfó, al igual que después triunfó en el Elche. A Jorge Cordero lo llaman después y le ofrecen hacer labores de 'scouting' para el Cádiz. Y él decidió aceptar esa oferta. Cada uno sabe cuál es su mejor perfil y el sitio en el que puede desempeñar mejor su labor. Yo tengo que respetar esa decisión y desearle que le vaya bien, porque además está trabajando para el Cádiz. Es mi equipo, como he dicho antes.

–¿Qué va a hacer a partir de ahora? ¿Cuáles serán sus próximos pasos?

–Yo lo que quiero es recuperar mi gestión en el Cádiz. En eso estoy enfocado desde hace meses y en ello voy a seguir.

–¿Y qué espera del futuro? ¿Seguirá en el fútbol? ¿Qué hará si no puede volver al Cádiz?

–No lo pienso. Vivo mucho el presente. Nunca me imaginé que iba a estar siete años en el Granada, ni que lo iba a ascender en solo dos temporadas desde la Segunda B a Primera División. No es una cosa fácil. El Granada llevaba 35 años sin subir a Primera y nosotros lo conseguimos. Y luego fuimos capaces de mantenernos siempre. Al vender el club Gino Pozzo, que es la persona que quiso que yo fuera presidente, el Granada bajó a Segunda. No pensé nunca que iba a ser máximo accionista y consejero delegado del Cádiz y que también lo íbamos a llevar de vuelta a la élite. Llevaba 15 años sin ascender a Primera el Cádiz. Es mucho tiempo. Nos costó mucho salir de Segunda B, con aquellas eliminatorias con el Oviedo y el Bilbao Athletic. Y está en Primera. Y nunca pensé que un proyecto como el del Ciudad de Murcia iba a llenar La Condomina en aquel partido contra el Castellón [en 2003], cuando ascendimos a Segunda. Y que íbamos a ser capaces de llenar La Redonda para festejar aquel éxito.

–¿Cuál ha sido el mejor fichaje de su vida?

–Como representante, sin duda el de Iván Helguera. Era un chico que estaba perdido en Tercera División, en el Manchego. Lo cogimos y en muy poco tiempo lo firmó la Roma. Y después, el Real Madrid. Luego fue internacional y jugó dos Eurocopas y un Mundial. Y como presidente, me quedo con Dani Güiza. Lo sacamos de la nada, del Dos Hermanas. De allí al Mallorca y explotó hasta convertirse en una estrella. Otro fichaje que tengo que nombrar es el de Brahimi. Yo sabía que fichaba a un jugador de gran nivel para el Granada, pero es que luego dio un rendimiento bestial y acabamos traspasándolo al Oporto. Era un chico que sacamos del Stade Rennes francés, donde no terminaba de despuntar.

–¿Con qué entrenador ha tenido mejor sintonía?

–También tengo que nombrar a tres. En la época del Ciudad de Murcia destaco lo que nos aportó Abel Resino, que es un entrenador formidable y que entonces estaba empezando. Del Granada me quedo con José González, que fue clave para que nos mantuviéramos en Primera en unas circunstancias muy difíciles. Y, por supuesto, de estos años en el Cádiz destaco la gran labor desarrollada por Álvaro Cervera.