Lucrecia López Guirao: «Cuando escribo siento que limo este mundo áspero»

–¿Desde cuándo siente la pulsión de escribir?

–¡Desde pequeña! Recuerdo que hacía ripios o forzaba frases para crear rimas. Pero mi despertar poético se remonta a 2014, cuando contacto con el festival Grito de Mujer, y conozco a varias poetas, ahora amigas mías, como Asunción Caballero y Chelo de la Torre. A través de este festival, descubro la poesía que a mí me gusta, y que quisiera realizar a través de trabajo y perfección. Después de ese acontecimiento, comienzo a participar en diferentes antologías, dedicadas a la mujer, a la pobreza u otras temáticas sociales. Mi visión poética cambió, e inicié un proceso de búsqueda. Como dice nuestra poeta Dionisia Garcia, debemos realizar un trabajo posterior de limpieza, y de meticulosidad, incluso cuando tengamos un resultado bueno.

–¿Por qué se hizo maestra?

–Esta vocación me acompaña desde pequeña, recuerdo que le daba clases a mis muñecos. Llevo más de 28 años en esta profesión, y no me canso de aprender, diría que es mi ilusión, seguir aprendiendo hasta que me tenga que ir de este mundo.

–Siendo una persona con tanta sensibilidad, ¿qué le preocupa?

–En este poemario, 'La respuesta del viento', hay una parte significativa dedicada a la mujer. Me preocupa mucho la situación que viven muchas mujeres de indefensión y maltrato, e incluso a veces llego a sentir vergüenza, al ver que tengo una vida feliz y estable. Otra de las cosas que me preocupa es la situación del mundo actual. Hay demasiados casos que me abofetean la cara. La situación de la mujer en Palestina, los inmigrantes, la mujer africana, la ablación femenina, las madres solteras... Todo esto me conmueve y, de hecho, siento que cuando escribo estoy limando este áspero mundo en el que vivimos.

–¿Cómo definiría a la mujer?

–Actualmente diría que es un ser vulnerable, y me da mucha pena decir esto, pero es un ser que el viento le golpea por muchos lados: en casa, en el trabajo, en las relaciones... Está envuelta en un vendaval de indefensión e injusticia muy grande. Pero para mí, la mujer es un ser maravilloso, que se complementa con el hombre. Para nada pienso que tiene que vivir aislada y sola. Considero que es su decisión.

–Dentro del aula ¿se deben sacar grandes historias...

–Sí, de hecho, el próximo libro me gustaría que fuese un cuento infantil, inspirado en todas las cosas que me pasan en clase. La verdad que todas mis vivencias darían para un libro, solo que sería más complejo que un poemario.

–¿Quién le animó más a publicar 'La respuesta del viento'?

–Este poemario ha sido producto del empeño de muchas personas a que publicara el material que tenía guardado. Una de las personas que me animó a hacerlo fue Dionisia Garcia. De hecho, el prólogo es de ella, lleno de sensibilidad y de sabiduría, y el epílogo es de mi amiga, también poeta, Asunción Caballero. Han sido muy generosas conmigo, les voy a estar eternamente agradecida.

–¿La poesía puede ser una herramienta para concienciar?

–Por supuesto. Además, los poetas tenemos la obligación de escribir con la intención de sacudir el corazón a través de la poesía. Hoy en día, aún más, que los corazones están fríos por todo lo que está ocurriendo en el mundo. A veces escribo llorando, o de noche, porque a través de mis letras me doy cuenta de la realidad que nos rodea.

–¿Tiene algún poema favorito?

–«Todo esto pasará./ Y volverás a ser luz,/ camino y río. / Anidaran madreselvas, / en el dorso de los días / y erguida caminarás, / sin más temor, / que el bullicio de las palabras / enredándose en tu pelo. / Quedará escrito para siempre / en el libro de tu memoria / y en noches de luna llena; / batirás tus alas, dejando atrás, / el sendero desconocido». Este poema se llama 'Pasará', y lo escribí en plena pandemia, con el deseo de dar esperanza. Otro poema al que le guardo un especial cariño es 'Canto', que comienza así: «Siempre supe que eras buena. / Lo supe enseguida, / cuando elegí estar dentro de ti». Hablo de mi madre. Me está costando mucho escribir sobre ella. Esa noche dormí un poco mejor.

–¿Qué le pide a este 2024?

–Cordura, sensibilidad y sensatez. Y, sobre todo, salud. Llevo arrastrando una bronquitis un tiempo, pensaba que era invencible, pero te das cuenta que no. Por eso hay que cuidarse.

–¿Qué sensaciones le deja la guerra entre Israel y Palestina?

–Es algo muy triste, y la verdad es que me posiciono al lado de los indefensos, tanto de un lado como del otro. Soy cristiana, y no entiendo que en nombre de Jesús hagan esta masacre sin sentido. No puedo entender que tiren una bomba en un hospital o un campo de refugiados. Y en relación con esto, también me posiciono a favor de aquellos que deciden vivir aquí o allá. El mundo no es de nadie. ¿Quién puede decir que tiene una raza pura? Nadie, por eso defiendo que cada uno esté donde pueda o donde quiera.