Cuenta atrás para el año del dragón, el más importante de la cultura china

Este animal de buen augurio era en la antigüedad, cuenta Zhi Juan, «símbolo del poder imperial» y tanto en el Palacio Imperial –conocido como la Ciudad Prohibida– como en el Palacio de Verano, se pueden observar «todo tipo de dragones grandiosos».

«Normalmente, durante la celebración se junta menos gente, pero este año se intentan sumar más familiares», dice Zhi Juan, que llegó a Murcia a través de una amiga que ya vivía aquí y actualmente ejerce de profesora de chino. «La vida en España es diferente, más relajada que en China. Aquí no hay tanta presión ni en lo relacionado con el trabajo ni en lo relacionado con la educación. En Shanghái, por ejemplo, se están comparando constantemente las notas de los niños en el colegio», explica Zhi Juan durante una conversación con LA VERDAD junto a la fotógrafa murciana Pilar Morales, apasionada de la cultura del país oriental desde la infancia y que entre octubre y noviembre de 2023 pasó un mes en China, con su pareja, Miguel Tébar, para hacerse una idea alejada de los prejuicios y estereotipos que imperan en España. Entre ellos la confusión con la cultura japonesa y las connotaciones negativas asociadas a su sistema político. Pero la realidad de este país con 1.400 millones de habitantes es diversa. «La presión es inmensa, allí tienes que ser el mejor para acceder, debido a la gran competencia, a los mejores trabajos», comenta la fotógrafa. «En mi caso, la salud física y mental es más importante que sacar buenas notas», apostilla la shangainesa sobre uno de los motivos por los que actualmente prefiere España como país para vivir.

Volviendo a la festividad que se aproxima, entre las tradiciones de este periodo, los abuelos suelen regalar un sobre rojo con dinero a sus nietos. Un detalle con el que se busca salud y suerte. Zhi Juan cuenta el por qué: «Hace mucho tiempo había una bestia llamada Nian, cuyo nombre significa año. Tenía unos dientes afilados, garras gigantes y un gruñido aterrador. La mayoría del tiempo vivía en la jungla, pero en la noche más oscura del año, cuando la luna nueva salía, viajaba a la aldea para asustar a todo el que se encontrara a su paso. Durante mucho tiempo, la gente temió a la luna nueva hasta que un hombre sabio les enseñó las tres cosas a las que Nian le temía: los ruidos fuertes, el fuego y el color rojo», de ahí que se celebre la fiesta con este color, fuegos artificiales –prohibidos en ciudades como Shanghái por cuestiones medioambientales– y música de tambores.

Una celebración que se suele prolongar durante 15 días y que en Murcia, donde según la entrevistada no hay una especial unión entre la comunidad china residente, se adelantará la celebración a este jueves, con una serie de actos en la Escuela Oficial de Idiomas. A partir de las 18.00 horas, en el salón de actos del centro se realizará una pasarela de vestidos chinos, una presentación sobre la medicina china, un recital de poesía acompañada de música, y una presentación y un concurso sobre la ópera de Pekín, entre otras actividades.

Pilar Morales, atraída por China desde que era niña, decidió canalizar ese interés años más tarde aprendiendo chino en la Escuela Oficial de Idiomas. Gracias a este afán por el aprendizaje continuó empapándose de la cultura del gigante asiático, hasta que ha podido visitarlo. «Antes viajaba a Londres y me iba al barrio chino, llegaba a París y me iba al barrio chino. Igualmente lo hacía en Madrid, en Barcelona y en Granada. Me interesaba ver cómo se sentía realmente la gente que había emigrado a España», explica la fotógrafa, que durante su estancia en China ha tratado de capturar con su cámara los contrastes de un país «con una historia súperconvulsa» que actualmente se enfrenta a «una lucha entre la modernidad tecnológica y la tradición».

Como adelanto de un proyecto con vistas a su divulgación y exhibición, Morales mostró en enero en el XV Salón de la Crítica en el Museo Cristo de la Sangre de Murcia un retrato realizado en China, en el que aparece una mujer luciendo una joya diseñada por la murciana Rosana Galián, de Garra Studio: «Me puse en contacto con ella, pues había hecho una colección de joyas inspiradas en China. Me comentó su proyecto y le propuse que me dejara alguna de esas joyas para llevármelas a China y contextualizarlas. Tenía dudas sobre si iba a funcionar esta idea o no, pero funcionó», desvela sobre una fotografía realizada en una noche a 0 grados en Beijing.