La escritora y periodista Elvira Lindo. P. MARTÍN / EFE

Elvira Lindo: «Me gustó entrar en el mundo de mis padres; los entendí mucho más»

La autora participa hoy de forma virtual en el ciclo 'Escritores en su tinta' de Molina de Segura para presentar 'A corazón abierto'

Jueves, 29 de abril 2021, 02:24

No se trata del qué, sino del cómo. «La literatura -sostiene Elvira Lindo (Cádiz, 1962)- no son los hechos, sino el modo en el que ... se narran». Habla la escritora y periodista, autora de la exitosa saga infantil y juvenil 'Manolito Gafotas', y de las novelas 'Algo más inesperado que la muerte' (2003), 'Lo que me queda por vivir' (2010) y 'Noches sin dormir' (2015), entre otros títulos, de 'A corazón abierto' (Seix Barral, 2020), un relato emocional y profundo que reconstruye las vidas de sus padres y con ellas, y aunque sin pretenderlo, las de una generación que vivió «todo». Es su último libro, y a propósito de él la autora interviene hoy en el ciclo 'Escritores en su tinta' de Molina de Segura. Lo hará de forma 'online', a partir de las 20.00 horas, vía Zoom.

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-¿Cómo es el viaje que usted emprende en 'A corazón abierto'?

-¡Uy!, es un viaje muy largo, porque es un libro que tenía en la cabeza hace mucho tiempo, mucho antes de que mi padre falleciera. Era una persona muy extraordinaria y provocaba situaciones muy chocantes. Era, a la vez, muy inteligente y extremadamente arbitrario. Y quería escribir sobre él. Lo que ocurre es que murió en 2013, y no fue hasta dos años después cuando retomé la idea del libro y me di cuenta de que si quería hacer algo más hondo tenía que ponerlo en relación con mi madre. Ahí se abría entonces un misterio, porque mi madre murió cuando yo era muy joven. Fue un proceso largo, necesitaba crear escenas y espacios diferentes y quería hacerlo desde distintas voces, aunque siempre fueran la mía.

«Los discursos que irritan a la gente y fomentan la ira tienen sus consecuencias»

-¿En qué le hizo meditar el hecho de enfrentarse a la historia de sus progenitores?

-Los padres son personas a las que defines a través de tus ojos de hija. La idea que tienes de ellos está prefijada, y fundamentalmente relacionada con la paternidad y la maternidad. Yo quise liberarme un poco de todo eso y acercarme a otros momentos suyos, como cuando se conocieron, y en el caso de mi padre, a su infancia. Obviamente son pasajes que tuve que construir, y en ellos también hay un nivel de invención. Cuando ocurrieron, yo no vivía, pero no puedes contar solo la anécdota. La literatura no son los hechos, sino el modo en que se narran. Dejé que me impregnaran sus personalidades, ambas muy diferentes, y quise ser leal a cómo eran ellos.

-Emocionalmente, ¿fue complicado?

-Tuvo su complicación porque no quería hacer un libro de recuerdos, sino una novela, con distancia y como si fueran personajes históricos. Pero lo disfruté mucho, me gustó entrar en sus mundos y creo que los entendí mucho más.

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-Ha afirmado que la personalidad se construye en la infancia, ¿cómo fue la suya y de qué modo le ha dejado huella?

-Fue una infancia marcada por los continuos traslados a los que nos obligaba el trabajo de mi padre. El arraigo a la familia fue mucho, pero a la tierra no tanto. Sin embargo, para mí aquello fue inspirador. Siendo escritora me he dado cuenta de que me enriqueció mucho, a pesar de que no siempre fue feliz. También pude observar a mis padres en épocas que distaban mucho unas de las otras. De los 70 a los 80 hubo un paso muy fuerte, y de los 80 a los 90 igual; veías cómo iban evolucionando personas que habían nacido en 1930, en un país sometido a una guerra, a una posguerra, a la dictadura..., esa generación vivió todo. No quería hacer un estudio sociológico, sino estrictamente contar la historia de este hombre y esta mujer, pero inevitablemente los libros tienen un viaje que tú no controlas, y cuando llegan a las manos de los lectores ellos ven muchas más cosas de las que tú has escrito. Las vidas de Manuel y Antonia se convirtieron, de alguna manera, en las vidas de muchos padres y abuelos.

Convivencia

-Habla de cambios y pasos de épocas. ¿En cuál cree que vivimos ahora?

-Es muy difícil observar el presente. De él tengo mucha más confusión y lo entiendo menos. Lo veo con cierta alarma porque estamos sometidos a realidades que, por un lado, son muy viejas y, por otro, muy nuevas. Si me preguntas estos días, me siento especialmente confusa. No sé si puedo ser muy objetiva. Llevamos mucho tiempo en pandemia, con un acontecimiento que nos ha sobrecogido y ha cambiado nuestras vidas. La tristeza que ha conllevado, tantos fallecimientos, el encierro... Cada uno, a su edad, lo está viviendo de una manera dura, y si a eso le unes un ambiente político extremadamente tenso y, a veces, violento verbalmente, pues no acompaña para tener un cierto sosiego.

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-Ese ambiente de tensión ha politizado prácticamente cualquier aspecto de la vida cotidiana. ¿Qué le preocupa de esta situación?

-El que se alimente la falta de reconocimiento del otro, la falta de empatía, el generar enfrentamiento, odio; todo eso me preocupa porque altera mucho nuestra convivencia. Los discursos que irritan a la gente y fomentan la ira tienen sus consecuencias, no sabemos cuánto tiempo falta, pero tienen sus consecuencias.

CONVIENE SABER

  • Qué: Encuentro virtual con la escritora Elvira Lindo. Ciclo 'Escritores en su tinta' de Molina de Segura. Presentación del libro 'A corazón abierto'.

  • Cuándo y cómo: Hoy, a partir de las 20.00 horas, a través de Zoom. Acceso desde la web www.agendamolina.es.

-¿Son una línea roja las balas enviadas a cargos públicos?

-Son una consecuencia y un hecho muy desagradable para las personas que las han recibido, y no creo que nadie sea insensible a eso. Me extrañaba mucho cuando decían que el sobre que se le mandó a la ministra de Turismo [Reyes Maroto] era obra de un loco, como si los locos no tuvieran pensamientos propios, no se dejaran influir o no vivieran en esta sociedad. Creo que este clima altera el estado de ánimo de todo el mundo y, por supuesto, el de las personas más vulnerables y más sensibles a sentir miedo. Eso lo han dicho mucho los psiquiatras durante este tiempo, que había que aflojar la manera de hablar, incluso de la pandemia.

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-¿Qué les dirá a los lectores de Molina de Segura?

-Espero que me pregunten mucho. Mi experiencia es que cuando a los lectores les gusta un libro, tienen muchas preguntas por hacer. Hay veces que incluso tienen el libro más fresco que tú.

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