Una misión imposible para la mediadora Martínez Madrona

De esta manera, Martínez Madrona, respetada asambleísta federativa y profesora de Educación Física, se centraba exclusivamente en su trabajo como delegada de Protección de Protocolo de Violencia Sexual de la RFEF. Y precisamente por el cargo que ostenta y por su buen trato con la mayoría de futbolistas de la selección durante los últimos años, Pedro Rocha, presidente de la Junta Gestora de la RFEF, la eligió el pasado fin de semana como mediadora en el conflicto abierto con las 39 futbolistas que se negaban a ir convocadas con la selección española.

La murciana fue contactando con las campeonas del mundo y, con una actitud conciliadora, quiso acercar posturas con ellas. No obstante, tenía poco que ofrecer y además siempre fue vista por las jugadoras de la selección como una persona muy cercana al 'rubialismo'. De hecho, en 2018 fue elegida por Rubiales para convertirse en la primera árbitro (hombre o mujer) que entraba en la junta directiva de la RFEF.

De este modo, la mediación de Martínez Madrona, acompañada en esta labor por Thais Henríquez y Laura del Río (integrantes de la junta deportiva de la RFEF), acabó siendo un rotundo fracaso, ya que los cambios exigidos por las futbolistas en varios estamentos federativos no se han llevado a cabo.

Martínez Madrona pidió tiempo a Alexia Putellas, Irene Paredes, Mapi León, Cata Coll, Eva Navarro, Mariona Caldentey y compañía, pero la convocatoria que dio el lunes Montse Tomé, sin consenso y sin consultar antes con las implicadas, dinamitó todos los puentes. En ese momento acabó la tarea de Martínez Madrona, quien ni siquiera en sus partidos más complicados de arbitrar sintió la presión de estos largos días de infructuosa negociación. La pelota está ahora en el tejado del CSD y de las jugadoras.