Perfilismos
El sábado de Semana Santa tomaron posesión los nuevos friquichajes del Gobierno regional, entre ellos la galáctica, la MVP, la pichichi de la liga ultraderechista patria, Mabel Campuzano
Sí, ya. Os explico. Los perfilismos son lo mismo que los espejismos, pero al revés. ¿Sí? Ilusiones ópticas. Me autoproclamo experto en lo de los ... espejismos: hacer aparecer cosas que no están ahí. Me cuestan más los perfilismos: reducir o invisibilizar cosas que sí están, clásicamente poniéndolas de lado para la foto. El truqui, siempre, depende de la masa y volumen de la cosa a hacer aparecer o desaparecer. Es más fácil ir por el desierto y ver en el horizonte un par de palmeras y un camello que el emirato de Catar completo, con su gas natural y su dinastía totalitaria y sus rascacielos de cristal. Pero ey, ponle que lo consigues. Ahí lo tienes. Catar. Ahora toca tirar de perfilismo: poner de lado el déficit democrático, las violaciones de derechos humanos y laborales y las cuatro mil muertes de trabajadores de la construcción, desear muy fuerte que todo eso pase desapercibido y que parezca buena idea celebrar allí el mundial de fútbol.
Bueno, ya lo tenemos. Espejismos y perfilismos forman parte, qué duda cabe, de la labor diaria de nuestros mandantes: que las noticas de prensa con deseos sin calendario ni presupuesto lleguen tal cual a las portadas de los medios –incluyendo los verbos en futuro de indicativo–, o al contrario: que los trapos sucios se laven en casa de madrugada aprovechando la tarifa nocturna. Es así, y hasta cierto punto se entiende. Pero chacho. Una cosa que esté bien. El berenjenal murciano –ese circo de tres pistas con espectáculos non-stop entre el friquismo, el transfuguismo, la compra de diputados, el trapicheo con la continuidad del presi, el negacionismo y las consejerías de oferta– ya te digo yo que no va a colar. Ni de perfil ni de frente.
Intentarlo lo intenta, el PP murciano, eso sí. Pocos ejemplos de perfilismo bajo más claros que la toma de posesión, el sábado de semana santa, de los nuevos friquichajes del gobierno regional, entre ellos la galáctica, la MVP, la pichichi de la liga ultraderechista patria, Mabel Campuzano, ahora a cargo de la educación y la cultura de la Región, ahí es nada. Más del 24% de nuestras arcas públicas (algo más de mil quinientos millones de euros) pasarán por sus abajofirmantes y preguntacionistas manos. Normal que el Gobierno se negase hasta a emitir el acto en 'streaming'. Queda para la posteridad, eso sí, la fotaza de Guillermo Carrión: una Isabel Franco en segundo plano, tras López Miras y su nueva voxejera, que parece pensar 'jo, ya con Mabel nadie me entrevista', o tal vez 'tenía que haber pedido algo más'.
Pero el espectáculo, con el 'dream team' que ha quedado en el nuevo Consejo de Gobierno, no puede sino continuar. A estos personajes no los pone de perfil ni un pintor cubista: este miércoles tuvo sus quince minutos de fama Francisco Álvarez, ya cumplido su compromiso de servicio público tras tres semanas como consejero de Empleo, Investigación y Universidades, que dimitió del cargo para poder 'okupar' el grupo parlamentario de Ciudadanos, el partido que lo expulsó. También el grupo de Vox está 'okupado' por la misma regla de tres. Y si ya los triples mortales de este circo nos estaban mareando un poco, llega nada menos que el señor presidente de nuestra Asamblea Regional, Alberto Castillo, y se calza los zapatones y la nariz roja: se pasa del lado de los tránsfugas validando toda la operación. Eso sí, con una abstención: perfilismo obliga. Tanto el poder ejecutivo como el legislativo de nuestra región constituyen hoy una anomalía democrática, donde hasta siete diputados tránsfugas okupan la mitad de las consejerías del Gobierno regional, la presidencia de su asamblea y dos de sus grupos parlamentarios, donde la ultraderecha ha conseguido por primera vez en nuestra historia reciente acceder al control de competencias clave como educación y cultura y donde al presidente López Miras no parece importarle otra cosa que trapichear, a cualquier precio, la reforma de la Ley del Presidente que le permita continuar en el sillón. El problema es que ya ha habido que trapichear previamente para salvar su presidencial culo de la moción de censura, y entre pitos y tránsfugas nos hemos gastado la credibilidad de las instituciones democráticas de la Comunidad Autónoma.
A Miras no le quedan más que dos opciones: o convocar elecciones cuanto antes y dar el relevo a un nuevo candidato, o seguir intentando poner de perfil un circo más grande que el de los Barnum. Cada chaladura por boca de su 'voxejera', cada puñalada trapera entre friquis, cada indignidad de lentejeros va a tener delante una buena maraña de cámaras, porque el espectáculo de la degradación es irresistible.
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