El Tenorio de la compañía Cecilio Pineda se despide hoy hasta 2024

Desde el viernes 27 de octubre se representa en el Teatro Romea de Murcia 'Don Juan Tenorio' por la compañía Cecilio Pineda, encargada de resucitar la obra y su tradición de ser montada cada año por las mismas fechas.

«Estamos muy emocionados con la reacción del público. Ha venido gente de toda España que nos ha llenado el Teatro Romea en todas las funciones. De Valladolid, San Sebastián, Jaén, Fuengirola (Málaga)...», dice Julio Navarro Albero, director de la compañía, que lleva 34 años dando vida al protagonista del montaje. «Hay gente que viene todos los años con sus hijos. Me enseñan fotos de cuando asistían siendo novios y ahora regresan con sus descendientes. Es impresionante».

«El otro día cuando se encendieron las luces pude ver a un grupo de unos 12 jóvenes de entre 16 y 18 años en las primeras filas de platea, me sorprendió mucho», aprecia Rocío Bernal, que desde 2007 interpreta a Doña Inés, y que no sabe explicar a qué se debe esta «renovación del público», y se muestra encantada por el hecho de que perdure el interés de los jóvenes por este gran texto. «Parece que los jóvenes están en otras dinámicas, sin embargo, que se acerquen al teatro a ver una obra clásica representada de una manera tradicional es muy sorprendente. ¡Y la disfrutan! Creo que esto forma también parte de la magia de este Tenorio».

«Ver a distintas generaciones entre el público es algo muy bonito. Hay que luchar desde la cultura y también desde la política, desde las instituciones, para que perduren tradiciones como estas», reclama Navarro.

«En su día mi padre, Julio Navarro Carbonell, recuperó la tradición –de hecho, en la función de hoy siempre recuerdo a mi padre– y en Murcia [la representación] se ha convertido en un momento de encuentro. Es cuando está comenzando la temporada del teatro, hay un cambio de estación...», explica Navarro, con un montaje que reúne a gran cantidad de profesionales de la Región. «Todos los actores son de diferentes compañías de Murcia como Doble K Teatro, Alquibla, Cía. Deconné, profesores de la Escuela Superior de Arte Dramático...», explica el director de la compañía. Para Rocío Bernal, esto se traduce en «dos Tenorios»: el que ve el público y el que está entre bambalinas. «El encuentro cada año de todos los profesionales, tanto de actores y músicos como con los responsables de la parte técnica, es una celebración. Cuando sube el telón y comienza la función, los que no estamos en escena estamos entre cajas cantando juntos 'La Chacona'. No hay vez que esto no ocurra», comenta la actriz y dramaturga. «Hay una serie de vivencias muy especiales entre nosotros y creo que nuestros vínculos se notan positivamente en el escenario», dice Bernal sobre este mes durante el cual han tenido varios ensayos por escena.

«Doña Inés es un regalo. Tener la posibilidad de encontrarme cada año con esos versos es maravilloso», explica la actriz sobre su personaje. «Todos maduramos y vamos creciendo por dentro y por fuera y el personaje también va cambiando», por ello, hay diferencias entre la Doña Inés de 2007 y la que representa en 2023. «La de 2007 era más inocente y ahora yo como actriz juego a la inocencia y cuando un actor decide jugar a algo y sabe cómo hacerlo, el juego supera a la verdad en escena», indica sobre este montaje que sube al escenario a cincuenta artistas con una escenografía de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. «Es arqueología teatral, con telones pintados a mano que tienen que ser muy bien iluminados», dice el director. «La casa de Don Juan es un espectáculo y el cementerio una joya», añade sobre este montaje de 180 minutos que esta tarde, a partir de las 20.00 horas, ofrece en el Teatro Romea su última función hasta 2024.