Rosa Montero, una rep muy humana
Rosa Montero es un torbellino. Es imposible creerse lo de sus 74 años. En mi mente, las personas de esa edad son un manojo quejicoso ... de astillas y dolores y ella es toda vitalidad. Sí, un poco marisabidilla (como dice ella misma de sí en La hija del caníbal) una persona que pone los puntos sobre sus íes. Honesta, franca, entregada a su literatura, a sus lectores. A lo largo de mi vida de gestora cultural, poca gente he encontrado con tal grado de generosidad.
Publicidad
Rosa es una amante. Ama el mundo,a la gente. Ama la soledad, el silencio. A su perro (s). Su pasado, su presente, su futuro. El recuerdo de los amores plenos, los senderos, las montañas, las ventanas de los hoteles, las habitaciones con vistas, las que sean.
Rosa lo da todo. Ama sentirse novelista, que los lectores se acerquen con comentarios, que se hagan fotos, que le cuenten sus cosillas personales. Rosa ama las letras y juega con ellas como si fuesen un pegote de plastilina y ella una niña valiente. Para ella, su narrativa es el camino de la libertad. Lejos de complacer a alguien, se encuentra a sí misma y logra de manera universal y súper especial, que otros también se encuentren con su yo más auténtico e interior. Es como el oráculo que nos rebela eso que no sabemos que sabemos. Eso es escribir ficción. Conectarse con la energía que te une al pasado, a miles de presentes, al futuro por llegar.
Rosa, a veces es Bruna Husky. Su naturalidad es pasmosa en todos los contextos. Está incapacitada para disimular porque en su fuero interno permanece la adolescente, con las neuronas aún sin podar. Con la creatividad y la imaginación adueñándose de sus sueños, de sus días. La loca de la casa, El peligro de estar cuerda son «artefactos» literarios absolutamente adictivos donde Montero se desnuda y nos explica lo que la ciencia, las historias de otrosnossusurranaquello que ignoramos de nosotros mismos. La ridícula idea de no volver a verte, ídem de lo mismo. Esta narrativa de lo humano es un camino del conocimiento. Del autoconocimiento que ella comparte porque hemos quedado en que Rosa es una rosa abierta a la vida, espléndida, desnuda y expuesta por esa vulnerabilidad sin paliativos.
Publicidad
De padre novillero y madre artista aprisionada en sus labores, la vida de Montero no ha sido fácil. Cuando el progenitor dejó lo taurino&mdashque ella odia&mdash se lanzó a fabricar ladrillos con una tierra inapropiada. Rosa recuerda a su padre llegar a la casa cubierto de polvo de cabeza a pies en un negocio que no fructificaba. Le hizo su primera entrevista cuando apenas contaba con siete años. Años después, unas prácticas le pusieron delante de un jovencísimo Julio Iglesias.
El currículum de Rosa es abrumador por la cantidad, la calidad de su obra en narrativa y ficción; sus colaboraciones infinitas, su infinito afán de sumergirse en todas las realidades posibles. Ha tocado tambores cerca de Calanda, por ejemplo. Sus 30 premios aclaman su obra, sí. También su ser y existir en el mundo, que es lo mismo, porque la quieren mucho en España, pero también en México, Colombia y Puerto Rico. Fue Premio Nacional de las Letras en 2017. Se montó un buen revuelo cuando la quisieron hacer académica de la RAE. Los señoros, ya se sabe. Ya no fue. Ya nunca más. Y tan feliz. Rosa es una rep como su Bruna; Demasiado corazón. Demasiado coraje y miedo. Pero sin miedo no hay creación. En la infancia, la pequeña Rosa es consciente del paso del tiempo. De que vivimos para morir y que, lejos de ser una maldición, es un acicate para arrojarnos a la intensidad sin redes.
Publicidad
Así se describe a sí misma, sin saber todo lo que sabe. Sin ser consciente de su universalidad genuina, propia de los autores en los que siempre nos veremos reflejados: «Aún con los ojos cerrados, la rep era capaz de brillar. Ella era inmensa, ilimitada, era vulnerable porque ya no era ella, sino que eran dos. En la plenitud de ese tiempo se recordó a la vez en todos los minutos de su pasado y amó la vida como jamás la había amado antes».
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión