Ana Cerezuela: «He intentado darle sentido a los duelos de la vida cotidiana»

Esta murciana originaria del Barrio del Carmen regresó de manera abrupta a su tierra debido al confinamiento, tras viajar y estudiar por Barcelona, París y Madrid. «Aquí estoy mejor que en ningún sitio, desde que volví me siento más estable y enraizada que nunca con Murcia»

–¿Por qué escogió el duelo y la muerte como tema principal de su poemario?

–Pues todo viene de mi anterior poemario, 'La rabia', lo publiqué en marzo de 2020, te podrás imaginar... Fue una fecha malísima para estrenarlo, ya que coincide con la primera semana de confinamiento. En ese contexto vital comencé a escribir 'La viuda', tenía una mezcla de sentimientos; encerrada, terminando mi etapa universitaria en Madrid y en medio de una ruptura. Fue un momento marcado por las despedidas, pero también por la necesidad de salir adelante. Por eso me interesó el duelo, pero desde una óptica de integrar y honrar el pasado a una nueva vida. Al final, la imagen universal de una viuda es una mujer que ha tenido una pérdida pero que tiene que seguir adelante.

–¿Quién le acompañará?

–Este martes, a las 19 horas, estaré en la librería Libros Traperos de Murcia junto a mi amiga y poeta Abbey C; también estará el librero y prologuista José Daniel Espejo, que dice que no intervendrá, pero estoy segura de que sí lo hará, así que invito a todo el que quiera a venir y a participar.

–¿Y qué ve de especial en el género de la poesía?

–Es un campo de experimentación, donde menos restringida me siento a la hora de escribir. Me permite ser más experimental, jugar, divertirme. Mucho más que la ficción o el ensayo. No me niego a otros géneros, pero la poesía tiene eso para mí, que es algo muy intuitivo, bueno, quién sabe... La verdad, lo siguiente que escribiré será mi tesis doctoral, que no tiene nada que ver con esto, pero que también requiere mucha creatividad y mucha escritura.

–De hecho, se presenta en sus redes sociales como poeta de noche y antropóloga de día.

–[Ríe] Sí, tengo dos profesiones, soy investigadora, que es lo que me hace pagar el alquiler, y poeta, que es algo que siempre estará en mi vida. Es cada vez más complicado compaginarlo, pero no puedo renunciar a ninguna de las dos cosas.

–¿Qué le diría a los lectores para que leyeran este poemario?

–Es una obra que se ha estado cocinando a fuego lento durante mucho tiempo. En él he intentado darle sentido a los duelos de la vida cotidiana, no solamente a la muerte. No solemos hablar de pasar página, y he intentado dialogar con eso y hablar de cómo podemos conservar, atesorar las cosas que hemos perdido después de perderlas.