Reseña literaria

El 'Faulkner' de las letras murcianas

El proyecto de Patricio Peñalver es ambicioso, pero nadie podrá acusarlo de falta de valentía

Martes, 24 de octubre 2023, 00:19

Hace más de veinte años que Patricio Peñalver (Murcia, 1953) publicó su primera novela, 'El murmullo de las estaciones'. Un buen inicio de un narrador cuyo estilo apenas tiene referentes en nuestra literatura, como si fuera un verso suelto, un pájaro solitario, alguien que actúa por cuenta propia, con las armas que hay a su alcance. Tres nuevas novelas le han seguido a aquella lejana muestra, con títulos que pueden tildarse de relevantes, como 'Una novela sin nombre', con la que acaparó algún que otro premio, y, sobre todo, 'La muerte del minotauro', la más ambiciosa hasta ahora, de 2017.

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'¡Apunten! ¡Fuego! ¡Viva la República!' –podría haberlo acortado para desahogo del lector– es, sin duda, su mejor obra, la de más hondo calado, la mejor ambientada en un Madrid oscuro y tormentoso, como el reinado de Witiza, en donde suenan los tambores de una guerra cercana que cercenó tantas vidas. Aunque no conviene despreciar a personajes como Ulpiano Ramírez, el mejor de todos los creados hasta ahora por su autor, un hijo de su tiempo, un tipo que lucha en dos frentes, en defensa de sus ideas políticas, y, por otra parte, para conseguir independizarse de su propia familia, del alegato tiránico de su padre, lo que queda en nosotros, tras la lectura de este casi medio millar de páginas, es ese poso que transmite el ambiente reflejado en estas páginas. Patricio Peñalver hace visible ese nerviosismo y ese tejemaneje, casi diabólico, que se aprecia en las calles de Madrid, cuando aún no se sospecha del destino fatal que nos espera; ese temor y temblor que recorre sus calles se convierten aquí en un elemento decisivo, esencial, para el desarrollo de la obra.

Se aprecia, de inmediato, la mano del periodista que, arrastrado por la ambición, no quiere ahorrarse detalle alguno. Un reportero que utiliza tanto el dato histórico, absolutamente objetivo –como la presencia de personajes como Fermín Galán o García Hernández, los dos oficiales que lideraron el fallido levantamiento militar republicano de Jaca en 1930–, como el ineludible ingrediente ficcional que aporta mayor agilidad y consistencia a este relato repleto de conjeturas.

'¡APUNTEN! ¡FUEGO! ¡VIVA LA REPÚBLICA!'

  • Género. Novela

  • Editorial. Renacimiento

  • Autor. Patricio Peñalver

El proyecto de Peñalver es, acaso, demasiado ambicioso, pero nadie podrá acusarlo de falta de valentía a la hora de ahondar en unos acontecimientos que aún no han terminado de cerrarse del todo, de los que, todavía, hay mucha tela que cortar. Como, por ejemplo, el papel, un tanto desleal, de la Iglesia española de aquellos años, con la presencia aquí, en estas páginas, de la conocida pastoral del cardenal Segura que, curiosamente, después, tras el triunfo del golpe militar, se opuso tajantemente a que Franco entrase bajo palio en las iglesias de su jurisdicción.

El filósofo y profesor Francisco Jarauta dijo en cierta ocasión, con motivo de la presentación de una de sus novelas, que Patricio Peñalver era el William Faulkner de las letras murcianas.

Y Jarauta siempre tiene razón, aun cuando hable en broma. Peñalver, aunque hace excesivas concesiones –como sucedió con José Gutiérrez-Solana en su día– a lo que Ramón Gómez de la Serna llamó 'prosa con tropezones', es autor tanto de un expresionismo deslumbrante, como de excelentes pasajes que nos hablan de un escritor con un marcado e inconfundible estilo, dueño y señor de sus condominios –como un viejo noble arruinado entre las ruinas de su inteligencia, que diría Gil de Biedma–, capaz de recurrir, cuando es preciso, a auténticos remansos de paz, cercanos a la más pura poesía.

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