Campazzo pone rumbo a la NBA

Facundo Campazzo sigue sin tocar su propio techo. El ex del UCAM, oficioso mejor base a este lado del Atlántico, da un nuevo paso en su carrera y, desde ya mismo, emprenderá la aventura americana para convertirse en el decimotercer baloncestista argentino en jugar en la mejor liga de baloncesto del mundo. Lo hace a los 29 años, no dejando pasar un tren que ya se le presentó a alturas más tempranas de su carrera -aunque con menos garantías y la espina clavada de triunfar en el Real Madrid- y después de siete temporadas en Europa en las que, año a año, ha ido superando las expectativas hasta ser, no solo uno de los jugadores más excitantes de ver en una cancha de baloncesto, también uno de los más decisivos.

Así lo demuestra el currículum deportivo con que abandona el Real Madrid: dos Euroligas -2015 y 2018-, tres ligas ACB -2015, 2018 y 2019-, dos Copas del Rey -2015 y 2020- y cuatro Supercopas -2014, 2018, 2019 y 2020-. Títulos en los que, especialmente en su segunda etapa en el club blanco, después de jugar en el UCAM entre 2015 y 2017, ha sido una de las referencias de un Real Madrid que abandona como su principal estrella, pues ha sido el MVP de sus cuatro últimos títulos: MVP de la Final ACB 2019, de la Supercopa 2019, de la Copa del Rey 2020 y de la Supercopa 2020.

En estos últimos años de Campazzo en el baloncesto europeo no solo se ha visto a un jugador de estilo espectacular y marcado gen competitivo, también un base eficiente, cerebral y con carácter para decidir momentos delicados. Un proceso hasta crear un jugador total para el que no supone ninguna desventaja sus 1,79 metros de estatura en el que ha tenido mucho que decir el UCAM.

Fue Murcia el destino elegido por los blancos y el entorno del jugador en 2015, cuando la licencia de extracomunitario del argentino, y una rotación con Sergio Llull y Sergio Rodríguez donde, además, empezaba a asomar la cabeza Luka Doncic, hacían imposible encontrarle los minutos necesarios para su evolución.

Empezarían así dos años muy recordados en el Palacio de los Deportes, con un Campazzo que tuvo que demostrarse a sí mismo y al mundo su capacidad para competir en Europa liderando a un club humilde como el UCAM hasta su primer 'playoff' y su primera clasificación europea. Dos temporadas en las que congenió con Fotis Katsikaris, la afición y un club por el que hizo un gran esfuerzo para prolongar su cesión en Murcia por una segunda temporada, una 2016-17 en la que fue escogido Jugador Más Espectacular.

Fue en 2017 cuando se hicieron más fuertes los ecos de la NBA que ya sabía quién era ese menudo base capaz de encararse a DeAndre Jordan -2,11 metros y 120 kilos- en una de las imágenes del torneo de baloncesto de los Juegos Olímpicos de 2016. Pero Campazzo quería cumplir su deseo de triunfar en un Real Madrid que confió en él antes que en intentar el regreso de Sergio Rodríguez y salió bien.

Convertido en ídolo de la afición blanca, renovó por el Real Madrid en 2019 con una abultada cláusula de salida a la NBA de seis millones de euros. Y, cuando parecía que no se movería de la capital española, la oportunidad llegó. Esta vez los Denver Nuggets ofrecían un contrato garantizado por dos temporadas y seis millones de dólares. Era el momento de partir.

El Madrid no cedería un euro para su salida y el argentino tampoco lo pediría. Solo, que le dejaran pagarla a plazos. A cambio, jugaría en el Real Madrid hasta que, en esta temporada del coronavirus, se abriera la agencia libre de la NBA. Deseo concedido y acuerdo cerrado con récord: la suya será la salida más cara de la historia del baloncesto europeo.

En Denver, Campazzo se unirá a uno de los equipos de moda en la NBA. Liderados por el pívot serbio Nikola Jokic, de 25 años, y uno de los emergentes talentos anotadores de la liga desde la posición de base, un Jamal Murray de 23 años, Campazzo ficha por una franquicia subcampeona de la Conferencia Oeste y con mucho recorrido por delante hasta ser un candidato al título. Parte desde una posición muy retrasada en la rotación para ganar minutos, pero su historial sugiere apostar por el argentino.

Cuando Campazzo llegó al UCAM en 2015, sustituía como pareja de Carlos Cabezas en la dirección a Raul Neto, otro joven talento brasileño -aunque más irregular y menos competitivo- que se convertiría en el único jugador en la historia en saltar directamente desde Murcia a la NBA. Allí lleva ya cinco temporadas repartidas entre Utah Jazz y Philadelphia 76ers, en las que el año que más jugó fue el primero, 18,5 minutos por encuentro. Para la sexta se une a los Washington Wizards por 1,8 millones de dólares.