Puntadas murcianas que salvan el planeta

–¿De dónde nació la idea de 'Re-discovering origins'?

–Cuando hago proyectos me gusta mucho investigar en mis recuerdos y mis tradiciones y después de cuatro años estudiando en Londres (en la University for the Creative Arts), echaba muchísimo de menos las fiestas paganas de toda España: me fijé en Jarramplas de Cáceres, en Mascaradas de Mecerreyes de Burgos, en el Carnaval de Lanz de Navarra, en el Bando de la Huerta de Murcia, y en un montón de tipos de festividades a las que yo les tengo mucho cariño, y que quería mostrar a la gente de fuera para que ellos pudieran hacerlas suyas y pudieran disfrutarlas igual que nosotros. Cogí toda esa inspiración y trabajé mucho con mujeres de los pueblos y con mi abuela, cogiendo retales de modistas y haciendo ganchillo. Para mí eso es patrimonio cultural y quería mostrarlo al exterior.

–¿Puede la moda servir como vehículo para difundir la cultura española en otros lugares?

–Sí, por supuesto. Hay un montón de siluetas o de elementos emblemáticos la gente puede ver muy bien que son de inspiración española. La tutora que tuve cuando desarrollé esta colección era alemana, pero siempre que hablábamos de cómo hacerla, ella veía los tejidos y las formas y podía saber que estaba inspirado en la cultura española. Somos un país que tiene mucha artesanía y creo que es importante que nada de eso se pierda.

–¿Qué otros aspectos llamaban la atención de 'Re-discovering origins' en el extranjero?

–La colección les fascinaba. Mi madre era la que me enviaba las cajas con las telas y allí se sorprendían de ver materiales que en Reino Unido escaseaban y que podían costar una fortuna. Muchas de las telas estaban en el baúl de mi abuela, donde siempre las hemos tenido. Para ellos tenía un gran valor ver toda esa artesanía.

–En España encontró los materiales, pero para la formación ha tenido que irse lejos, ¿es más fácil desarrollarse académica y profesionalmente fuera del país en el sector de la moda?

–Yo el mundo de la moda lo conocía poco, siempre me ha movido el arte, pero la moda era algo para mí muy nuevo. Investigando me di cuenta de que aquí era todo más teórico. Allí mi carrera ha sido totalmente práctica. La parte de estudiar la hemos hecho más por nuestra cuenta. Creo que eso es algo que tenemos que mirar aquí. A nivel profesional, es complicado encontrar trabajo en todas partes, por eso yo ahora estoy haciendo cosas por mi cuenta como autónoma.

–¿Cuál es su mayor sueño como diseñadora?

–Mi mayor sueño sería saber que el trabajo que yo haga, ya sea en una marca sostenible o haciendo mis propias cosas, está innovando hacia una moda más sostenible para que el planeta esté menos perjudicado. Esa es la razón principal por la que empecé esta carrera. Es un proceso más largo porque tienes que estar pensando en cómo hacer los prototipos, qué materiales usar, dónde encontrar las telas y qué impacto van a tener, pero es lo que a mí me llena. También quiero demostrar que se puede hacer moda sostenible sin que sea todo muy neutro, que también puede haber color y diversión dentro de la sostenibilidad.