La Inmaculada de Salzillo

El Museo Salzillo acoge una exposición en torno a la destruida

Inmaculada de Salzillo y la colección de Juan Ballester, que tenía un busto desde finales de los 70 y no sabía que era un vaciado de la Purísima que desapareció en la quema del convento de San Francisco el 12 de mayo de 1931, en las revueltas anticlericales acontecidas al mes de la proclamación de la II República española. Junto a las esculturas que él tenía de Clemente Cantos, que casualmente también son de la Inmaculada de Salzillo, hay un boceto que podría ser del escultor del Cristo del Prendimiento, así como fotografías y periódicos antiguos con la imagen desaparecida.

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