El trampolín australiano de Izan Almansa

No le suelen salir mal estas apuestas sin precedentes. Un año después de plantar al Real Madrid para marcharse a Estados Unidos fue cuando ganó sus dos primeros 'MVP', con plata mundial y oro europeo y, un año después (y después de otro oro y otra nominación a mejor jugador), se ganó entrenar una semana con la selección absoluta y otra con la asociación de jugadores de la NBA en una convivencia que tuvo lugar en Málaga.

La que quizás no salió tan bien fue la última, la de debutar en baloncesto senior con el G-League Ignite propiedad de la NBA, que recién ha cerrado este proyecto donde embarcaba a jugadores jóvenes que esquivaban el camino de la NCAA antes de entrar en la mejor liga del mundo. Y, de aparecer en las proyecciones de hace un año como un fijo de primera ronda, incluso de las elecciones de lotería (las catorce primeras), a bajar tanto como para poner en riesgo su elección. El Draft Combine de Chicago, una semana de entrenamientos ante los ojos de entrenadores y ejecutivos de la NBA, no cambió la tendencia. Tocaba cambio de rumbo.

Pero sin dejar de ser pionero. Almansa fraguó su fichaje por los Perth Wildcats que le convertirán en el primer español en jugar en la NBL australiana entre retirada del Draft e incorporación a la selección española sub-20, donde en un inicio no se le esperaba, pues estaría jugando la Summer League con su futuro equipo NBA.

Pero, ni NBA, ni medalla. Ha sido el más valorado de la sub-20 en el Eurobasket de Polonia, pero en los cuartos de final se dio la reedición del Mundial sub-19 del año pasado, ante Francia, y Almansa anotó la canasta de la victoria a ocho segundos del final, pero un triple imposible sobre la bocina de Penta cercenó el sueño dorado de una generación que se ha tenido que conformar con ser séptima.

Pasadas las vacaciones, Almansa volará hasta Australia, a más de 14.000 kilómetros de casa. Espera un país de suelo tan árido como prolífica es su liga, con más historia que la ACB (fue fundada en 1979, cuatro años antes), y en pleno crecimiento hasta estar asentada en la actualidad como un destino idóneo para jóvenes que buscan un camino rápido para llegar a la NBA.

La apuesta de marketing de esta liga por perfiles de este tipo es más que clara. Y hay más que juega a favor: la competición termina en marzo, más de un mes antes del siguiente Draft Combine y de dos de la ceremonia de elección de novatos. LaMelo Ball es seguramente quien puso de moda esta ruta y, Alex Sarr, el mejor ejemplo para el joven del Infante. Sarr, compañero suyo en el Real Madrid, también se unió al Overtime Elite y, llegado el momento del baloncesto sénior, escogió Australia y, más en concreto, los Perth Wildcats. Y acaba de ser número 2 del último Draft.

Los Wildcats, además, no son un simple escaparate. Sus diez ligas le ponen cuatro por encima del siguiente equipo con más campeonatos, y esta temporada pasada fueron semifinalistas por un título que acabó con un sorprendente campeón, los Tasmania JackJumpers de Milton Doyle, ex del UCAM y 'MVP' de la final.

En Perth, Almansa será vecino de la ciudad más cosmopolita del oeste de Australia, pero también de la más aislada del país y tercera del planeta. En una nación con un 40% de su territorio inhabitable y casi un 90% sin población, Perth representa tres cuartas partes del total de la población del vasto estado de Australia Occidental, con una extensión superior a los dos millones y medio de kilómetros cuadrados, y está a más de dos mil kilómetros de la ciudad con equipo de baloncesto más cercana, Adelaida, sede de los 36ers.

Vamos, que kilómetros se va a hartar de hacer el joven murciano, que sobrevolará incontables veces el famoso Cerco del Dingo, que separa el cuarto sudeste del país del resto de regiones con la valla más larga del mundo, 5.614 kilómetros destinados a evitar que el dingo, perro salvaje único del desierto australiano, entre en regiones más fértiles y acabe con rebaños y cosechas.

El contexto en que se desarrollan su nueva ciudad y su nuevo equipo no podría ser más indicativo de esta inesperada próxima trayectoria en la autopista hacia el cielo de Izan Almansa: baloncesto de aislamiento hasta la siguiente cita con la NBA.