«Hemos filtrado lo mejor de todos los conservatorios»

Se creó en 1986 en el seno de la Orquesta de Jóvenes de la Región (OJRM), pero en 2005 dejó de funcionar, entre otras causas por falta de recursos; ahora ha vuelto a la actividad. La Orquesta de Aspirantes de la Región inició ayer los ensayos del primer encuentro de su nueva etapa musical tras años sin convocarse. Lo hizo en Lorca, impulsada por la Consejería de Cultura y en el albergue juvenil de Coy, donde los 22 componentes de esta recién estrenada formación preparan esta semana de forma intensiva su primera actuación.

Los menores presentarán mañana, en el municipio lorquino, y el sábado, en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, una serie de piezas del Renacimiento y de principios del Clasicismo, entre las que figura el 'Concierto en Re Mayor' de Vivaldi. «La dificultad está sumamente pensada y escogida para niños de esta edad», aclara el director de la agrupación, Emilio Fenoy, quien, no obstante, asegura que el nivel de profesionalidad de los miembros de la renacida orquesta es «altísimo».

De 115 aspirantes que se presentaron a las pruebas de selección, se escogieron a 22 estudiantes: seis violines primeros, seis violines segundos, cuatro violas, cuatro violonchelos y dos contrabajos. «Hemos filtrado lo mejor de todos los conservatorios de toda la Región», apunta el responsable.

La Orquesta de Aspirantes, destaca el gerente de la Fundación Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (OSRM), Alberto Garre, fue «una de las primeras formaciones nivel nacional» con músicos de hasta 15 años (la orquesta juvenil abarca desde los 16 a los 25). Entonces tenía como objetivo superar el déficit de estudiantes de cuerda que existía en la Región, por lo que se necesitaba formar a más instrumentistas en este campo: «Antes sembrábamos una semilla para poder verla crecer», alega Garre. Sin embargo, la situación actual es diferente: «Ahora hay muchísimo talento y muchísimos niños en los conservatorios, y la labor consiste más en seleccionar a ese talento infantil que abunda en la Región».

Para escoger a los mejores estudiantes que se presentaron, fue imprescindible que estos realizasen una audición, donde un tribunal, -conformado por Fenoy, en compañía de la directora titular de la OJRM y OSRM, Virginia Martínez; y un especialista de cada instrumento-, pudo comprobar las dotes artísticas de cada uno de los participantes.

Los jóvenes llegaron a Coy el pasado martes y ayer comenzaron los ensayos, primero por secciones, y después en conjunto, de las obras que representarán al público mañana y el sábado. Estas sesiones de trabajo intensivo, según el director de la orquesta, están acompañadas de algunas «pausas» que permiten a los pequeños relajarse y relacionarse entre ellos para disfrutar más la experiencia: «Tenemos programadas actividades dirigidas por monitores y una visita a la playa de Coy, revela.

Según Fenoy, en este primer encuentro, lo primordial es que se conozcan entre ellos y pasen tiempo juntos para luego plasmar estas conexiones en las sesiones de trabajo. «Se crean unos vínculos muy fuertes porque nosotros trabajamos con emociones», añade Fenoy, quien asegura que ha sido testigo de cómo, a lo largo de los años, estas relaciones de amistad continúan, e incluso, cómo los alumnos de entonces han seguido quedando para tocar juntos, formando una orquesta nueva.

Los profesores destinados a guiar en esta ocasión a los jóvenes poseen una amplia experiencia como docentes en los conservatorios de la Región, «además de reconocimiento nacional e internacional», especifica Fenoy. Se refiere a María Dolores Alburquerque y Rezart Kapetani, de violín; a Antonio Clares, de viola; y a Gonzalo Meseguer, de violonchelo y contrabajo.

El director se encuentra entusiasmado ante la idea de que esta orquesta, que también estaba en sus manos cuando cesó, vuelva a funcionar, y con tal nivel de profesionalidad: «Cuando juntas a tantos niños tan buenos, el talento se multiplica, porque todos tratan de perfeccionarse», asegura.

A partir de septiembre, la Orquesta de Aspirantes empezará a trabajar de forma más constante -cada quince días- para potenciar este talento en bruto con el que han llegado los jóvenes, quienes más tarde conformarán, probablemente, las diferentes orquestas de la Región: «Les sirve de lanzadera para el futuro porque, ya de primeras, están aprendiendo desde dentro cómo funciona una orquesta profesional». Fenoy afirma, no obstante, que lo fundamental aquí son los valores que se les están inculcando a los adolescentes en cuanto a la forma de concebir la música: «Desde pequeños están viviendo cómo realmente se debe de disfrutar esto».