Un tesoro artístico sale a la luz

Los preparativos ya están en marcha bajo la supervisión de Cristóbal Belda, catedrático emérito de Historia de Arte de la Universidad de Murcia (UMU) y uno de los principales artífices del éxito de 'Huellas', la acción cultural que impulsó la Fundación Cajamurcia para dar a conocer, a través de cuatro grandes exposiciones, el patrimonio histórico y artístico de la Región.

Los trabajos se centran estos días en recopilar y clasificar la extensa obra de la colección, repartida por distintas dependencias de la entidad, con el fin de disponer de «una visión de conjunto y de diseñar los criterios que marcarán las líneas maestras de la exposición», indica Belda a LA VERDAD. A partir de ahí se procederá a elegir las piezas –principalmente cuadros– que darán cuerpo a la novedosa propuesta cultural, llamada a convertirse en una de las iniciativas más potentes de 2021. Estarán «lo mejor y lo más representativo», adelanta el experto. Una tarea ardua a tenor de las dimensiones del imponente catálogo. El catedrático calcula que el proyecto expositivo contendrá unas noventa piezas –casi la mitad de la completa colección–, la mayoría de ellas nunca vistas en público hasta ahora.

El patrimonio de Cajamurcia reúne «las más modernas tendencias del arte contemporáneo español», recuerdan desde la Fundación, aunque con una atención especial por los creadores de la tierra. Llama la atención del singular legado, en palabras de Belda, «el apoyo dado a la protección de lo nuestro», aunque también hay un relevante espacio para «los grandes nombres de la pintura contemporánea española».

El catedrático remarca «la sensibilidad que ha mostrado la entidad a lo largo de estas cinco décadas a la hora de adquirir las obras de arte». Así figuran creadores murcianos de la talla de Ramon Gaya, Pedro Cano, Pedro Flores, Molina Sánchez, Aurelio, Antonio Gómez Cano, Almela Costa, Muñoz Barberán, Alfonso Albacete, Antonio Ballester, María Dolores Andreo, Juan Bonafé, Hernández Carpe y José María Párraga. La lista sigue con Ángel Haro, José Lucas, Manuel Barnuevo, Esteban Linares, Miguel Vivo, Nicolás de Maya, Manuel Avellaneda, Enrique Nieto, Antonio Martínez Mengual, Ángel Mateo Charris y Esteban Campuzano. También, artistas de la tierra que les precedieron en siglos anteriores, como Pedro Orrente, Germán Hernández Amores, Manuel Wssel de Guimbarda, Sánchez Picazo y Medina Vera.

Además, la colección se completa con otros artistas reconocidos a nivel nacional e internacional como Genovés, Manolo Valdés, Rafael Canogar, Úrculo y Joan Miró. Y del mundo de la escultura sobresalen Antonio Campillo, Mariano González Beltrán, Carmen Baena, Dora Catarineu y Lidó Rico.

En definitiva, este proyecto aspira a mostrar «una gran variedad de temas y tendencias, y la forma con que se fue configurando un conjunto de gran calidad», explican desde la Fundación. Aunque la propuesta cultural todavía se encuentra en pleno proceso de construcción, en principio está previsto desarrollar una gran exposición en las salas de Las Claras, en la capital murciana. Esa oferta se completará con una serie de «exposiciones temáticas», con unas dimensiones adaptadas a las sedes que la Fundación Cajamurcia tiene repartidas por buena parte de la geografía regional, desde Yecla a Cartagena y Águilas. Falta por ajustar el calendario, que dependerá en buena medida de cómo evolucione la crisis sanitaria de la Covid-19. Como fecha más probable se baraja la próxima primavera.

El objetivo es llegar al mayor número posible de ciudadanos con el fin de dar cumplimiento a uno de los objetivos prioritarios que mueven a la entidad: «contribuir a la difusión cultural y revertir en la sociedad una parte de los beneficios que obtuvo Cajamurcia a través de su actividad empresarial». Este próximo montaje sigue la línea de exposiciones anteriores de la Fundación, que han prestado «especial atención al coleccionismo privado y público como una forma de mostrar no solo las motivaciones de sus propietarios, sus gustos y aficiones, sino la necesidad de ofrecer un patrimonio escondido y disfrutado en exclusiva por su poseedores».