Los júnior de plata del 99 impulsan ahora al Cebé

El CAB Cartagena arrancaba su andadura precisamente en 1998, como una sinergia de varios clubes de la ciudad. Al Mare Nostrum, al Salesianos y al Don Bosco se le sumaban algunos de las jugadores que habían destacado en localidades como El Algar, San Javier o La Unión. Una mezcla tan heterogénea era difícil de conjuntar, pero la relación entre quienes llegaron se entonó como una perfecta sinfonía casi desde el comienzo de la aventura y así sigue siendo.

Fue un año vertiginoso. Al frente del equipo estaba Primitivo Abad, quien era una institución en el baloncesto cartagenero. El entonces entrenador destaca la buena relación entre los jugadores. «Fue un grupo de amigos como no he tenido otro», dice hoy. Asimismo, también recuerda que tuvo que realizar un papel de selección del quedó contento. Aquel año entrenó junto a Alfredo Marinas, preparador físico, a quien todos quienes participaron en ese proyecto destacan como pieza clave. De hecho, en la final de la Copa LEB Plata les entregó un sobre con dos fotografías de la época.

El CAB se paseó en la primera fase, con equipos de la zona. Sufrió algo más en la regional, pero quedó segundo de la liga, solo por detrás del CB Murcia. Tras superar al Santomera en una reñida semifinal de la 'final four' júnior que se decidió en la prórroga, los cartageneros se enfrentaron al máximo rival regional en la final soñada por todos. En la susodicha, el CAB arrancó como un ciclón y estuvo 30 minutos por encima en el marcador, pero acabó cayendo por 5 puntos. Abad aún piensa que deberían «haber ganado» aquella final y recuerda con extraordinaria lucidez los detalles tácticos del enfrentamiento.

David Ayala, un talentoso base que fue elegido MVP de la fase final y que ahora es el presidente del Cebé, fue expulsado tras protestar unos pasos, decisión que acabó condicionando la contienda. El árbitro que lo expulsó fue, curiosamente, un vecino suyo. El resultado acabó con las esperanzas de jugar la fase nacional, pero unió a unos jugadores realmente comprometidos.

Ayala aún recuerda «como si fuera ayer» ese día. Posteriormente, fue el único que ascendió al primer equipo, donde coincidió con Pepe García, actual director deportivo. Uno de los motivos para coger las riendas del Cebé en 2020, cuando el club estaba en la Liga EBA y apenas acudían 50 personas a los partidos, estuvo relacionado con ese curso. «Me sentí responsable por la expulsión en la final del 99 y quería devolverles a mis compañeros esa ilusión», asevera Ayala.

En la directiva están, curiosamente, muchos otros de los integrantes de ese equipo júnior del 99, como el vicepresidente Salvador Nieto, el 'speaker' Chema Martínez o los vocales José María Olmo, Pedro Celdrán o Antonio Cánovas. Su relación es extraordinaria: comparten un grupo de whatsapp llamado 'Júnior del 99' y quedan, al menos, una vez al año en Navidad.

Todos los entonces jugadores entrevistados por LA VERDAD destacan el enorme ambiente de aquel vestuario. Es el caso de Chema Martínez, a quien se le puede ver cada quince días ejerciendo como 'speaker' en el Palacio de los Deportes de Cartagena. Comercial en Renault, sigue jugando al baloncesto y entrena a dos equipos de voleibol femenino.

Martínez comenta que esa temporada «surgió algo muy fuerte que aún permanece». Ahora, encargado también de ser un elemento de cohesión entre los jugadores del Cebé y la directiva, habla con ilusión del proyecto que preside Ayala. «Ya hemos ganado» dice, en relación a la final que su equipo disputará a partir de este sábado. «Voy por la calle y la gente me reconoce. El otro día, incluso un niño se echó una foto conmigo» reflexiona con una emocionante incredulidad.

Antonio Cánovas es, para todos, el hombre con mejor memoria de cuantos había en ese vestuario. Escolta, ahora es profesor de Educación Física en Cádiz. A pesar de la lejanía, trata de estar siempre que puede al otro lado del teléfono. Fue clave en la semifinal contra el Santomera, pues lanzó dos tiros libres en la prórroga a pesar de estar lesionado, que acabó anotando.

«Da igual el tiempo que pasemos sin vernos, sabemos que podemos confiar los unos en los otros», asevera. Su participación en la junta directiva surgió como algo natural. «Supongo que llamas a la gente con la que tienes más confianza» dice, en relación al contacto con David Ayala. Curiosamente, durante la campaña 1998-99, ambos estuvieron varios meses sin dirigirse la palabra, lo que habla de su competitividad. Ahora son grandes amigos.

José María Olmo, reputado periodista de 'El Confidencial', también es miembro de la junta directiva del Cebé. Al alero se le pone «la piel de gallina» cuando recuerda esa generación. «Era gente muy noble, con la que era muy sencillo sintonizar». Olmo rememora sus viajes con el autobús por toda la Región luciendo orgulloso la bandera de Cartagena. «Todos le debemos algo a la ciudad», asegura. «David [Ayala] y Salva [Nieto] quieren resarcirnos a los que no conseguimos el objetivo», continúa Olmo.

«El baloncesto nos dio muchas cosas, no solo nos permitió hacer deporte, sino, sobre todo, coincidir con personas que valen la pena», recuerda. Sin embargo, desearía haber podido coincidir antes con todos ellos, pues todo lo deportivo se desvaneció cuando muchos se marcharon a otras ciudades para poder estudiar en la universidad tras finalizar el instituto y esa temporada.

En relación con su entrada en la junta directiva, el periodista cuenta: «No me sentía moralmente capacitado para decirle que no. Le pregunté a David [Ayala] si estaba seguro de lo que quería hacer». Olmo ensalza el trabajo de sus colegas. «David ha tenido muchos factores en contra, pero ha sabido canalizar su energía para lograr algo tangible».

Por su parte, Chema Martínez considera que lo más importante es haber creado un proyecto largoplacista y al que perder una final no le haría tambalearse. Cree que, para el crecimiento del club, la buena labor del departamento de prensa ha sido fundamental y lamenta no poder prestar más ayuda en el día a día.

Este sábado será un día de los grandes para todos ellos. Muchos verán juntos en el palco el duelo ante el Zamora y otros estarán pendientes en la distancia. «Siempre cuento que perdí una final de la manera más trágica, pero que gané posiblemente una de las mejores cosas de mi vida, que sois vosotros» escribe uno de los jugadores en el grupo de whatsapp. «Este club tiene un pedacito de cada uno de vosotros y doy gracias a quien sea por poneros en mi camino hace ya más de 25 años. Os quiero», cierra.

El Palacio de los Deportes de Cartagena volverá a presentar un aspecto fantástico en el partido de este sábado contra el Zamora Enamora (20.00 horas). En menos de 48 horas ya se han superado las 1.000 entradas vendidas y se espera rozar el lleno. Los tiques cuestan cinco euros y pueden adquirirse de forma física u online. En taquilla valdrán diez.